Así son las salpas, los extraños invertebrados que abarrotan nuestras costas
La época estival se acerca y, como ha ocurrido con centenares de estas extrañas criaturas gelatinosas, dan comienzo las plagas de seres vivos que se llegan hasta nuestras costas.
Confundidos con plásticos o medusas, estos pequeños seres vivos casi transparentes han plagado las costas de Málaga, Almería y Granada, revolucionado a los bañistas que desconocían a estos pequeños invertebrados autóctonos.
Llamados “zapaticos” por los lugareños del litoral granadino, el repentino aumento de las salpas que han aparecido a las orillas de nuestras playas se debe al incremento de la presencia de plancton. Translúcidas, algo brillantes y unidas formando largas líneas que se mueven arrastradas por las corrientes, las salpas son en realidad un animalito inofensivo.
Pero antes de que los expertos lo advirtieran, las redes sociales ya se habían inundado de este desconocido amigo. “Desde hace unos días han sido arrastradas a la orilla en la parte más oriental de nuestras costas las llamadas salpas o cinturón de Venus (del grupo de los Tunicados) y, aunque parezcan medusas, no lo son”, afirma Javier Ortiz Duarte en un comunicado a través de facebook del Aula del Mar de Málaga.
La salpa, una de las criaturas más desconocidas de nuestros océanos, drena agua como en pequeños latidos a través de su gelatinoso cuerpo para moverse y, a la vez, capturar su alimento. “Se desplazan por contracción bombeando agua a través de su cuerpo. Tienen el cuerpo trasparente a excepción de su aparato digestivo que tiene un tono anaranjado”, afirma Javier Ortiz. Esta aglomeración tan masiva no es algo frecuente, pero los expertos afirman que se debe al aumento de plancton ante la subida de la temperatura del agua como consecuencia del cambio climático.
Ante la abundancia de fitoplancton, este invertebrado hermafrodita responde produciendo rápidos clones que crecen a un ritmo que se considera probablemente el más rápido entre los organismos multicelulares.
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Completamente inofensivos, estas largas hileras de organismos transparentes tienen una función vital: sus gigantescas colonias son capaces de absorber una gran cantidad de CO2 y filtrarlo en el mar, contribuyendo al ciclo de carbono oceánico, lo que juega un papel importante ante el cambio climático.
“No tienen ningún peligro, al contrario, hacen una estupenda función porque pueden absorber, estimadamente, unas 4000 toneladas de CO2 al día para sedimentarlo en los fondos marinos”, declara el experto.
Mareas naranjas de algas y menos medusas
El pasado verano, el Aula del Mar también informó de la inocuidad de otro fenómeno que estaba causando alarma entre los bañistas y que llegó incluso a forzar banderas rojas: las mareas naranjas por algas.
Esta acumulación de algas microscópicas es inofensiva y, ante el riesgo de que los servicios de limpieza de playas tratasen de retirarlas, lo de los expertos advirtieron de que era un fenómeno natural que viene ocurriendo cada año últimamente y contra el que no se debe actuar, porque podría desequilibrar el ecosistema marino.
Por otro lado, y aunque no se trata de un fenómeno pronosticable a largo plazo, los expertos del Aula del Mar de Málaga afirmaron la semana pasada que este año no se repetirá la plaga masiva de medusas de la época estival del 2018, cuando centenares de enjambres de medusas se acercaban a las costas de forma continua.