Atrapado en las Azores el pez óseo más grande del mundo
Con más de 2721 kilogramos, el pez pesa tanto como un rinoceronte blanco.
En cuanto vio el enorme cadáver blanco como el hueso de un pez luna que se movía entre las olas del archipiélago de las Azores (Portugal), José Nuno Gomes-Pereira sospechó que el animal podría batir un récord.
Era el 9 de diciembre de 2021, y Gomes-Pereira estaba respondiendo a una llamada como parte de su trabajo de biología marina con la red de varamientos marinos de las Azores y la Asociación Naturalista del Atlántico, una organización no gubernamental centrada en la vigilancia de los océanos.
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Los enormes cadáveres en descomposición suponen una amenaza para la salud humana, dice Gomes-Pereira. También son un peligro para el tráfico marítimo, por lo que la red vigila de cerca cualquier resto de gran tamaño que se acerque a la costa.
Asimismo, las embarcaciones humanas suelen herir o matar a grandes criaturas oceánicas en colisiones con la superficie. De hecho, se sospecha que el pez luna, también conocidos como molas, puede haber muerto a causa de un golpe de barco, debido a una gran contusión en su cabeza. La herida contenía fragmentos de pintura roja anti incrustante, que se utiliza habitualmente en la parte inferior de los barcos.
Sin un veterinario marino a mano, sin embargo, era imposible determinar si el golpe se produjo antes o después de la muerte, dice Gomes-Pereira.
Después de remolcar el animal hasta la orilla, una carretilla elevadora lo colocó en posición para que una báscula de grúa pudiera medir el peso del gigante con mayor precisión. Tras unos minutos de calibración, los científicos supieron que tenían algo extraordinario.
Con 2743 kilos, el mola pesaba más que la alineación titular de un equipo de fútbol americano. El espécimen pesaba también casi 453 kilogramos más que el anterior poseedor del Récord Mundial Guinness del pez óseo más pesado: otro pez luna de la misma especie, Mola alexandrini, que fue capturado cerca de Japón en 1996. Es importante remarcar que los peces se dividen en dos grandes clases: los tiburones y las rayas se clasifican como peces cartilaginosos y casi todos los demás como peces óseos.
Según Gomes-Pereira, autor principal de un estudio que publica los resultados en la revista Journal of Fish Biology, el descubrimiento es tanto un motivo de esperanza como una advertencia.
"Significa que el ecosistema marino sigue siendo lo suficientemente sano como para mantener a estos grandes animales", afirma.
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Sin embargo, dado que el animal puede haber muerto por culpa de los humanos, el mola también debería servir como llamada de atención de que tenemos más trabajo que hacer en lo que respecta a la conservación, dice Gomes-Pereira.
Los misterios de los mola
Los molas son fáciles de ver en la superficie del agua. Estos animales pueden llegar a medir 3 metros y suelen disfrutar tomando el sol. Pero los científicos aún tienen muchas preguntas sin respuesta sobre estas curiosas criaturas.
"No sabemos cuánto viven ni a qué velocidad crecen en la naturaleza", dice Tierney Thys, bióloga marina de la Academia de Ciencias de California (Estados Unidos) y exploradora de National Geographic. "Tampoco tenemos una buena idea de cuántos individuos hay en el mundo ni del tamaño de las poblaciones regionales".
Thys lleva trabajando en estas cuestiones desde el año 2000, cuando recibió su primera beca de la National Geographic Society para estudiar a los gigantes.
En cuanto al animal que batió el récord, probablemente era una hembra y tenía 20 años o más, dice Thys, que también es la fundadora del programa Adopta un pez luna.
El espécimen se pesó con un dinamómetro de balanza de grúa. Primero se levantó el cadáver con una carretilla elevadora y luego se mantuvo sobre el suelo para que se estabilizaran las mediciones exactas.
"El Mola alexandrini es realmente uno de los grandes bichos raros del océano y, aunque su aspecto externo pueda parecer algo torpe y pesado, en realidad es un gigante apacible y nada por el agua con unas brazadas sorprendentemente gráciles", afirma.
¿Otra característica fascinante de estos goliats? Comienzan su vida como larvas de apenas medio centímetro. Los científicos aún no saben dónde se produce el desove ni cómo sobreviven las larvas del tamaño de un lápiz para convertirse en el mayor pez óseo del mar.
"El único espécimen de larva que se ha verificado genéticamente como M. alexandrini se encontró frente a Nueva Gales del Sur (Australia), por lo que esa zona puede ser uno de los lugares de desove", dice Thys.
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"Un recordatorio colosal"
Aunque la mayoría de la gente está probablemente más familiarizada con el primo cercano de M. alexandrini, el Mola mola, el pez luna es uno de esos animales que inspiran "curiosidad primaria", dice Thys.
"Me encanta ir al Acuario de la Bahía de Monterey [Estados Unidos] porque a veces tenemos al pez luna expuesto en el tanque de casi cuatro millones de litros junto a los tiburones martillo y los atunes. Y cuando aparece el pez luna, la gente dice: '¡Oh, vaya! ¿Por qué?", ríe Thys. "Es un animal que suscita muchas más preguntas".
Para empezar a intentar responder a algunas de ellas, Thys coescribió recientemente el primer libro académico sobre el grupo de los Molidae, The Ocean Sunfishes: Evolution, Biology and Conservation [Los peces luna oceánicos: evolución, biología y conservación].
El nuevo mola también ayudará a comprender mejor la especie. Gomes-Pereira y sus colegas no sólo recogieron escamas, contenido intestinal y muestras genéticas del animal, que contribuirán a futuras investigaciones, sino que también enterraron el cadáver con la esperanza de poder exhumarlo algún día y montarlo como espécimen de museo.
"Es un recordatorio colosal de que nuestro océano aún guarda muchas sorpresas misteriosas", dice Thys.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.