Los osos de Disney World son más reales de lo que la gente se imagina

Recientemente, dos osos grizzly compartieron sendero con excursionistas en Canadá y un oso negro se unió a la multitud en Magic Kingdom. Según los expertos, la causa es la creciente población de osos.

Por Robert Annis
Publicado 26 sept 2023, 15:38 CEST
Cachorros de oso negro juegan en un patio trasero de Asheville

Cachorros de oso negro juegan en un patio trasero de Asheville, Carolina del Norte. La especie se desplaza cada vez más a entornos suburbanos e incluso urbanos a medida que su población se expande por Norteamérica.

Fotografía de Corey Arnold

Según los expertos, es probable que la hembra de oso negro que consiguió una entrada gratuita para el Magic Kingdom de Disney World no sea la última en aparecer por sorpresa.

En toda Norteamérica, el número de osos negros está aumentando rápidamente, recuperando espacios donde no se habían visto en más de un siglo. Los cerca de 4000 osos de Florida (Estados Unidos), por ejemplo, están rodeados de urbanizaciones, por lo que cualquier animal errante acabará probablemente en zonas muy frecuentadas por humanos, afirma Dave Garshelis, copresidente del Grupo de Especialistas en Osos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) y antiguo biólogo del estado de Minnesota (Estados Unidos).

El oso de Disney fue reubicado en el Bosque Nacional de Ocala, una reserva de unos 1500 kilómetros cuadrados situada entre las grandes ciudades de Gainesville y Orlando (The Walt Disney Company es propietaria mayoritaria de National Geographic Media).

"Los osos negros prosperan prácticamente en todos los estados donde residen", que son al menos 40 (de los 49 estados continentales), afirma Garshelis. "Son animales muy oportunistas, que aprovechan todos los recursos alimenticios que pueden, aunque eso signifique estar cerca de una alta densidad de personas".

A medida que se reduce su hábitat y aumenta el desarrollo humano, más osos negros se aventuran en áreas metropolitanas como Minneapolis y Washington D.C. Garshelis recuerda un oso negro con collar que recorrió cinco estados densamente poblados durante un total de 1200 kilómetros antes de morir atropellado por un coche en Luisiana.

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La relación entre los osos y los humanos

Al contrario de lo que muchos creen, los osos (incluso los pardos) "toleran muy bien a las personas", dice Daryl Dancer, guía turístico de la Columbia Británica. "Es increíble que no haya más encuentros negativos".

Los osos negros suelen huir cuando se acerca un humano, mientras que los pardos (entre los que se incluye la subespecie grizzly) suelen permanecer escondidos hasta que el humano avanza.

"En la mayoría de los casos en que un oso pardo y un humano entran en contacto cercano, no sólo no hay ataque, sino que es probable que el humano no sepa que hay un oso pardo cerca", dice Garshelis.

En un reciente vídeo ampliamente difundido en Internet, una mamá grizzly y su cría parecían seguir a un grupo de excursionistas en el Parque Nacional de Banff, en Canadá. Aunque algunos calificaron erróneamente a la familia de "acosar" a los excursionistas, los expertos dicen que es mucho más probable que los osos estuvieran simplemente utilizando el sendero para llegar a su destino.

"Si un oso tuviera malas intenciones, estaría al acecho en las sombras, apareciendo y desapareciendo", afirma Dancer.

Dado que osos y personas siguen entrando en contacto, sobre todo en zonas turísticas, es importante centrarse en cómo podemos vivir en armonía, afirma Dancer.

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Los ataques siguen siendo raros

Aproximadamente 58 000 osos pardos vagan por Norteamérica, todos ellos al oeste del Mississippi, con unos 1500 en partes de Idaho, Montana, Washington y Wyoming. El número de osos pardos está aumentando en Yellowstone y otros parques nacionales donde no se cazan.

Se calcula que 600 000 osos negros viven en gran parte de Norteamérica, sobre todo en Canadá, Nueva Inglaterra, los Apalaches y muchos estados occidentales, llegando incluso hasta México.

Según el Servicio de Parques Nacionales de EE. UU. (NPS por sus siglas en inglés), menos de tres personas mueren al año en encuentros con osos negros o pardos. La mayoría de los incidentes se producen cuando el oso se ve sorprendido, sobre todo si está comiendo o con crías a cuestas. "Los osos pardos se ponen agresivos cuando se los sorprende; en su mente, [el humano] es el agresor", dice Garshelis.

Una persona en Norteamérica tiene una probabilidad entre dos millones de ser atacada y matada por un oso, dice el NPS. En cambio, la probabilidad de que alguien muera por la picadura de una abeja es de una entre 54 516. 

Muchas interacciones entre humanos y osos podrían evitarse si la gente tomara precauciones básicas, como no dejar comida fuera, mantener a sus mascotas dentro de casa o con correa, y guardar la basura en recipientes a prueba de osos. Poco a poco, esto está ocurriendo en muchas partes del continente.

"Antes, si un oso se metía en la basura, la gente respondía automáticamente: 'Es culpa del oso'", dice Dancer. "Pero hoy la gente tiene más conocimiento. Es responsabilidad de los humanos acabar con esos hábitos".

Aunque la mayoría de nosotros apreciamos el silencio del bosque, es buena idea hacer algo de ruido en el sendero para no asustar a un oso. Dancer sugiere gritar "¡Eh, oso!" de vez en cuando en la zona de los osos.

Si te encuentras con un oso pardo a cien metros o más de ti, vuelve lentamente hacia el otro lado. Si te encuentras con un oso pardo en un sendero, mantén la calma, evita el contacto y retrocede o sal del camino para dejarle pasar.

En el reciente vídeo de Banff, el osezno parece embestir a los excursionistas, pero Garshelis sospecha que sólo estaba jugando o practicando sus habilidades de adulto:"El osezno seguía con su madre, que podía zurrar a cualquiera [que pudiera hacerle daño], así que puede que sólo sintiera curiosidad por ver cómo reaccionaba la gente".

Nunca corras, ya que esto desencadena el instinto depredador del animal. En el improbable caso de que te ataque un oso pardo, hazte el muerto tumbándote boca abajo, con las manos cubriéndote el cuello y las piernas separadas para dificultar que el oso te dé la vuelta.

Un oso negro agresivo suele ahuyentarse agitando los brazos y gritando con fuerza. Llevar un espray para osos es también una "obviedad" cuando se practica senderismo en lugares donde viven osos, dice Garshelis.

Dancer, por su parte, aún no ha utilizado el espray para osos en los 16 años que lleva guiando viajes de avistamiento de osos por Norteamérica. Lo atribuye a que conoce a los osos y sabe cómo reaccionan.

"Se trata de coexistir", dice Dancer. "Cuanto más conoces a tu vecino, mejor te llevas con él".

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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