2 de octubre de 2010
Un comportamiento exclusivo de los humanos es que las emociones puedan hacernos llorar. El porqué de este fenómeno es todavía un misterio.
Sin embargo, investigaciones anteriormente realizadas con ratones han demostrado que las lágrimas proporcionan cierta información. Los científicos especulan que esto también podría suceder en humanos.
Aunque es demasiado pronto para saber exactamente lo que pueden transmitir las lágrimas humanas, una de las teorías es que las lágrimas de las mujeres pueden disminuir la excitación sexual de los hombres.
Llorar
En varios experimentos realizados con hombres, los científicos les dieron muestras de lágrimas femeninas para oler y también una muestra de un líquido salino.
Los científicos determinaron que tanto una muestra como la otra carecían de olores que fueran perceptibles para los hombres.
Posteriormente se les mostraron fotografías de distintas mujeres. Los hombres que habían inhalado lágrimas reales mostraron menos apetito sexual que los que habían inhalado el líquido salino. Los ritmos cardíacos, la temperatura de la piel y los niveles de testosterona eran distintos.
Un último experimento que se realizó con una resonancia magnética (MRI) a los cerebros de los hombres que se prestaron al experimento acabó de determinar el resultado. Los hombres que habían inhalados lágrimas reales tenían menos actividad en las partes del cerebro vinculadas a la excitación sexual.
Ni los científicos ni los hombres que se prestaron sabían qué frasco contenía las lágrimas reales y el que contenía el líquido salino.
¿Pueden tener las lágrimas otros efectos a parte del descenso de la actividad sexual?
Es posible que el descenso de la testosterona provocado por el compuesto químico de las lágrimas sea el objetivo de estas para conseguir reducir el deseo sexual de los hombres.
En términos evolutivos las lágrimas tienen un gran valor ya que tienen la capacidad de controlar la agresión de otro animal. Un modo de protección.
El equipo que se encuentra tras el estudio indica que no se trata de un tema de género, sino más bien de la relación dominante- dominado: las personas más dominadas pueden mandar un mensaje a través de sus lágrimas para reducir al dominante.
Hay que indagar más
El siguiente paso del equipo de investigación es estudiar el efecto de las lágrimas masculinas, la de los recién nacidos y las de los ancianos.
El equipo sabe que los efectos que pueden tener las lágrimas no se reducen únicamente al comportamiento sexual.