Descubierta la razón por la que estas madres se comen a sus peces bebé

Algunos peces cíclidos africanos crían a sus crías en la boca y se las comen. Ahora, los científicos pueden haber descubierto el porqué de esta canibalización.

Por Tom Metcalfe
Publicado 10 nov 2022, 12:35 CET
Una madre de cíclidos escupe a las crías descarriadas que ha recuperado en el límite de ...

Una madre de cíclidos escupe a las crías descarriadas que ha recuperado en el límite de su territorio.

Fotografía de Jane Burton, Naturepl.com

Sacar adelante a las crías puede ser agotador, hasta el punto de que algunas madres que alimentan por la boca a sus vástagos llegan a comerse a sus crías, según un nuevo estudio.

Un pez cíclido de África central, el Astatotilapia burtoni (llamado comúnmente incubador bucal de Burton) consume a veces más de tres cuartas partes de sus propios huevos y crías.

"Es una sorpresa", dice Peter Dijkstra, biólogo de la Universidad Central de Michigan (Estados Unidos) y autor principal de un estudio publicado esta semana en Biology Letters. "Realmente es mucho".

La incubación bucal es común entre los peces, en particular los cíclidos, coloridas especies de agua dulce que son populares como mascotas de acuario. Una vez fecundados los huevos, las madres de A. burtoni los albergan en su boca durante unas dos semanas para protegerlos de los depredadores.

Una vez que los huevos eclosionan y se convierten en diminutas larvas, las crías se aventuran fuera de la boca de su madre, pero vuelven a entrar cuando hay peligro. Es un gran comienzo para las crías, pero es extremadamente agotador para la madre cíclida, que no puede respirar adecuadamente ni comer durante ese periodo.

El nuevo estudio muestra, sin embargo, que las sufridas madres pueden contrarrestarlo consumiendo algunas de sus crías, un comportamiento llamado "canibalismo filial".

Y ahora, por primera vez, los científicos han relacionado los niveles de canibalismo con la salud materna, dice el líder del estudio, Jake Sawecki, investigador de la Universidad Estatal de Michigan.

Que las madres mejoren su salud comiéndose a sus propias crías parece contradictorio, sobre todo desde una perspectiva evolutiva, dice: después de todo, "comerte a tus propias crías no transmite tus genes".

Pero la investigación demuestra que el impulso antioxidante que obtienen las madres caníbales al alimentarse de sus crías probablemente les permite volver a desovar unos meses después.  

Cíclidas estresadas

Para el estudio, Sawecki y Dijkstra criaron varios grupos de cíclidos de distinto sexo en un laboratorio de la Universidad Central de Michigan. A lo largo de varias semanas, el equipo identificó unas 80 hembras que habían desovado recientemente.

Los científicos extrajeron delicadamente todos los huevos de la boca de las hembras. A continuación, colocaron unos 25 huevos en cada una de las bocas de las hembras utilizando una pipeta de plástico. Los peces que no recuperaron los huevos fueron criados como grupo de control y sometidos a la misma manipulación.

Algunos cíclidos africanos, autóctonos del lago Tanganica en el África oriental, son capaces de distinguir a los peces conocidos y los desconocidos basándose en sus patrones faciales. Los estudios demuestran que pasan más tiempo rastreando los movimientos de los peces desconocidos que los de los que conocen.
Fotografía de Vincent J Musi, Nat Geo Imge Collection

Tras un periodo de observación de dos semanas, los investigadores observaron que las madres incubadoras bucales se habían comido una media del 40 por ciento de sus crías; y que más del 93 por ciento de las madres (29 de 31) se habían comido al menos a algunas de sus crías.

A continuación, los científicos evaluaron los niveles de estrés oxidativo de las madres, que pueden medirse mediante marcadores bioquímicos en los tejidos de los peces. Por ejemplo, los niveles elevados de determinadas sustancias químicas en el hígado pueden indicar estrés, que puede provocar daños celulares, enfermedades e infecciones.

En tres fases del estudio, se mataron algunas de las madres para poder analizar sus tejidos. Los investigadores descubrieron que las madres con niveles más altos de estrés oxidativo consumían más de sus crías, presumiblemente beneficiándose de las ráfagas de antioxidantes que ingerían.

Aunque el último estudio sólo analizó una especie de cíclido, Sawecki espera que el canibalismo filial sea "una estrategia adaptativa que utilizan muchas especies", afirma.

Un tentempié del tamaño de un bebé

Karen Maruska es una bióloga de la Universidad Estatal de Luisiana (Estados Unidos) que también estudia el A. burtoni y no participó en el estudio.

"Añade una pieza interesante al rompecabezas de cómo estas hembras que crían por la boca son capaces de sobrevivir y mantener su propia salud durante el periodo de cría de dos semanas en el que no pueden comer", dice Maruska.

Comerse a sus crías no va a hacer que estos peces reciban el premio a la madre del año. Pero los cíclidos que incuban con la boca siguen siendo madres atentas, dice la ictióloga Prosanta Chakrabarty, conservadora de peces del Museo de Ciencias Naturales de la Universidad Estatal de Luisiana.

"La mayoría de la gente piensa que los peces dejan caer sus huevos y los ignoran para siempre, y eso es cierto en algunas especies", dice Chakrabarty. Pero los cíclidos incubadores bucales "son buenos padres".

Aunque a veces necesiten un tentempié del tamaño de un bebé.

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    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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