Perro doméstico: datos imprescindibles sobre el mejor amigo del hombre
Humanos y perros llevan compartiendo la vida desde hace milenios, no está claro como se forjó esta alianza, pero de lo que no hay duda es que han formado una buena sociedad.
Un perro fiel pone su pata en el regazo de un niño enfermo que lleva flores. Reproducción de un cuadro según B. Riviere.
Este artículo se publicó el 5 de septiembre del 2010 y ha sido actualizado el 11 de septiembre de 2024.
- Nombre común: Perro doméstico
- Nombre científico: Canis familiaris
- Clase: Mamífero
- Nombre colectivo: Jauría
- Vida media en libertad: 12 años
- Tamaño: De 12,7 a 88,9 centímetros a la cruz
- Peso: De 1,36 a 113,4 kilos
- Tamaño relativo comparado con una persona de 1,8 m:
¿Qué es un perro doméstico?
El perro fue probablemente el primer animal en ser domesticado. Y ha acompañado al ser humano durante unos 10 000 años. Algunos científicos afirman que todos los perros, tanto domésticos como salvajes, tienen un antepasado común en el pequeño lobo del sudeste asiático, pero no hay consenso científico ni en sus ancestros ni como se produjo exactamente una alianza milenaria entre humanos y cánidos.
Hoy en día, los hombres han cruzado cientos de razas de perros domésticos, algunas de las cuales jamás podrían sobrevivir en libertad. Pese a la gran diversidad de razas, formas y tamaños, todos los perros domésticos, ya sean labradores, pastores alemanes, caniches o chihuahuas son miembros de la misma especie: Canis lupus familiaris. Este nombre interpreta que son una subespecie del lobo (Canis lupus) y por eso para algunos autores son una especie en si misma denominada Canis familiaris. Aunque su forma de vida sea doméstica, están emparentados con los lobos, los chacales -con los que pueden tener descendencia fértil- y zorros, cuyo cruce es más raro.
Los perros domésticos aún comparten muchos patrones de conducta con sus parientes salvajes. Tanto unos como otros defienden sus territorios y los marcan orinando en árboles, piedras, vallas y otros lugares apropiados. Estas señales informan a otros perros de que ese territorio está ocupado por otro animal. Muchos perros también entierran huesos o sus juguetes favoritos con la intención de guardarlos para el futuro, del mismo modo que sus parientes salvajes a veces entierran sus presas muertas para asegurarse un banquete más adelante.
Muchos perros domésticos se tienen como mascotas, aunque muchas razas son capaces de sobrevivir por su cuenta, ya sea en un bosque o en las calles de una ciudad. Un tercio de los hogares a nivel mundial tiene un perro, según un estudio de consumo de 2016.
Comunicación intraespecie e interespecie
Los perros se comunican entre sí de distintas maneras. Una de ellas es dejar rastros de olor, otra son los gestos físicos. La postura corporal, el modo de moverse y la expresión de la cara a menudo expresan mensajes directos. Muchas de estas señales son reconocibles incluso para los humanos, que sabemos que un perro está contento cuando mueve la cola alegremente en círculos o que está enfadado o se siente amenazado cuando enseña los dientes. Vocalmente, los perros se comunican mediante una cacofonía de sonidos que incluye ladridos, gruñidos y aullidos.
Además, muchos estudios han demostrado que los perros pueden entender a los humanos incluso sin haber sido adiestrados para ello. Además, han adaptado su lenguaje para comunicarnos cosas, incluso con intereses propios.
Es esta capacidad de comunicación bidireccional -ellos nos emiten mensajes que nosotros entendemos y viceversa- es una de las claves para una evolución tan larga y próspera entre humanos y perros.
"El mejor amigo del hombre", por méritos propios
Hace tiempo que se dice que el perro es el mejor amigo del hombre. Es una valoración que suele basarse en el comportamiento del perro: su lealtad, amor y afán de complacer. Dueños de mascotas como Sharon Reid, de Grand Rapids, Michigan (Estados Unidos), dice haber experimentado esa devoción de primera mano: "Tras la muerte de mi marido, mi perro fue la constante más fiable en mi vida para ayudarme a superar los difíciles meses que siguieron".
Entre los beneficios para la salud más ampliamente comprendidos y aceptados de la tenencia de animales de compañía está que éstos proporcionan mejores estrategias para afrontar el estrés, pueden fomentar una mayor empatía y compasión, y que su compañía "puede proteger a las personas de los estragos de la soledad", afirma Alan Beck, profesor de ecología animal y director del Centro para el Vínculo Humano-Animal de la Universidad Purdue de Indiana (Estados Unidos).
Estos beneficios se reflejan en una encuesta reciente de la Asociación Americana de Psiquiatría, que reveló que el 86% de los propietarios sienten que sus mascotas tienen un impacto mayoritariamente positivo en su salud mental; y que alrededor del 90% considera al animal como un miembro más de la familia.
Pero los perros domésticos no sólo sirven de compañía, muchos también se ganan el sustento trabajando duro. Los perros cuidan rebaños, ayudan a los cazadores, guardan viviendas y realizan tareas policiales y de rescate. Incluso algunos de ellos, especialmente entrenados, sirven de guía a los invidentes; un conmovedor símbolo del antiguo papel del perro como el mejor amigo del hombre.
(Relacionado: Sí, los perros 'captan' las emociones de sus dueños)
Además, pese a los milenios de convivencia, perros y humanos siguen viendo nuevas vías de colaboración (casi siempre en favor de los humanos). Desde ayuda para detectar enfermedades hasta ayudar en batallas medioambientales.
Esta alianza sigue evolucionando y a medida que van cambiando las sociedades también lo hace la interpretación de nuestro vínculo con ellos. Por eso en algunos países como en Corea se prohibió su consumo como alimento y en España acaba de salir una nueva ley de protección animal que se centra mucho en el trato y estatus legal de nuestros canes.