Corazón
5 de septiembre de 2010
El corazón es la sala de máquinas del cuerpo, responsable de bombear la sangre que mantiene la vida a través de una red de vasos de 97.000 kilómetros de longitud. El órgano funciona incesantemente, latiendo 100.000 veces al día, 40 millones de veces al año -registrando en total 3.000 millones de latidos durante una vida media. Suministra constantemente al cuerpo oxígeno y nutrientes, a la vez que retira materia de desecho dañina.
El corazón fetal pasa por varias etapas diferentes dentro del útero, primero parece el corazón de un pez, después el de una rana, que tiene dos cavidades, a continuación el de una serpiente, con tres, antes de adoptar finalmente la estructura de cuatro cavidades del corazón humano.
Con un tamaño aproximado del puño cerrado de su propietario, el órgano se encuentra en medio del pecho, detrás del esternón y entre los pulmones, en una cavidad humedecida que está protegida a su alrededor por la caja torácica. Está formado por un tipo de músculo especial (músculo cardíaco) que funciona de modo involuntario, de forma que no tenemos que preocuparnos de ello. El corazón se acelera o ralentiza automáticamente en respuesta a las señales nerviosas del cerebro que le indica cuánto esfuerzo debe realizar el cuerpo. Normalmente el corazón se contrae y relaja entre 70 y 80 veces por minuto, y cada latido llena las cuatro cavidades interiores con un nuevo flujo de sangre.
Estas cavidades forman dos bombas independientes a cada lado del corazón, que están divididas por un tabique muscular denominado septo. La cavidad superior a cada lado se llama aurícula. Está conectada a través de una válvula de cierre con la cavidad inferior más grande y potente, o ventrículo. El ventrículo izquierdo bombea con más fuerza, siendo ese el motivo por el que el latido de una persona se siente más en el lado izquierdo del pecho.
Cuando el corazón se contrae, las cavidades disminuyen de tamaño, haciendo que la sangre salga primero de la aurícula y entre en los ventrículos, después desde cada ventrículo pasa a un gran vaso sanguíneo conectado a la parte superior del corazón. Estos vasos son las dos arterias principales. Una de ellas, la arteria pulmonar, toma sangre de los pulmones para recibir oxígeno. La otra, la aorta, transporta sangre recién oxigenada al resto del cuerpo. Los vasos que llevan sangre al corazón son las venas. Las dos venas principales que se conectan al corazón se denominan vena cava.
Suministro de sangre
Como el corazón se encuentra en el centro del sistema de suministro de sangre, también es central para la vida. La sangre transporta el oxígeno de los pulmones a los demás órganos y tejidos y retira dióxido de carbono de los pulmones, donde se expulsa el gas. La sangre también distribuye la nutrición del sistema digestivo y las hormonas de las glándulas. Asimismo, las células del sistema inmunológico viajan por el flujo sanguíneo, buscando infecciones, y la sangre lleva los productos de desecho del cuerpo a los riñones y el hígado para separarlos y desecharlos.
Teniendo en cuenta las innumerables funciones esenciales del corazón, parece adecuado cuidarlo. Sin embargo, las enfermedades cardíacas han aumentado de manera constante en el siglo pasado, especialmente en los países industrializados, debido en gran parte al cambio de dieta y estilo de vida. Se han convertido en la causa principal de fallecimiento de hombres y mujeres en los Estados Unidos, cobrándose casi 700.000 vidas al año, o el 29 por ciento del total anual. En todo el mundo, 7,2 millones de personas mueren de enfermedades cardíacas cada año.