Descubierta nueva especie de rana arborícola Scinax en una carretera abandonada
Según un estudio, este nuevo anfibio moteado podría encontrarse ya en peligro de extinción.
Un equipo de científicos ha descubierto una nueva especie de rana arborícola en un lugar muy inusual: en un tramo de una carretera abandonada en Brasil.
Cuando los herpetólogos escucharon por primera vez las vocalizaciones de las ranas macho en la selva amazónica, sospecharon que el sonido desconocido procedía de una especie totalmente nueva para la ciencia. Más adelante, Rafael de Fraga, herpetólogo del Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonía, y sus colegas confirmaron esta hipótesis a través de análisis genéticos.
El equipo nombró a la especie Scinax onca, o rana arborícora «jaguar», debido a su piel moteada y a la prevalencia de grandes felinos en la zona.
«Durante las expediciones de muestreo también tuvimos la suerte de ver varios jaguares», dijo de Fraga, que dijo que los avistamientos inquietaron a algunos miembros del equipo.
Sin embargo, también afirmó que «la carretera es sin duda más peligrosa que los jaguares [porque] ha muerto mucha gente en accidentes de coche o por la caída de puentes».
La rana recién descubierta es la vigesimoséptima especie de Scinax —un género de anfibios anuros de la familia Hylidae— que vive en la cuenca del Amazonas. Existen más de 800 especies de ranas arborícolas en el mundo.
La confluencia de los ríos Purús y Madeira en la zona habitada por la ranita es «muy especial desde un punto de vista biológico», explicó de Fraga. Eso se debe a que alberga una gran diversidad de especies, entre ellas su pariente Scinax iquitorum.
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¿Un hallazgo fugaz?
Por ahora, no se sabe mucho de la criatura recién identificada, descrita en un estudio reciente en la revista Zookeys.
La rana de ojos naranjas mide menos de 5 centímetros y tiene una ingle blanca, con manchas negras. También presenta dimorfismo sexual, lo que significa que las ranas hembra son más grandes que los machos.
De Fraga dice que las vocalizaciones chirriantes que emiten las ranas suenan como una sierra, y el canto de apareamiento del macho dura un poco más de 100 milisegundos.
«[El descubrimiento] no es una gran sorpresa, pero es indicativo de una especie de esfuerzo en Brasil por entender el medio ambiente», afirma Darrel Frost, conservador emérito del Museo Americano de Historia Natural que no participó en el estudio.
Aunque se descubre una nueva especie en el Amazonas cada dos días, muchas especies se extinguen antes de ser identificadas. Los anfibios en particular desaparecen a ritmos alarmantes, debido a factores como el hongo quítrido de los anfibios y la deforestación.
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De Fraga sospecha que la rana está en peligro de extinción y que se encuentra amenazada por los planes de recuperación de esa carretera abandonada, que probablemente provocará la destrucción del hábitat de varias especies.
«No nos oponemos totalmente a la recuperación de la carretera, porque muchos lugareños viven aislados de recursos básicos, como los hospitales», afirma de Fraga.
«Pero es bastante inquietante ver cómo la región se convierte en una zona urbana sin preocupación alguna por la biodiversidad que se pierde».
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