Este misterioso mono amazónico ha sido visto vivo por primera vez en 80 años
Esta peluda criatura, el saki de cara desnuda, fue vista por primera vez en la década de 1930, pero ha sido bastante escurridizo desde entonces.
Si alguien podía encontrar a este escurridizo primate con patas de vivos colores, solo podía ser Laura Marsh. Ella es la directora del Instituto de Conservación Global y una de las principales expertas en el mundo en monos saki, una especie del Nuevo Mundo que se puede encontrar en todo el Amazonas y en algunas partes de Sudamérica.
En 2014, Marsh identificó cinco nuevas y esquivas especies de sakis, también conocidos como «monos voladores», que vivían en la región. A principios de este verano, se propuso encontrar una especie en particular. El saki de cara desnuda de Vanzolini, nombrado por el zoólogo brasileño Paulo Vanzolini (su nombre científico es Pithecia vanzolinii). El mono no había sido visto vivo en 80 años.
Para encontrar al mono perdido, Marsh y un equipo de científicos, fotógrafos, conservacionistas y guías locales partieron en una expedición de cuatro meses de duración en una parte poco explorada de la Amazonia occidental. Zarparon en una pequeña casa-barco de dos pisos y navegaron por el río Eiru, cerca de la frontera entre Perú y Brasil.
El equipo tenía la intención de documentar y explorar la biodiversidad del paisaje, pero la misión principal era encontrar al saki de cara desnuda. Cuando Marsh vio por primera vez al mono después de años de espera, se echó a llorar.
«Fue fantástico», dijo a National Geographic en una entrevista telefónica. «Estaba temblando y tan emocionada que apenas me sentía capaz de sacar una foto».
Marsh ha pasado años investigando la estructura taxonómica del grupo Pithecia de monos saki, pero hasta ahora carecía de pruebas fotográficas del primate que, según ella, se distingue de otras especies por su singular apariencia física. La primera descripción del saki de Vanzolini data de 1936, cuando el naturalista ecuatoriano Alfonso Ollala partió en una expedición por la zona. Fueron vistos de nuevo en 1956, durante una expedición que recogió especímenes muertos.
La región en sí está poco estudiada. En las profundidades de la Amazonia, las investigaciones zoológicas son difíciles y caras.
Los miembros de la expedición, que se autodenominaban el equipo de la casa-barco del Amazonas, trabajaron duramente con los lugareños para navegar por la región y encontrar los monos. La periodista Christina Selby acompañó al equipo durante la expedición por el río y escribió sobre el viaje para la publicación medioambiental bioGraphic y Mongabay. Al cuarto día, escribió, el barco navegaba en silencio a través del río cuando vio al mono fácilmente distinguible correteando entre los árboles.
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Los sakis de cara desnuda carecen de colas prensiles de otras especies de monos que les permiten columpiarse fácilmente a través de los árboles. Marsh describe a los sakis con una apariencia más cercana a la de los gatos, corriendo a cuatro patas entre ramas delgadas. Cerca de los pueblos donde son cazados, miran tímidamente entre la fregona que tienen por pelo a los visitantes, pero en regiones más remotas, incluso se acercan a la gente que navega por el río.
El equipo de investigación ha descubierto que los sakis de cara desnuda habitan por toda la cuenca hidrográfica. Finalmente, Marsh determinará el estado demográfico del mono para su clasificación en la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Dicha organización realiza un seguimiento de las poblaciones de animales y crea conciencia acerca de las amenazas a las que se enfrentan las especies en peligro de extinción.