Detectan por primera vez planetas que giran alrededor de las estrellas
24 de septiembre de 2012
Detectan por primera vez planetas que giran alrededor de estrellas similares al Sol en un cúmulo de estrellas. El estudio sugiere que podrían encontrarse más y habla de la posibilidad de que existan mundos en los que las noches estrelladas eclipsarían cualquier otra cosa.
Los dos nuevos planetas, llamados Pr0201-b y Pr0211-b, son «Júpiter calientes», gigantes gaseosos que orbitan muy cerca de su estrella, produciendo temperaturas de miles de grados, por lo que la vida en ellos es imposible.
A unos 550 años luz de distancia, en la constelación de Cáncer, se encuentra el nuevo mundo, el cúmulo conocido como El Pesebre (Beehive Cluster, en inglés), una colección de cerca de mil estrellas jóvenes, por lo que se trata de un objetivo fácil para los astrónomos aficionados.
«Los descubrimientos astronómicos siempre son interesantes, pero en este caso cualquiera puede apuntar con un pequeño telescopio hacia el cúmulo y estar seguro de observar un nuevo mundo», comenta el astrónomo Sam Quinn, director del estudio, que describe el nuevo hallazgo en el último número de la revista The Astrophysical Journal Letters.
Quinn y su equipo detectaron los planetas en El Pesebre midiendo la velocidad de 53 estrellas gracias al telescopio de 1,5 metros del Observatorio Fred Lawrence Whipple de Arizona.
Descubrieron así reveladores temblores consecuencia del llamado efecto Doppler, que tiene lugar cuando la gravedad de un planeta tira de una estrella hacia nosotros o en sentido contrario, haciendo que la luz de ésta cambie entre longitudes de onda más largas y más cortas.
Estas estrellas similares al Sol se parecen en edad y masa a nuestro astro y desprenden energía de forma constante durante miles de millones de años, creando las condiciones adecuadas para la formación de planetas potencialmente habitables.
¿Algo común, a pesar de todo?
¿Por qué no habíamos visto antes planetas girando alrededor de estrellas en un cúmulo? Quizá, simplemente, porque no estábamos mirando bien.
«No estábamos seguros de si podían formarse planetas en cúmulos, por lo que los telescopios no los apuntaban», afirma Quinn, estudiante de doctorado de la Universidad de Georgia.
Añade que es posible que el hallazgo no sea fruto de la casualidad. El Pesebre, al fin y al cabo, es un cúmulo de estrellas normal y corriente, hay miles como ellos en nuestra galaxia.
«Nuestro estudio sugiere que podría ser igual de normal que los planetas estén en cúmulos o orbiten alrededor de una única estrella», señala Quinn, «por lo que creo que a partir de ahora los cazadores de planetas prestarán más atención a los cúmulos».
¿El mayor espectáculo de la Tierra?
Si las órbitas de estos nuevos mundos, completamente normales, son indicativo de algo, es muy posible que los sistemas planetarios en cúmulos de estrellas sean estables. Además, las estrellas no parecen estar tan cerca como para interrumpir las órbitas, según Quinn.
Esta estabilidad hace todavía más probable que estos sistemas basados en cúmulos alberguen planetas rocosos, relativamente pequeños, como la Tierra. Estos mundos podrían atraer vida, y sin duda, a los astrónomos.
«En un planeta cercano al centro de un cúmulo como El Pesebre, habría cientos de estrellas visibles a simple vista», afirma Quinn. Y dada su densidad y proximidad, «docenas de ellas serían varias veces más brillantes que la más brillante de las estrellas en nuestro cielo».
«Sin dudas, las noches serían mucho más luminosas y hermosas para los habitantes de un cúmulo».