¿Confinamiento con niños? Llévatelos de safari por casa
En vez de asustarte de los bichos que vivan en tu casa, úsalos para educar a tus hijos sobre hábitats y biodiversidad.
Nuestras casas están llenas de animales fascinantes, si sabes dónde mirar.
“¡He encontrado uno grande! ¡Y está vivo”, gritó June.
Con una linterna en una mano y unas pinzas en la otra, mi hija de cuatro años recogió a un arácnido inofensivo de patas largas que estaba sentado en su tela bajo las escaleras del sótano. Cuando encuentra bichos y otras criaturas, June no suele tener miedo, pero ahora mismo veía en su cara que tenía un propósito.
Al fin y al cabo, estábamos en pleno safari casero, por la ciencia. (Y no os preocupéis, no hemos dañado a ningún bicho en esta aventura.)
Había sacado la idea de Rob Dunn, un ecólogo de la Universidad de Carolina del Norte. Durante casi un año y medio, Dunn y sus colegas han instado a la gente a catalogar a todos los invertebrados que viven entre nosotros en una aplicación gratuita llamada iNaturalist, financiada en parte por la National Geographic Society.
Según él, los milpiés del sótano, los escarabajos de las alfombras, las moscas del alféizar y literalmente todo lo que vive en los rincones más tranquilos de nuestra casa es fascinante a su manera.
Dunn y su equipo ya han sumado más de 10 000 observaciones en lugares tan diversos como Argentina, Irak, Australia e Italia. Eso fue antes de la pandemia, claro, y con el confinamiento en familia esta idea ha adquirido un sentido nuevo.
Con el cierre de zoológicos, bibliotecas, museos y parques nacionales por la COVID-19, Dunn dice que este es el momento ideal para educar a los niños sobre hábitats y biodiversidad sin salir de casa. De hecho, es posible que los adultos también se queden estupefactos cuando descubran la cantidad de animales con los que comparten sus casas.
“El plafón medio tiene unas 15 especies en él y ahora sé que ahora mismo hay 12 especies de arañas en mi casa”, afirma Dunn.
Es probable que ya tengas todas las herramientas necesarias para equipar a tus hijos para un safari casero. Solo necesitas un pincel (para manipular con cuidado a criaturas pequeñas), una hoja de papel blanco (para colocarlos encima) y una cámara o un móvil. Una lupa también puede ser útil. Asegúrate de devolver al bicho a su lugar después de fotografiarlo.
También puedes llevar una libreta para registrar las observaciones: qué tipo de animal es, su tamaño y su color, dónde lo habéis encontrado, etc. Los padres pueden subir los hallazgos de sus hijos al proyecto de iNaturalist de Dunn.
Ahora que estáis listos para explorar, esto es lo que los niños podrían encontrar en su safari casero.
Piojos, pero no del pelo
Un pseudoescorpión sobre una página con palabras escritas a modo de comparación.
Como una sabana o un arrecife de coral, cada parte de una casa se divide en hábitats diferentes donde podrían vivir determinados tipos de criaturas. Una estantería puede parecer un desierto seco y vertical, pero para el orden de insectos Psocoptera es un buffet. A estos bichos, denominados comúnmente piojos de los libros, les encanta comer almidones como las de las encuadernaciones de los libros viejos. También es probable que encuentren Psocoptera en los alféizares de las ventanas, zócalos y macetas de flores.
“En cada casa que hemos analizado al milímetro hemos encontrado un piojo de libro”, cuenta Dunn.
Y donde hay piojos de libro, podría haber depredadores como el pseudoescorpión. Pero no tengas miedo: estos arácnidos en miniatura tienen el tamaño aproximado de un mosquito y aunque tienen pinzas no tienen la cola venenosa de sus parientes de mayor tamaño. Estos bichos también acechan en lugares donde se almacena leña y en sitios húmedos como los baños y las lavanderías.
¿Y crustáceos también?
Las cochinillas están más relacionadas con los cangrejos y las gambas que con los insectos o los milpiés.
Es probable que en casa tengas a unos cuantos crustáceos, como las cochinillas o “bichos bola”, que se llaman así por la forma adorable en que se enrollan cuando se asustan. (Pero intenta que tus hijos no las asusten.)
Las cochinillas “están más relacionadas con los cangrejos y las gambas que con los insectos o los milpiés”, afirma Gwen Pearson, entomóloga de la Universidad Purdue. Al igual que sus parientes, respiran mediante branquias. Por eso las cochinillas prefieren hábitats caseros húmedos, como los sótanos o los garajes. También es donde encuentran comida, como hongos y materia vegetal. “Son los conserjes de la naturaleza”, afirma.
Es probable que encuentres insectos aéreos (como abejas, avispas, moscas y polillas) en los alféizares. Las alfombras son básicamente bosques artificiales por los que pasan los escarabajos de las alfombras. Las cocinas son el hábitat principal de amantes de las miguitas como las hormigas. Y al igual que los científicos que estudian leones o luciérnagas, tus jóvenes exploradores podrían descubrir resultados diferentes cuando busquen fauna en momentos distintos del día.
“La polilla india de la harina se esconde durante el día, pero sale sobre las ocho de la tarde en busca de amor”, explica Dunn. Estos son insectos particularmente fascinantes: “Sabemos que ya estaban en las casas de Amarna, Egipto, en el 2600 a.C.”, cuenta.
Comparte tu espacio
Se han observado ciempiés como este en casas de las Américas, Europa, África y Asia. Eso significa que las comunidades de insectos de tu casa podrían ser similares independientemente de dónde vivas.
Aunque sientas el impulso repentino de aplastarlos, Dunn dice que te lo pienses dos veces. Por ejemplo, como las arañas tienen metabolismo lento, algunas especies pueden vivir más de una década. Esto quiere decir que algunos de los animales que encuentres en tu safari casero podrían ser mayores que tus hijos.
“Cada especie que encuentras en tu casa ha existido durante millones de años y tiene una forma especial de vivir en el mundo. Deberíamos prestarles atención para darnos cuenta de que son otros seres vivos y que tienen historias que se desenvuelven ante nosotros”, afirma Dunn.
Pearson, que organiza el Bug Bowl, uno de los mayores eventos de divulgación sobre insectos en Estados Unidos, dice que espera que conocer a la fauna casera ayude a la gente a relajarse respecto a los seres con los que cohabita.
“Hay animales que viven donde nosotros vivimos. ¡Y no pasa nada!”, dice Pearson.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.