El Sol está inusualmente tranquilo, ¿se avecina un cambio en la actividad solar?
Los ciclos solares y su actividad son motivo de debate entre los científicos para determinar si nos encontramos ante un nuevo mínimo solar o frente a un pico de actividad sin precedentes.
El Sol está inusualmente tranquilo, ¿estamos ante un nuevo ciclo solar?
Aunque es la razón principal de la vida en la Tierra, el Sol aún oculta grandes misterios que nuestra ciencia no ha logrado comprender. La actividad magnética del Sol oscila de manera continua entre sus mínimos y máximos a lo largo de un ciclo de once años, pero incluso esos ciclos podrían estar cambiando sus patrones.
Desde que comenzó a estudiarse la actividad solar a través de la astronomía moderna, las evidencias de los cambios solares han sido un reto para la ciencia, que ha tratado de estudiar su variación periódica desde que fue detectada por primera vez.
Hace más de una década, un prolongado período de calma en la actividad solar que tuvo lugar en 2009 ya mantuvo a los astrofísicos pegados a sus telescopios a la espera de lo que decidiera hacer el astro rey próximamente y la forma en que el clima terrestre respondería a aquel fenómeno.
El sol presentaba su menor actividad en décadas con la luminosidad más tenue que haya tenido durante un siglo. Este descenso hizo pensar a los científicos sobre la posibilidad del advenimiento de otra Pequeña Edad del Hielo, una ola de frío poco habitual en Europa y Norteamérica, que acaeció desde 1300 a 1850.
El período más gélido de la Pequeña Edad del Hielo, entre 1645 y 1715, se ha vinculado a un profundo descenso de las tormentas solares al que se le conoce como el Mínimo de Maunder.
Galería recomendada: Las tormentas del sistema solar
Durante este lapso, el acceso a Groenlandia se obstruyó por el hielo y los canales de Holanda se congelaron totalmente de forma habitual. Los glaciares de los Alpes engulleron pueblos completos y el hielo oceánico aumentó tanto que el agua dejó de fluir alrededor de Islandia en 1695.
Pero los investigadores temían que sus preocupaciones sobre una nueva ola de frío se malinterpretasen. «Los escépticos del calentamiento global saltarían a la palestra» comentó Mike Lockwood, físico solar de la Universidad de Southampton en Reino Unido. Desde entonces, él y otros investigadores están comprometidos en lo que denominan una «negación preventiva» de que una actividad solar mínima conlleve un enfriamiento global.
Desde hace más de una década, los científicos esperaban un cambio en la actividad solar: nuestro gran astro se acercaba al letargo en su ciclo 24, un período de baja actividad solar llamado mínimo solar. Este período ha sido comparado con el Mínimo de Maunder, el mínimo solar más marcado de la historia.
Tras este período, el pasado mes de octubre de 2021, nuestro astro entraba en un período diferente. Sin embargo, aunque los astrofísicos están de acuerdo en que el nuevo ciclo solar ha comenzado, su intensidad es aún motivo de debate.
Incluso, si el adormecimiento solar marca el principio de una calma prolongada de su actividad, los científicos dicen que los efectos del sol serán nimios en comparación con el impacto climático de los gases invernadero antropogénicos como el dióxido de carbono (CO2).
Hay que tener en cuenta que el CO2 está a un nivel un 50 a 60 por ciento por encima de lo normal, mientras que el declive de la radiación solar está algunas centésimas por debajo del uno por ciento», añade Lockwood. «Creo que esto nos ayuda a mantener la perspectiva».
Aún así, continúa Lockwood, las variaciones de la luminosidad del sol serían más potentes que los cambios de los gases de efecto invernadero en la atmósfera. Por ejemplo, una variación del 50 por ciento en la luminosidad del sol representaría el fin de la vida sobre la tierra.
Este artículo fue publicado el 4 de mayo de 2009 y ha sido actualizado el 4 de abril de 2022.