6 de abril de 2015
Expertos han confirmado lo que parece ser la más elevada temperatura registrada en la Antártida: 17,5 ºC. Las mediciones se realizaron en la base argentina de Esperanza, donde se registró también el anterior récord, de 17,1 ºC, el 24 de abril de 1961. La página web que ha recogido el anunció habla de una «extraordinaria ola de calor», aunque ha tenido lugar durante el final del verano austral, cuando las temperaturas en la Antártida suelen ser bastante elevadas. El récord, sin embargo, tiene todavía que certificarse como tal por la Organización Meteorológica Mundial.
Según Gavin Schmidt, experto del Instituto Goddard de la NASA, no es fácil sacar conclusiones de un único récord; el año pasado, sin ir más lejos, también se registró la temperatura más baja hasta el momento. «Lo importante es la tendencia a largo plazo», afirma, y en cuanto a la Antártida, señala, «los últimos años han sido bastante complejos».
Los océanos se han ido calentando a gran velocidad, absorbiendo gran parte del exceso de calor del planeta. Como resultado, los glaciares de la región que entran en contacto con ellos se han derretido rápidamente, aunque otros, más en el interior, están creciendo.
El problema es especialmente complejo porque el agujero de ozono sigue afectando el clima de la región de una forma que los expertos no terminan de comprender, y la circulación de los vientos y las corrientes sigue siendo un reto para la comunidad científica.