Delfines y ballenas militares: ¿qué hacen y quién los usa?

A pesar de nuestra tecnología avanzada, nada supera la capacidad de detección de los mamíferos marinos.

Por Jane J. Lee
Publicado 6 may 2019, 13:34 CEST
Delfín
Un delfín de nariz de botella llamado K-Dog salta del agua durante un ejercicio de formación de la Armada estadounidense en el golfo Pérsico.
Fotografía de Petty Officer First Class Brian Aho, U.S. Navy

Cuando una beluga se acercó a un barco de pesca cerca de una pequeña localidad noruega en abril, suscitó sospechas. La beluga, que se acercaba a los barcos y tiraba de cuerdas, según informa The Guardian, llevaba un arnés. El arnés parecía estar equipado para transportar una cámara y en su interior figuraba la inscripción «Equipo de San Petersburgo».

Los expertos marinos han sugerido que la ballena formaba parte de un programa militar ruso que entrena a cetáceos en operaciones militares. Quizá suene raro, pero no es inaudito.

En 2017, la televisión estatal rusa informó de que Rusia estaba experimentando con belugas, delfines nariz de botella y varias especies de foca para proteger las entradas de sus bases navales, ayudar a buzos y posiblemente matar a extraños que entraran en su territorio. Sin embargo, las belugas se descartaron cuando se observó que enfermaban tras nadar demasiado tiempo en aguas polares frías.

Y cuando los rusos invadieron Crimea en 2014, tomó el control de unidad militar ucraniana compuesta por delfines nariz de botella, según los medios.

Emplear mamíferos marinos con propósitos militares no se limita a Rusia; el ejército de Estados Unidos ha tenido un programa similar desde los años 60. La capacidad de detección de estos animales en aguas profundas o turbias es algo que la tecnología aún no puede imitar, pero que es valioso para el ejército.

Según RIA Novosti, los «delfines de combate» de Sebastopol están entrenados para buscar y etiquetar minas submarinas o buzos y nadadores indeseados que intentan acceder a cursos de agua restringidos.

La Armada estadounidense entrena a sus mamíferos marinos —como lobos marinos de California y delfines nariz de botella— para que detecten y recuperen equipos perdidos en el mar e identifiquen intrusos que naden en áreas restringidas. También se usan delfines para detectar minas submarinas, enterradas en el lecho marino o flotando de un ancla.

Una beluga
Una beluga de la Armada estadounidense marca un objetivo de entrenamiento.
Fotografía de Petty Officer First Class Brian Aho, U.S. Navy

Mejores que las máquinas

«[Los delfines nariz de botella] son mejores que cualquier máquina a la hora de detectar minas», afirma Paul Nachtigall, director del programa de investigación de mamíferos marinos en la Universidad de Hawái en Kane'ohe Bay. También pueden hacerlo mucho más rápido que una máquina.

Según Nachtigall, los delfines pueden ser especialmente eficaces cerca de la orilla, donde las olas y el tráfico marino generan mucho ruido. Los sistemas mecánicos pueden verse sobrepasados por tantas señales, pero los delfines no.

Explica que esto se debe a que su sónar está muy avanzado. Los delfines, y parientes como las orcas, emiten una serie de sonidos que rebotan en los objetos del entorno que los rodea. Los mamíferos captan los ecos que vuelven y se forman una imagen acústica de su entorno, una capacidad conocida como ecolocalización.

Los experimentos llevados a cabo por Nachtigall a mediados de los 90 con un delfín nariz de botella residente llamado BJ demostraron esta capacidad sensitiva. Nachtigall pidió a BJ que distinguiera entre cilindros de metal hechos de acero inoxidable, latón o aluminio. Aunque enterró los objetos de 10 centímetros de largo bajo 60 centímetros de lodo, BJ superó la prueba con creces.

Según Nachtigall, los investigadores aún desconocen cómo hacen esto los delfines. Pero es un tema que ha captado la atención de científicos militares y civiles durante décadas.

Fuera de lugar

Aunque los lobos marinos de California no poseen capacidades de sónar, sí tienen una vista excepcional. «Se les da muy bien encontrar cosas que están fuera de lugar», como equipo perdido, afirma Nachtigall.

La Armada estadounidense los usa para encontrar y recuperar munición de prueba desarmada, como minas de práctica. Los encargados dan a un lobo marino un sistema de fijación que pueden llevar en la boca y mandan al mamífero al agua. Cuando el animal encuentra su objetivo, fija el dispositivo y los encargados del barco pueden sacar el objeto a la superficie.

En una demostración en 2011 en la bahía de San Diego, California, un exmarine de las fuerzas especiales de Estados Unidos intentó infiltrarse en el puerto llevando una mina desarmada. La Armada envió delfines y lobos marinos a patrullar la zona y ambos detectaron al buzo en sus cinco intentos. El lobo marino logró fijar una pinza a la pierna del buzo y las personas que lo manejaban en la superficie lo sacaron como si fuera un pez.

Según Nachtigall, tanto los lobos marinos de California como los delfines nariz de botella son relativamente resistentes, inteligentes y muy «entrenables». Los lobos marinos también tienen la ventaja de ser capaces de estar en tierra y mar. Por eso la Armada prefirió usarlos a ellos en lugar de otros mamíferos marinos como falsas orca o belugas, una posibilidad que también habían contemplado.

Este artículo se publicó originalmente el 29 de marzo de 2014. Se actualizó el 3 de mayo de 2019 para incluir información sobre la beluga de Noruega.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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