Una foto viral genera debate sobre la anatomía de las ardillas
Hay cosas que hay que ver para creer, como esta rara ardilla que se ha hecho viral en Twitter en Japón. Esto es lo que opinan los expertos.
Una persona que visitaba el Parque Zoológico de Inokashira, a las afueras de Tokio, fotografió algo inusual a principios de mes: una ardilla con las que parecen ser grandes glándulas mamarias. Pechos, por así decirlo.
La foto, subida a Twitter a principios de mes, se ha compartido más de 47.000 veces y ha recibido más de 141.000 me gustas.
Pero ¿qué ocurre en la foto exactamente?
Según Jessica Haines, ecóloga de la Universidad MacEwan en Edmonton, Canadá, no es lo que parece. Resulta que las ardillas «tienen pezones que ocupan todo el pecho», explica Haines, que investiga las ardillas rojas en Alberta. En otras palabras, no están centrados en la región pectoral, como en los humanos.
No tienen por qué. La cantidad de glándulas mamarias difiere entre especies, pero pueden llegar a diez en ardillas.
Y para quienes que creen que la ardilla —que parece ser una hembra— podría estar lactando, Haines también ha descartado esa hipótesis. Esto se debe a que, cuando las ardillas amamantan a sus crías, sus pezones se alargan y la piel a su alrededor pierde su pelo, de ahí que una hembra lactante sea reconocible.
Los científicos que estudian a las ardillas «estamos tan entrenados que podemos ver pezones grandes a simple vista cuando una ardilla se encuentra a 10 o 12 metros en lo alto de un árbol», afirma Ben Dantzer, biólogo de la Universidad de Míchigan.
Dantzer supone que lo más probable es que en esta foto se produzca una combinación de una pose inusual mezclada con un exceso de grasa. Pero esto también resulta extraño, ya que las ardillas arborícolas, como esta especie, no engordan en la naturaleza.
En lugar de almacenar grasa en el cuerpo, las ardillas ocultan sus semillas y frutos secos —y las calorías que contienen— bajo tierra o en grietas de árboles.
«Sospecho que esta ardilla, simplemente mirando la foto, vivirá cerca de humanos y come mucha comida basura y grasa», afirma Dantzer.
Aunque parece un poco infantil centrar tanta atención en el pecho de una ardilla, la fotografía viral podría ser una oportunidad de celebrar las muchas estrategias que han desarrollado los mamíferos para alimentar a sus crías.
Las hembras humanas tienen dos glándulas mamarias ubicadas en los pectorales, como ya sabemos. Pero ¿sabías que los elefantes, los damanes y los manatíes también alimentan desde ahí a sus crías?
Otros mamíferos tienen las glándulas mamarias en una parte más inferior del vientre, como los perros, los gatos y los caballos. Las vacas también tienen glándulas mamarias cerca de la pelvis, pero cada una de sus cuatro glándulas individuales se ha fusionado en una sola estructura denominada ubre.
«Cada cuarto tiene su propio pezón y sistema ductal, completamente separado del resto de cuartos», afirma Amy Skibiel, fisióloga de lactancia de la Universidad de Idaho.
Lo creas o no, algunas especies de murciélagos parecen disfrutar de lo mejor de ambos mundos, con pezones pectorales y pélvicos. Sin embargo, solo el par superior produce leche. Los inferiores se denominan pezones falsos y en realidad sirven para que las crías de murciélago se aferren a ellos mientras su madre vuela.
Y luego están los monotremas, como los ornitorrincos y los equidnas. Estos carecen de pezones. «Los monotremas poseen una aureola, una especie de parche mamario», explica Skibiel. «La leche rezuma hacia el parche, donde la cría la bebe a lengüetazos».
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.