El funesto destino de cientos de beagles que Washington no evitó
Las autoridades no actuaron hasta que los medios de comunicación y los activistas no denunciaron la pésima situación de los perros de un laboratorio de investigación biomédica.
Durante el pasado año, el USDA ha documentado más de 70 violaciones de bienstar en las instalaciones de Envigo en Cumberland, Virginia, que tiene más de 5000 beagles. Envigo cría perros para investigaciones toxicológicas.
Actualización: El 21 de mayo, días después de la publicación original de este artículo, un juez de Estados Unidos ordenó al laboratorio de Envigo en Cumberland que "cesara inmediatamente la cría, venta o cualquier transacción con los beagles" hasta que separe a los perros que se llevan mal, se asegure que todos los cachorros tienen acceso a agua limpia y remita un inventario de cada perro al Gobierno, junto con otros requisitos.
Más de 5000 animales se hacinaban en unas pequeñas jaulas llenas de heces y moho. Un cachorro de tres meses estaba atrapado en una bandeja de residuos bajo su jaulas, con heces secas cubriendo su pelaje. Las luchas entre los compañeros de celdas había dejado algunos perro muertos, incluido uno por "agotamiento".
Estas y otras 12 violaciones se documentaron por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) según los informes públicos de inspección. Pese a ello, durante meses la USDA, responsable de que se cumpla la ley de bienestar animal en el país, ni confiscó ningún perro ni suspendió o revocó la licencia de cría animal a las instalaciones situadas en Cumberland, Virginia. El centro era propiedad de Envigo, un empresa privada con más de 20 instalaciones en América del Norte y Europa, que aporta animales para investigaciones farmaceúticas y biomédicas, una de ellas en Barcelona.
Después de que National Geographic contactare con el USDA para preguntar sobre el historial de infracciones y los presentes problemas de bienestar animal de las instalaciones, las autoridades del USDA y la Oficina del Fiscal de EE. UU. confiscaron por lo menos 145 perros del centro de Cumberland, Virginia el 18 y el 19 de mayo, según la Humane Society de Estados Unidos, que apoyo la operación. Tanto el USDA como la Oficina del Fiscal declinaron hacer comentarios.
La operación recuerda a la que se vivió en España en 2021, cuando las autoridades clausuró un laboratorio de Vivtecnia en Tres Cantos (Madrid) por el maltrato al que sometían a los animales.
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Los perros de Envigo estaban tan hacinados en jaulas muy pequeñas. Según el USDA, se encontraron cachorros atrapados en bandejas de heces bajo sus jaulas y 13 madres lactantes a las que no dieron de comer en 42 horas. Algunos animales murieron por las heridas sufridas durante en peleas.
La falta acciones punitivas hasta hoy, dada la gravedad y la cantidad de violaciones, ha sorprendido y alarmado a los defensores del bienestar animal.
"Es desconcertante" que el USDA citara en repetidas ocasiones a Envigo sin dar "ayuda inmediata a esos animales", dice Daphna Nachminovitch, vicepresidenta de investigaciones crueles de People for the Ethical Treatment of Animals [Personas por el Trato Ético a los Animales], que llevó a cabo una investigación encubierta en Envigo el año pasado. Algo similar a lo que hizo la ONG Cruelty Free International (CFI) con el laboratorio de Tres Cantos entre 2018 y 2020.
Los activistas defensores del bienestar animal no son los únicos que están alarmados; el enfado sobre las violaciones se ha convertido en un motivo de disputa político. En abril, el gobernador de Virginia, del Partido Republicano, Glenn Youngkin, firmó cinco "leyes beagle" para proteger a los animales de investigación e impedir que los tratantes pudieran hacer negocio después de violaciones severas del bienestar de los animales.
Mark Warnes y Tim Kaine, dos senadores demócrat, escribieron al USDA instándole a "tomar medidas agresivas" contra Envigo. "A la luz de las constantes y graves violaciones" de la ley de bienestar animal, los senadores urgieron al Departamento a "suspender inmediatamente la licencia de las instalaciones de cría de Envigo e iniciar formalmente los procesos administrativos".
Envigo cría beagles al igual que primates, conejos y roedores para investigaciones de toxicología y otros experimentos médicos. Las instalaciones de Virginia están inscritas en la Asociación Internacional para la Evaluación y Acreditación de Laboratorios de Cuidado Animal (o AAALC en sus siglas en inglés), un organismo certificador que hace visitas cada tres años.
En Estados Unidos, los negocios que se benefician de ciertas especies animales deben tener una licencia según la ley de bienestar animal, que requiere que sean inspeccionadas regularmente por el USDA para asegurar que cumplen los requisitos. En cuatro visitas a Cumberland desde julio de 2021 -siendo la más reciente en marzo de 2022- los inspectores del USDA documentaron más de 70 infracciones de bienestar. Encontraron que 13 madres de beagel que estaban amamantando camadas de cachorros de seis meses, 78 en total, llevaban 42 horas sin comer. Según el informe de los inspectores, Envigo privaba a las madres de comida para reducir su producción de leche como parte de su procedimiento de "destete de los cachorros".
Para Nachminovitch, tener tantas violaciones es "inaudito", y considerando la gravedad, "es escalofriante".
Los beagles confiscados serán puestos "socios de rescate y refugio para ponerlos en adopción una vez sus necesidades más urgentes sean atendidas", según Humane Society.
En una declaración dada a National Geographic antes de la incautación de los perros, Mark Hubbard, un portavoz de Envigo, dijo que las instalaciones habían hecho mejoras en los últimos meses, incluido una reducción en el número de cánidos que tenían, la contratación de un segundo veterinario, la realización de más de 2700 exámenes físicos y un aumento del salario de los empleados. "Somos conscientes de que el USDA ha hecho otro informe de inspección que básicamente repite los hallazgos anteriores, todos los cuales están siendo atendidos según un detallado plan de reparación que se está desarrollando", escribió.
Hubbard también dijo que el USDA reconocía las mejoras que había hecho Envigo y que la AAALAC ha indicado que las instalaciones deberían seguir contando con su certificado. No fue posible ponerse en contacto con Hubbard justo después de la incautación para que hiciera un comentario.
Aun así, el patrón de violaciones del bienestar de lo que es ahora Envigo se remonta a décadas atrás. Los archivos del USDA también registran que Huntingdon Life Sciences, que se fusionó con Harlan Labs para crear Envigo, tiene denuncias de violaciones que se remontan a finales de los año 1990. Un informe de 1997 apunta a que un recinto de Huntingdon en Nueva Jersey mostraba un sufrimiento "severo", incluido un perro con una pierna rota sin tratar, un perro drogado para el que se recomendaba la eutanasia pero que se dejó con vida y primates llorando y vomitando que no eran atendidos por un veterinario.
El historial de Envigo es un "desaster sin atajar y sin precendentes", dice Eric Kleiman, un investigador del Instituto de Bienestar Animal, una organización sin animo de lucro con sede en Washington D.C.
Los lunares del historial sancionador del USDA
National Geographic ha documentado un patrón en la incapacidad del USDA para tomar medidas contra las violaciones del bienestar animal en los últimos años, marcados por una caída del 90 por ciento en las acciones sancionadoras contra los recintos con licencia para tener animales entre 2015 y 2020. Hubo dos casos grandes de retirada de licencia a finales del año pasado.
En octubre de 2021, el Departamento retiró la licencia de Moulton Chinchilla Ranch en Minnesota tras denunciarles por más de 100 infracciones desde 2013; los inspectores encontraron jaulas sucias, cuerpos en descomposición y acumulación de heces. Menos de un mes después, el USDA retiró la licencia de criador de perros de Iowa a Daniel Gingerich tras varias inspecciones durante seis meses. Los perros tenían un pelaje enmarañado y enfermedades cutáneas y se vio que muchos jadeaban en exceso durante el calor estival con sus cacharros de agua vacíos. Se encontraron por lo menos tres perros muertos.
En comparación, en la sucursal de Envigo de Cumberland murieron 300 cachorros entre el 1 de enero y el 20 de julio de 2021 y "la empresa no ha dado ningún paso para determinar la causa de la muerte", según el informe del USDA. Pese a ello, durante meses el Departamento no tomó ninguna medida.
Un veterinario para 5000 perros
No intentar determinar la causa de la muerte de los perro viola la ley de bienestar animal. Durante las inspecciones llevadas acabo por el USDA entre julio y octubre de 2021, Envigo solo tenía un veterinario ne plantilla para atender a 5000 perros. Las numerosas citas sobre el cuidado veterinario que hace el USDA "evidencia que [un veterinario] es un número insuficiente", dice Kleiman.
La política de inspecciones del USDA exige un seguimiento en un plazo de 14 días si se hace una mención "directa", una violación que tiene "un efecto serio o adverso en la salud o bienestar del animal". En informe del 20 de julio, los inspectores anotaron siete incumplimientos directos, incluidos ausencia de comida, habitáculos hacinados y atención veterinaria deficiente de infecciones de oído y heridas supurantes. Pese a ello, los inspectores no volvieron a Cumberland hasta tres meses después. En noviembre de 2021 y marzo de 2022, los inspectores documentaron más infracciones directas, pero, de nuevo, no hicieron la reinspección pertinente en el plazo de 14 días.
Un beagle se asoma a una jaula en las instalaciones de Inotiv en Mount Vernon, Indiana, donde la Humane Society of the United States llevó a cabo una investigación de siete meses que terminó en marzo. El USDA no ha tomado ninguna medida de ejecución contra estas instalaciones.
La ley de bienestar animal también exige que siempre que el USDA crea que un negocio está "poniendo la vida de cualquier animal en serio peligro", el Departamento debe informar al Fiscal General, que tiene la potestad de llevar el caso a un juzgado federal.
"Dolor prolongado y sin alivio"
Una investigación reciente sobre otra instalación acreditada por la AAALAC señala que los problemas de bienestar de Envigo no son un caso aislado en Estados Unidos.
Inotiv - una multinacional de desarrollo farmaceútico en expansión que cría, vende y lleva acabo experimentos de toxicología y otras materias en animales- anunció unos ingresos de casi 85 millones de euros el año pasado, cuando compró Envigo. Inotiv tiene cerca de 62 000 animales, incluidos monos, conejos y gatos, al igual que miles de beagles.
En una investigación encubierta de siete meses en un laboratorio de Inotiv en Mount Vernon, Indiana (Estados Unidos), hecho público el 21 de abril, la Humane Society encontró que los perros, los primates, los cerdos, los ratones y las rata sufrían "dolor prolongado y sin alivio" durante las pruebas toxicológicas antes de morir.
Las pruebas toxicológicas evalúan la tolerancia de los animales a los medicamentos. La dosis se administran mediante inyecciones o por un tubo alimenticio y se van incrementando hasta que el animal sufre efectos adversos.
En un comunicado, la portavoz de Inotiv Kate Snedeker dijo que la compañía "se rige por las regulaciones federals, estatales y locales aplicables", al igual que las políticas internas de cuidado animal y la supervisión del USDA y la AAALAC.
"Las investigaciones que hacemos las solicitan varias agencias gubernamentales reguladoras a nivel global antes de que los medicamentos que salvan vidas puedan salir al mercado", escribió. "Durante más de 20 años, Inotiv ha participado, directamente o indirectamente, en el estudio y en el desarrollo de métodos alternativos para llevar acabo investigaciones biomédicas". No fue posible ponerse en contacto con Snedeker para comentar las incautaciones de las instalaciones de Envigo en Cumberland.
La Administación de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), que aprueba los medicamentos para uso humano, dice que las empresas farmaceúticas hacen pruebas con animales “para descubrir cómo funcionan los medicamentos y si es posible que sean seguros y puedan funcionar bien en humanos". Pero la agencia no obliga a hacer pruebas con animales.
Las empresas farmaceúticas hacen estos ensayos con animales porque es "el status quo", dice Kitty Block, presidenta de Humane Society. "Hay mucho dinero en la cría de estos animales y en su uso posterior". Cree que el uso de las pruebas en animales es por "vaguería" y afirma que la FDA debería promover métodos de prueba de medicamentos innovadores y más humanos, como por ejemplo; teconologías de órgano en un chip, la impresión en 3D de tejidos humanos y el modulado informático.
La responsable de prensa de la FDA Veronika Pfaeffe dijo que la agencia busca "reducir la dependencia de los estudios basados en animales" y ha tomado pasos significativos en "sustituir, reducir y/o refinar" estos estudios, incluida la creación de grupos de trabajo para avanzar en nuevas tecnologías. Pero, "todavía hay muchas áreas en las que la investigación con animales es científicamente necesaria", dice.
Por ejemplo, los procedimientos alternativos "no siempre pueden predecir los efectos secundarios" que pueden ocurrir en el cuerpo humano, dijo, añadiendo que la investigación con animales has sido clave en el avance de medicamentos para prevenir la polio, erradicar la viruela y la vacunación contra y el tratamiento de la COVID-19.
En las instalaciones de Inotiv, la Humane Society fue testigo de cómo se sujetaba a los macacos de investigación para administrarles fármacos experimentales y se les dejaba sin vigilancia. Según el informe del investigador, dos primates se ahorcaron accidentalmente.
Cuando sea necesario para la investigación, los animales involucrados "deberían ser cuidados bajo un protocolo estricto y humano", dice Pfaeffe.
"Esto es un negocio sucio"
Pero la FDA no es la responsable de asegurar un trato humano a los animales; eso está en manos de la USDA y la AAALAC. Si, por ejemplo un animal está en grave peligro, la USDA exige a la empresa a "asegurar que el dolor y el peligro del animal se minimicen" y a tener un protocolo para dormir a los animales.
Aun así, en las instalaciones de Inotiv en Indiana, los investigadores de Humane Society vieron como los investigadores seguían administrando dosis de medicamentos a animales que estaban temblando, vomitando y respiraban con dificultad. Según el informe, un técnico de Inotiv, siguiendo órdenes de un veterinario, siguió dando dosis a un primate que claramente lo estaba pasando mal mientras decía: "Perdóname, puede que esta sea tu última dosis. Por lo menos, eso eso espero porque llegados a este punto esto es tortura".
El laboratorio de Inotiv en Indiana, con más de 1300 animales, solo tenía un veterinario a tiempo completo entre agosto de 2021 y marzo de 2022, según la investigación de Humane Society. Los menos de 50 empleados estaban tan al límite que los cuidados básicos, como cortar las uñas a los perros, no se hacía, según Humane Society. Los primates se quedaban desatendidos y atados a sillas y dos de ellos se ahorcaron accidentalmente, informó el investigador.
Los expertos en bien estar animal son críticos no solo con las reticencias del USDA tomar medidas ante las infracciones, pero también con lo que consideran una supervisión laxa por parte de la AAALAC. La agencia de certificación de la industria programa visitas solo una vez cada tres años y, según el AInstituto de Bienestar Animal, tiene un amplío historial de mirar para otro lado con problemas de bienestar que infringen los protocolos del USDA. Los informes del AAALAC no son públicos.
La certificación de la organización "no está ni cerca de ser suficiente" para asegurar el bienestar animal, dice Block. Es "el clásico zorro cuidando de las gallinas".
Kathryn Bayne, directora global de la AAALAC, defendió a su organización escribiendo en un email que "la AAALAC Internacional se toma muy en serio la información recibida sobre el descuido del bienestar animal en las investigaciones realizadas en una institución que participa en el programa de certificación. Se está llevando a cabo una investigación".
La inspección más reciente del USDA al laboratorio de Inotiv, en agosto de 2021, no señaló ninguna infracción, pese a las violaciones múltiples documentadas por la investigación de la Humane Society durante el mismo periodo. Las múltiples violaciones severas documentadas en las instalaciones de Envigo y el supuesto fallo en el seguimiento del protocolo de eutanasia en Inotiv deberían ser una señal de alarma para el USDA para incrementar su vigilancia y sanciones a las empresas de cría e investigación con animales, dice Kleiman: "Los investigadores no se vigilarán a si mismos".
Kleiman dice que el USDA debería mandar un mensaje inequívoco de que "da igual lo grandes, poderosas o ricas" que sean estas empresas, el sufrimiento animal no se tolerará.
"Esto es un negocio sucio", dice Block; "hay crueldad por todas partes, desde el principio hasta el final".
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Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.