¿Por qué estos mamíferos peludos cantan con ritmo humano?
Los damanes roqueros consiguen más parejas (y tienen crías más sanas) cuando pueden mantener un ritmo sólido, según un nuevo estudio.
Un macho de damán bosteza en el Parque Nacional del Serengeti, Tanzania. Esta especie es originaria de algunas zonas de África y Oriente Medio.
Cuando sale el sol sobre el Mar Muerto, los damánes de El cabo (o damánes roqueros) macho de Israel salen de sus oscuras madrigueras y comienzan a cantar.
Para el oído humano, las notas suenan como un cruce entre el cacareo de una hiena y el chirrido de una tiza contra una pizarra. Pero para las hembras, cada estribillo es una poderosa balada que resuena en el desfiladero, y cuanto más mantengan el ritmo los machos, más probable será que las hembras se desmayen.
Combinando el análisis del espectrograma de los cantos de cortejo del damanés de las rocas con los resultados de muchas temporadas de cría sucesivas, los científicos han demostrado por primera vez que los machos que cantan con más frecuencia y mantienen mejor el ritmo también son los que engendran crías que sobreviven mejor, según un estudio publicado esta semana en el Journal of Animal Ecology.
Las marcas de colores en las orejas y los collares permitieron a los científicos identificar a los animales a distancia y relacionar sus cantos con los resultados de las pruebas de paternidad (aquí puedes escuchar el canto de los machos).
"La explicación más sencilla es que ser consistente en términos de ritmo es atractivo, o al menos refleja la calidad de alguna manera", dice el líder del estudio, Vlad Demartsev, un ecólogo del comportamiento que estaba en el Instituto Max Planck de Comportamiento Animal (Alemania) mientras se realizaba el trabajo.
Al igual que las melodías humanas, las canciones de los damanes tienden a volverse más complejas a medida que avanzan, hasta llegar a un final culminante que parece diseñado para mantener al oyente al borde de su asiento o de la cornisa.
"No es sólo que produzcan la señal. Ni siquiera es que produzcan la señal tantas veces como sea posible", dice Demartsev; "es que realmente están dando un buen espectáculo".
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La canción es más poderosa que la espada
Durante las dos últimas décadas, los científicos han estudiado a los damanes (Procaviidae) de las rocas, mamíferos del tamaño de un conejo cuyo pariente más cercano es el elefante, en la Reserva Natural de Ein Gedi, en Israel.
Cuando un macho se gana el derecho a vivir con un grupo de hasta 30 hembras, juveniles y cachorros, puede mantener esa codiciada posición hasta el final de sus días, a la avanzada edad de nueve años.
Sin embargo, en raras ocasiones, un macho residente puede ser derrocado y expulsado de su puesto por un macho no residente, llamado soltero. Esta puede ser una de las razones por las que los damanes macho cantan durante todo el año, y no sólo en la época de apareamiento, que tiene su punto álgido durante unas semanas en julio y agosto.
Demartsev dice que parece probable que la señalización de su valor mediante el canto pueda prevenir la agresión entre los machos.
"Es una especie de ritual que puede minimizar la necesidad de pelear, porque eso puede ser costoso para ambas partes", dice.
Solteros contra residentes
En otro fascinante hallazgo, los científicos también detectaron una diferencia en los estilos de canto de los machos.
Mientras que los machos residentes producen cantos frecuentes con un ritmo constante, en realidad disminuyen su complejidad una vez que se hacen cargo de un grupo.
"Todas las hembras te conocen y ya saben tus cualidades. Viven contigo en las mismas madrigueras para dormir", dice Demartsev. "Así que puede que tengas que invertir menos para llegar al mismo punto".
Pero la mayoría de los machos son solteros, y sus cantos aumentan constantemente de complejidad a medida que envejecen.
Esto puede deberse a que los solteros intentan con regularidad atraer a las hembras más jóvenes de la periferia del grupo. Sin embargo, estas hembras también tienden a ser madres menos experimentadas, lo que puede explicar por qué las crías de los machos residentes tienen más probabilidades de sobrevivir a su primer año de vida.
En cuanto a por qué las hembras se sienten atraídas por los machos con ritmo, añade, aún no está claro. Podría ser que el hecho de meter tantas notas en una sola respiración revele un nivel de aptitud, y organizarlas en un ritmo repetible sea la forma más eficiente de hacerlo.
Los antiguos orígenes del ritmo
Hace apenas unas décadas, muchos científicos daban por sentado que los animales se comunicaban con patrones más o menos fijos, dice Chiara De Gregorio, primatóloga de la Universidad de Turín (Italia) y autora de un estudio de 2021 sobre lémures cantores que inspiró la investigación sobre el canto del damán.
"Ahora estamos aprendiendo que este tipo de patrón puede cambiar dependiendo del contexto e incluso depender de otros aspectos, como la calidad del macho", dice.
Esta investigación no sólo es importante para comprender mejor a los damanes roqueros o a los lémures, sino que cada vez que los científicos descubren otra especie que se comunica utilizando principios como el ritmo, se insinúa el origen aparentemente antiguo de componentes que acabarían influyendo en la forma en que los humanos crean y disfrutan de la música.
"A fin de cuentas, creo que estos patrones son claramente más comunes [en el reino animal] de lo que se pensaba", dice De Gregorio.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.