Este nuevo dinosaurio podría haber tenido plumas con los colores del arcoíris
Este animal del tamaño de un pato descubierto en China tenía un plumaje iridiscente por la cabeza y el pecho.
Este nuevo dinosaurio descubierto en China tenía plumas que podrían haber brillado con los colores del arcoíris.
Basándose en sus restos bien conservados, el equipo de científicos responsable del análisis afirma que la cabeza y el pecho del dinosaurio podrían haber estado cubiertos de plumas iridiscentes parecidas a las de los colibríes modernos. La llamativa exhibición de plumaje podría haber servido de indicador social o sexual, como las plumas de la cola de los pavos reales. El dinosaurio también tiene un cuerpo de ave, incluido el tipo de plumas necesarias para volar, pero tenía una cabeza crestada que se parece más a la de un Velociraptor.
Teniendo en cuenta estos rasgos, el animal ha sido bautizado como Caihong juji —que en mandarín significa «arcoíris con gran cresta»— según informó el equipo ayer en la revista Nature Communications.
El Caihong vivía en bosques y podría haber planeado de árbol en árbol, cazando pequeños mamíferos y lagartos, según el coautor del estudio Xing Xu, paleontólogo de la Academia China de las Ciencias. Cuando vivía, el carnívoro del tamaño de un pato habría pesado aproximadamente 450 gramos.
«Me sorprendieron sus plumas maravillosamente conservadas, aunque había visto muchos fósiles de dinosaurios con plumas antes», añade Xu.
Un arcoíris en la oscuridad
Las aves —los últimos dinosaurios vivos— usan las plumas para volar, pero estas también las ayudan a cortejar a posibles parejas o a competir por una posición social. Los fósiles de dinosaurio sugieren que las plumas evolucionaron originalmente para su exhibición, y más tarde adoptaron los rasgos necesarios para el vuelo.
Al igual que las aves modernas y primitivas, los dinosaurios probablemente tenían visión en color y la aprovechaban con exhibiciones de plumas impresionantes. En casos excepcionales, los científicos pueden revelar los colores originales de las plumas de dinosaurio si encuentran los vestigios de sacos de pigmentos, denominados melanosomas, dentro de las plumas fosilizadas.
Yang Jan, un agricultor local, descubrió el fósil del Caihong en la provincia de Hebei, al noreste de China. En febrero de 2014, el Museo de Paleontología de Liaoning compró el fósil a Jan.
Cuando un equipo científico dirigido por Dongyu Hu, paleontólogo de la Universidad Normal de Shenyang, examinó el fósil, descubrieron que sus restos bien preservados contenían restos de pigmentos de sus plumas. El equipo tomó muestras de 66 puntos del fósil, comparando los melanosomas que observaron con melanosomas de plumas de aves modernas.
En la cabeza, el pecho y partes de la cola del Caihong, los investigadores observaron melanosomas largos, planos y organizados en láminas. Estos patrones encajan mejor con los melanosomas de las plumas iridiscentes de la garganta de los colibríes.
En los colibríes, estructuras similares dividen la luz como un prisma, creando un brillo metálico que modifica el color dependiendo del ángulo de visión. El equipo no fue capaz de reconstruir los colores exactos de las plumas del dinosaurio, pero sospechan que los pigmentos que observaron daban al Caihong un destello de arcoíris.
Los paleontólogos han observado este brillo en dinosaurios con anterioridad. En 2012, se descubrieron pruebas de que el dinosaurio con plumas Microraptor tenía un brillo azul al sol, como los cuervos y los zanates modernos. Sin embargo, a diferencia del Caihong, el Microraptor era iridiscente por todo el cuerpo, y es mucho más joven: el Microraptor vivió 40 millones de años más tarde que el Caihong.
«Cuando ponemos estos datos en el árbol evolutivo, reconocemos dos formas diferentes de crear color iridiscente en pequeños dinosaurios raptores antes del origen de las aves», afirma Julia Clarke, paleontóloga de la Universidad de Texas en Austin y coautora de los estudios sobre el Caihong y el Microraptor.
Más que un espectáculo de luces
El Caihong podría no haber usado sus plumas simplemente para exhibirse, según el paleontólogo de la Universidad de Edimburgo Steve Brusatte, que revisó el estudio antes de su publicación.
«Su plumaje era un brillante arcoíris de colores... pero no acababa ahí», afirma. «También tenía una cresta ósea funky que sobresalía frente a sus ojos, probablemente una estructura de exhibición».
Además, Xu afirma que la cola del Caihong tenía plumas asimétricas, y sus bordes cortos y rígidos habrían soportado la carga aerodinámica del vuelo. Ahora el Caihong es el animal más antiguo conocido que posee esta adaptación fundamental. El emblemático dinosaurio Archaeopteryx, parecido a un ave, también tenía plumas asimétricas, pero vivió 10 millones de años después.
Respecto al Caihong, «¿quién sabe cuáles eran las funciones de esta cola grande y ancha?», afirma el explorador de National Geographic Ryan Carney, biólogo de la Universidad de Florida que estudia al Archaeopteryx. «Quizá era una especie de fondo oscuro para aportar contraste contra las plumas iridiscentes de la cabeza cuando las exhibía».
Clarke, experto en el origen de las aves, dice que los investigadores tampoco pueden estar seguros de cómo usaba el Caihong sus plumas iridiscentes, o si los machos y las hembras de la especie tenían un plumaje diferente. Para eso, los paleontólogos solo pueden esperar más estudios sobre el nuevo fósil y quizá más huesos del Caihong y otros dinosaurios con plumas.
«Cuantos más dinosaurios con plumas encontremos, más sabremos sobre cuánto se parecían a las aves», añade Brusatte. «Debemos pensar en estos animales como en pájaros. Si hubiéramos estado vivos entonces, los habríamos considerado pájaros».