Los avispones son avispas del género Vespa, cercanas y parecidas a los véspidos. Hay unas 20 especies de avispones. La mayoría se encuentran en las regiones tropicales de Asia, pero también en Europa, África y Norteamérica, donde el avispón europeo fue introducido por los hombres.
Estos insectos construyen sus colmenas masticando fibras de madera y formando una pasta. Su desarrollo, desde que salen del huevo hasta convertirse en adultos, se produce en comunidad, en el enjambre.
Las reinas dominan el enjambre y son las únicas hembras que se reproducen. Las hembras asexuales son obreras que realizan las labores esenciales para la comunidad como construir la colmena, conseguir alimento, proteger el enjambre y alimentar a los avispones jóvenes. Hay pocos machos en la colmena y tienen una única función: fecundar a la reina. Normalmente mueren poco después de completar su labor sexual.
En las regiones de clima frío, los nidos de los avispones son abandonados en invierno, y solamente las reinas jóvenes, y sus huevos, sobreviven escondiéndose en áreas protegidas como las cortezas de los árboles o incluso en casas. Al llegar la primavera, la reina comenzará a construir un nuevo nido y pronto los jóvenes avispones se convertirán en obreras que la sustituirán en las faenas de la nueva colmena, dejando a la reina que se ocupe únicamente de reproducirse. Como resultado, habrá más obreras que expandirán el enjambre y entonces, antes de morir, la reina cederá a una nueva generación de reinas y zánganos la tarea de comenzar un nuevo ciclo.
Estos insectos se alimentan de la savia de los árboles, pero también son hábiles depredadores. Un enjambre de avispones puede eliminar muchas moscas, abejas y otros insectos.
Las obreras defienden la colmena con potentes aguijones. Aunque estos insectos no pican a los humanos a menos que se les provoque, muchas personas son alérgicas a su veneno y pueden tener reacciones graves a las picaduras.
A menudo se les considera una plaga, especialmente cuando anidan cerca de los humanos, porque pueden defender su nido de forma muy agresiva si se sienten amenazados. Aunque muchas personas temen sus picaduras, los avispones suelen llevarse la peor parte de sus encuentros con los hombres cuando sus nidos son destruidos o envenenados. En algunas regiones, como en Alemania, se protege a esta especie para garantizar su función en el ecosistema.