¿Dónde está Amelia Earhart? Tres teorías sobre su misterioso final.
No te pierdas el estreno de Expedición Amelia Earhart el domingo a las 22:00, en National Geographic.
25 de julio de 2012
Coincidiendo con el 115 aniversario del nacimiento de Amelia Earhart, celebrado con un Google doodle el martes, llegan noticias de la última expedición que intenta descubrir lo que le sucedió a la aviadora, que desapareció durante un vuelo alrededor del mundo en 1937.
Las noticias no son muy prometedoras: el avión de Earhart sigue desaparecido. Sin embargo, la expedición llamada Niku VII va tras la pista de una de las tres teorías más importantes sobre la desaparición de la aviadora, lo que deja vía libre a futuras búsquedas.
Los organizadores de la expedición creen que Earhart, y su copiloto Fred Noonan, tuvieron que realizar un aterrizaje de emergencia y encallaron en la isla Nikumaroro (ver mapa), al oeste del Océano Pacífico.
El equipo, financiado por el Grupo Internacional para la Recuperación de Aviones Históricos (TIGHAR), se encuentra en estos momentos volviendo a Hawai tras cinco días de búsqueda a través de vídeo y sónar alrededor de Nikumaroro.
En una declaración online, TIGHAR afirmó que se sienten decepcionados por no haber podido realizar un «descubrimiento concluyente», aunque todavía podría haber pruebas entre sus datos.
«¿Ha encontrado la expedición Niku VII el avión de Earhart? Es pronto para saberlo», podía leerse en la última actualización online del grupo.
«No se han detectado restos del avión, pero después de 75 años en el medio submarino de Nikumaroro no resulta sorprendente. Lo que haya sobrevivido será muy difícil de encontrar».
La expedición de TIGHAR, de 2,2 millones de dólares, estuvo inicialmente programada para durar 10 días, «pero problemas con el equipamiento, imputables al difícil medio marino de Nikumaroro», lo redujeron a cinco.
«En su momento no vimos restos de aviones, pero tenemos muchas horas de video y datos del sónar que debemos analizar antes de conocer los resultados definitivos de la expedición», confirmó TIGHAR.
El director comercial Justin Long, de Vancouver, está financiando parte de un proyecto de la Universidad Simon Fraser para conseguir ADN de Earhart y poder compararlo con los restos humanos que podrían descubrirse.
«Teniendo en cuenta el área en la que fue localizada por última vez, no es de extrañar que no hayan encontrado nada en una primera búsqueda. Es como buscar una aguja en un pajar», afirma Long, que no participó en la expedición.
Además, señaló que expediciones anteriores en otras áreas duraron meses y no días, como ésta.
La presidenta de TIGHAR, Pat Thrasher, afirmó a Los Angeles Times que el grupo ya está planeando otro viaje para el próximo año.
Lo que sabemos sobre Amelia Earhart
Lo ocurrido a Earhart es uno de los mayores misterios de la aviación aún sin resolver.
Sabemos que Earhart y Noonan recorrían a bordo del Lockheed Electra de Earhart una ruta de 4.113 kilómetros desde Nueva Guinea (ver mapa) hasta la Isla Howland (ver mapa) en la tercera etapa de su periplo.
La pareja debía aterrizar en la pequeña isla el 2 de julio de 1937, y desde ahí seguir hacia Hawai y California.
El guardacostas estadounidense Itasca se encontraba en Howland para asistir a Earhart ofreciéndole comunicaciones por radio, pero debido a problemas técnicos, la comunicación terminó cortándose.
Según los registros por radio de Itasca, Earhart indicó que se encontraban cerca de la isla pero no podían verla, y que se estaban quedando sin combustible. El Electra nunca llegó a la isla.
La búsqueda que siguió a la desaparición incluyó más de 3.000 personas, diez barcos y al menos 65 aviones, sin resultado. La versión oficial de Estados Unidos es que Earhart y Noonan se quedaron sin combustible y se estrellaron en el Océano Pacífico.
Teoría nº1: naúfragos en Nikumaroro
Según el director ejecutivo de TIGHAR, Richard Gillespie, después de comunicar que apenas tenían combustible, Earhart empezó a buscar la isla Howland. Erróneamente se dirigió hacia el suroeste, supuestamente porque sabía que las islas Fénix, zona de aterrizaje alternativo, se encontraban a unos 560 kilómetros en esa dirección.
En su estudio sobre esta primera teoría, TIGHAR ha sacado a la luz el registro de un accidente de avión anterior a 1939 en Nikumaroro, con dos náufragos, un hombre y una mujer, que encajaban con la descripción de Earhart y Noonan.
TIGHAR ha visitado la isla en múltiples ocasiones para recoger pruebas. En 2003, por ejemplo, el equipo acudió para analizar los restos que un biólogo marino detectó en un arrecife de coral, pero una tormenta se los llevó antes de que llegaran.
«Sin embargo, en nuestras expediciones descubrimos tres artefactos más del mismo tipo que una pieza de avión que hallamos en nuestro primer viaje al lugar en 1989, un artefacto interior que protegía los cables», informó Gillespie a National Geographic News en 2003.
Estas piezas son comunes en los aviones civiles, pero no militares, por lo que es posible que proviniera del Electra.
Sin embargo, según Gillespie, estas piezas se consideran parte de la cabina del avión y no aparecen en los dibujos del Electra. Además, ninguno de los Electra que forman parte de colecciones de diversos museos tienen estas piezas originales.
En 2010 TIGHAR descubrió un hueso en Nikumaroro que podía pertenecer a un dedo humano; sin embargo, investigadores de la Universidad de Oklahoma confirmaron después que no podían determinar si pertenecía a la aviadora.
TIGHAR también está tratando de localizar 13 huesos supuestamente humanos que fueron encontrados en la isla en 1940 pero que desaparecieron tras ser enviados a Fiji.
A principios de año, un informe de TIGHAR reveló que los investigadores habían encontrado en Nikumaroro fragmentos de envases de productos para la piel de esa época, incluyendo un corrector para pecas, que podían haber pertenecido a Earhart. Se espera la publicación de un informe completo para el mes de octubre.
Por último, antes de que se acortara su misión de julio de 2012, TIGHAR estaba analizando la zona alrededor de Nikumaroro para investigar la teoría de que una fotografía tomada por un miembro del servicio colonial británico tres meses después de la desaparición de Earhart habría captado sin querer componentes del tren de aterrizaje del avión.
Teoría nº 2: se estrellaron cerca de su destino
Hace aproximadamente diez años, Nauticos, una empresa de Maryland (Estados Unidos) que realiza búsquedas submarinas, trató de localizar el avión de Earhart donde creen que se estrelló: en el Océano Pacífico, cerca de la isla Howland.
David Jourdan, presidente de Nauticos, afirmó en 2003 que al estudiar factores como las transmisiones de radio y el combustible del Electra, su equipo ha delimitado el área del océano en el que creen que se encuentran los restos del avión.
«Creemos firmemente que se encuentra en la zona en la que estamos buscando», señaló Jourdan. «Por supuesto, no podemos asegurarlo, porque podría estar en el extremo exterior, pero estamos convencidos de que está cerca».
En marzo y abril de 2002, la empresa empleó un sonar de alta tecnología para buscar en un área de 1.630 kilómetros cuadrados cerca de Howland. No encontraron el avión entonces ni en la posterior expedición de 2006.
Teoría nº 3: teoría de la conspiración
Una tercera teoría afirma que Earhart y Noonan, al no poder (o no querer) encontrar la isla Howland, se dirigieron al norte hacia las Islas Marshall (ver mapa), controladas por los japoneses, donde fueron tomados como rehenes, posiblemente como espías norteamericanos.
Algunos creen que finalmente fueron asesinados, y otros que Earhart, y quizá también Noonan, volvieron a Estados Unidos con nombres falsos. Según esta teoría, Earhart se hizo llamar Irene Craigmile, y tras casarse con Guy Bolam, se convirtió en Irene Bolam, que murió en Nueva Jersey en 1982.
«De no poder encontrar Howland, el plan B era cortar toda comunicación y dirigirse a las Islas Marshall, abandonando ahí el avión», defendió en 2003 Rollin C. Reineck, coronel retirado de la Fuerza Aérea de Estados Unidos que vive en Kailua, Hawai.
Reineck es el autor de un libro, Amelia Earhart Survived (Amelia Earhart sobrevivió), en el que afirma que Earhart abandonó el avión en las Islas Marshall y volvió a Estados Unidos bajo un nombre falso por razones de seguridad.
En su opinión, el gobierno de Estados Unidos lo habría permitido para rescatar a Earhart y al mismo tiempo realizar un reconocimiento antes de la guerra con los japoneses.
«Sin embargo, el plan no salió bien, como ocurre muchas veces», señala Reineck. Earhart comunicó por radio que se dirigía al norte, el mensaje fue interceptado y los japoneses la retuvieron como rehén.
Según Reineck, todo se mantuvo en secreto porque los norteamericanos no habrían tolerado que el gobierno pusiera en peligro a su querida Earhart.
El ex coronel señala además que unos análisis han concluido que varias fotografías de Irene Bolam, su caligrafía y otras pruebas forenses indican su conexión con Amelia Earhart.
La interpretación de Reineck, sin embargo, no cuenta con muchos apoyos, aunque hasta que no se recuperen sus restos en el Pacífico, el misterio de su desaparición seguirá dando pie a todo tipo de especulaciones.
Como señaló Ronald Reuther, naturalista y admirador de Amelia Earhart, a National Geographic News en 2003, «todavía hay documentos del gobierno de Estados Unidos relacionados con Earhart y su desaparición que se mantienen en secreto. ¿Por qué?».