Todo lo que crees saber sobre las arañas es erróneo
La araña americana de tela de vivero se confunde a menudo con una araña lobo. Hace poco se rumoreó que esta última especie se sentía atraída por cierta crema corporal. Este es el último de siglos de mitos en torno a las arañas.
Con cientos de años de mitos infundados, no es de extrañar que hasta un seis por ciento de la gente tenga fobia a los arácnidos. El rumor de que una popular crema corporal supuestamente contiene feromonas que atraen a las arañas lobo es sólo el último de una serie de mitos y leyendas urbanas sobre los que a continuación trataremos de arrojar algo de luz.
Estos animales son criaturas asombrosamente diversas e ingeniosas, con muchas características dignas de admiración. Sin embargo, ninguna de estas características implica la capacidad de meterse en tu boca mientras duermes, poner huevos dentro de tu carne y tu comida o colarse en tu casa por los desagües.
Según Rod Crawford, experto en arañas y conservador de aracnología en el Museo Burke de Historia Natural y Cultura de Washington (EE. UU.), gran parte de lo que se dice de estos enjutos invertebrados de ocho patas es un error: "Todo lo que creíamos saber sobre las arañas es falso", afirma Crawford.
Esta araña cochinilla (llamada así por su alimento favorito, las cochinillas) está acurrucada con las patas recogidas alrededor de la cabeza.
En primer lugar, no son insectos. Las arañas pertenecen a una clase completamente distinta llamada "arácnidos". Los arácnidos y los insectos difieren tanto como los pájaros y los peces, dice Crawford.
A pesar de su mala fama (perpetuada sobre todo por el mito), las arañas son fenomenales ingenieras de los ecosistemas y son responsables de mantener a raya a cientos de miles de insectos y plagas agrícolas. Los estudios demuestran que, en algunos ecosistemas, más del 40% de toda la biomasa de insectos pasa por las arañas, lo que las convierte en las controladoras número uno de las poblaciones de insectos.
"Supongamos que un mago aracnofóbico pudiera agitar una varita mágica y hacer desaparecer todas las arañas", dice Crawford. "Sería la mayor catástrofe ecológica de la historia".
Darles su debido agradecimiento empieza por corregir los rumores poco halagüeños que las rodean.
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Mito: las arañas quieren mordernos
A la mayoría de la gente no le picará una araña en toda su vida.
Eso se debe a que a las arañas no les interesa interactuar con los humanos. De las más de 50 000 especies que pueblan el planeta, muy pocas entran en contacto con nosotros. No son hematófagas, como los mosquitos, las garrapatas o las chinches, así que no nos buscan.
Aunque es frecuente despertarse con pequeñas protuberancias y llagas en la piel y culpar a una araña, casi nunca hay motivos para creer que una araña sea la responsable del pinchazo, afirma Dimitar Stefanov Dimitrov, experto en evolución de arañas del Museo Universitario de Bergen (Noruega). Los dos pequeños colmillos de la mayoría de las arañas para morder apenas dejarían una marca lo bastante grande como para ser detectada. "La mayoría de las mordeduras que la gente cree que son de araña no son probablemente mordeduras de araña", afirma Dimitrov.
Las arañas saltadoras (de la familia Salticidae) suelen moverse como cabría esperar, aunque pueden saltar mientras cazan o se enfrentan a amenazas.
La araña cangrejo de tierra prefiere cazar cerca del suelo (en lugar de atrapar a su presa en una telaraña).
Mito: Cada año nos tragamos algunas arañas mientras dormimos
A lo largo de los años, varios foros y publicaciones en Internet han afirmado que nos tragamos hasta ocho arañas al año mientras dormimos. Según Crawford, no existe ningún estudio verificado, foto, espécimen recogido, registro médico u observación probada de una araña que se arrastre o intente meterse en la boca de una persona.
Las arañas no quieren tener nada que ver con nuestras malolientes, húmedas y jadeantes bocas abiertas para respirar pesadamente y roncar mientras dormimos. "A una araña no le atrae nada eso", dice Crawford. "La corriente de aire va a molestar a los pequeños pelos sensoriales que tienen por todo el cuerpo".
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Mito: Las arañas ponen huevos en las puntas de los plátanos y otras frutas
Las arañas pueden, ocasionalmente, encontrarse en los almacenes de procesamiento de plátanos y en los envíos de plátanos, arrastrándose fuera de las cajas en las que ha viajado la fruta. Esto se debe a que un paquete de plátanos, uvas u otras frutas agrupadas, puede ser un buen lugar para esconder un saco de diminutos huevos, encajados entre las frutas y a salvo de la intemperie y los depredadores.
En todo caso, éstos estarían visibles y fuera de la fruta, no dentro de ella. Ninguna araña hace un agujero en el interior de la fruta y pone allí sus huevos, dice Dimitrov. También es improbable que las arañas abran un agujero en un cactus y le metan un saco de huevos (como sugiere otra leyenda urbana), y mucho menos que lo hinchen, tiemblen y exploten con miles de arañas surgiendo una vez han eclosionado los huevos.
Aunque hay arañas excavadoras (que excavan casas dentro de la tierra, por ejemplo), no pueden atravesar algo tan duro como frutas o plantas.
Una araña del saco amarilla, una araña doméstica común, descansa sobre una naranja sanguina.
Mito: Las arañas pueden poner huevos bajo la piel y pliegues del cuerpo
La historia es la siguiente: una mujer vuelve de unas vacaciones en un lugar cálido y exótico y se encuentra un bulto en la mejilla que late y crece. Preocupada, acude al médico y, cuando el especialista abre la roncha, cientos de pequeñas arañas salen de ella.
Esto no ha ocurrido nunca. Según Crawford, se trata de una de las leyendas urbanas más extendidas, probablemente inspirada en un cuento alemán de la década de 1840, en el que un forúnculo en la mejilla de una mujer se llena de arañas... porque ha hecho un pacto con el Diablo.
La mayoría de las arañas no tendrían los medios ni el interés de excavar en la gruesa carne humana y poner allí sus huevos, dice Crawford, y en el raro caso de que una araña mordiera a un humano, inyectaría veneno con sus diminutos colmillos, no pondría huevos.
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Mito: Cuando hace frío, las arañas se meten en casa por desagües y alcantarillas
Algunas arañas han evolucionado para vivir en el exterior y otras para vivir en el interior. En la mayoría de los casos, estas especies diferentes nunca se encontrarán. Aunque puedan entrar accidentalmente, las arañas de exterior que ya viven en climas fríos no tienen ningún interés en refugiarse en nuestros acogedores hogares.
"Alrededor del 95 por ciento de las arañas que se ven en el interior siempre han estado dentro, allí es donde han nacido y crecido", dice Crawford; "pertenecen a un pequeño número de especies que llevan viviendo alrededor de edificios construidos por el hombre desde que existen los edificios construidos por el hombre". Por eso, encontrar una araña en tu morada e intentar liberarla en la naturaleza es contraproducente.
La araña lobo no teje telarañas y suele cazar en solitario, ya sea al acecho de una emboscada o persiguiendo a su presa a corta distancia.
También por eso las arañas no trepan por tuberías y desagües para instalarse con nosotros. Si te encuentras una araña en la bañera o cerca del lavabo, probablemente se trate de una araña doméstica que busca algo de beber, dice Crawford, ya que las fuentes de agua dentro de casa son escasas. La araña ya vivía en tu casa y se arrastraba hacia el desagüe. Además, la mayoría de las tuberías de fontanería tienen una sección que atrapa sedimentos constantemente repleta de agua que la mayoría de las arañas no podrían vadear.
La próxima vez que veas una araña en tu casa, recuerda que está más cerca de ser un compañero de piso que de un intruso. No sólo eso, sino que probablemente sean una presencia útil en el ecosistema de tu hogar.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.