10 de febrero de 2011
Si los murciélagos son los únicos mamíferos voladores, los murciélagos vampiro presentan un rasgo distintivo aún más curioso: son los únicos mamíferos que se alimentan exclusivamente de sangre.
Estos conocidos murciélagos duermen durante el día en total oscuridad, suspendido cabeza abajo de techos de cuevas. Suelen agruparse en colonias de unos 100 individuos, aunque a veces viven en grupos cuyo número supera el millar. En un año, una colonia de 100 vampiros puede beber la sangre de 25 vacas.
El vampiro sale a cazar en las horas más oscuras de la noche. Suele elegir como víctimas a caballos o cabezas de ganado mientras duermen, pero se sabe que también se alimenta de sangre humana. Los vampiros chupan la sangre de sus víctimas durante unos 30 minutos. La cantidad de sangre que extraen no supone un daño para el animal al que atacan, pero sus mordiscos pueden causar infecciones y enfermedades graves.
Los murciélagos vampiros abordan a sus víctimas desde el suelo. Se posan junto a su presa y se aproximan a ella caminando a cuatro patas. A causa de su dieta líquida, los murciélagos tienen pocos dientes, pero los pocos que tienen son afilados como cuchillas. Cada murciélago tiene en su hocico un sensor térmico que le dirige hacia un punto en el que fluye sangre caliente bajo la piel de su víctima. Tras aplicar un mordisco al animal, el murciélago vampiro succiona la sangre con su lengua. Su saliva impide que la sangre se coagule.
Las crías de vampiro no se alimentan de sangre, sino de leche. Se aferran fijamente a sus madres, incluso mientras éstas están volando, y únicamente consumen su leche durante los primeros tres meses de vida aproximadamente.
El murciélago vampiro común habita en las zonas tropicales de México, América Central y Sudamérica.