¿Están las arañas joro "gigantes y voladoras" invadiendo realmente EE. UU.?

Los arácnidos negros y amarillos han vuelto a ser noticia, pero la comunidad científica asegura que no hay motivo para alarmarse.

Por Jason Bittel
Publicado 12 jun 2024, 16:12 CEST
Una araña joro hembra cuida su tela en el condado de Oconee, Georgia, en 2021.

Una araña joro hembra cuida su tela en el condado de Oconee, Georgia, en 2021.

Fotografía de David Coyle, Clemson University

Las arañas Joro vuelven a ser noticia y, a juzgar por los titulares, todo el mundo está condenado.

"Arañas voladoras venenosas gigantes... se dirigen a la zona de Nueva York", dice CBS News. "La costa este se prepara para la invasión de arañas venenosas del tamaño de la palma de la mano capaces de volar", se hace eco Fox Weather. Y The Guardian califica a los arácnidos de "nauseabundos".

Por supuesto, los científicos que estudian estos animales, originarios de Asia, afirman que tales descripciones son, en el mejor de los casos, engañosas.

Floyd Shockley, entomólogo y gestor de colecciones del Museo Nacional Smithsonian de Historia Natural de Washington, D.C., dice estar "mortificado" por algunos de los titulares sensacionalistas: "No hay pruebas de que hayan llegado a Nueva York".

Si bien es cierto que las arañas joro llegaron a Georgia en 2014 por medios desconocidos y pueden sobrevivir en Estados Unidos, su colonización del continente no es precisamente inminente. Hasta ahora, las arañas han sido vistas en Georgia, las Carolinas, Tennessee y Oklahoma, con algunas pequeñas poblaciones satélite en lugares como Maryland.

Además, se ha exagerado sistemáticamente la amenaza que suponen estos arácnidos negros y amarillos. 

Por ejemplo, un artículo reciente de Gothamist describe a las arañas con "un cuerpo de unos diez centímetros de largo y patas que abarcan de quince a veinte centímetros, más o menos del tamaño de una mano humana".

"Eso es completamente ridículo", dice Shockley. "Tendrías que estirar esta cosa como un dispositivo de tortura medieval para conseguir [patas de] cuatro pulgadas [10 centímetros], por no hablar de seis pulgadas [15 centímetros]".

Es más, en esta época del año, todas las arañas joro de Estados Unidos no son más grandes que un grano de arroz. Los adultos mueren cada invierno, los huevos eclosionan en primavera y el ciclo vuelve a empezar.

Ante tanta desinformación, echemos un vistazo a otras afirmaciones que circulan por Internet.

¿Pueden volar las arañas joro?

"Por la forma en que están redactados los titulares, parece como si fueran los monos del Mago de Oz", afirma David Coyle, profesor adjunto y experto en especies invasoras de la Universidad de Clemson (en Carolina del Sur, EE. UU.).

En realidad, ninguno de los ejemplares de grandes joros adultos que suelen aparecer en las noticias es capaz de volar. Sin embargo, cuando son crías, el joro y muchas otras arañas pueden surcar los cielos en un proceso de dispersión común llamado vuelo en globo.

"Justo después de nacer, las pequeñas crías pueden tener el tamaño de una semilla de sésamo", dice Coyle. "Algunas se elevarán y levantarán el abdomen. Sacarán unas cuantas hebras de seda y algunas se las llevará el viento". 

Sí, como en la novela La telaraña de Carlota.

"Odio decírselo a la gente, pero cada primavera hay probablemente miles de arañitas volando en globo sobre tu cabeza, y la gente no tiene ni idea de que está ocurriendo".

En cuanto a su "vuelo" a nuevos estados, Shockley dice que "han ampliado su área de distribución, pero no es sorprendente que una especie introducida en 10 años se haya desplazado, ya sabes, un estado".

Añade que "todavía no sabemos realmente nada sobre cómo [sobrevivirían] a los inviernos del noreste, porque obviamente todavía no están allí".

¿Son venenosas las arañas joro?

En realidad, se trata de una pregunta con trampa, ya que "las arañas son depredadoras y utilizan veneno para capturar a sus presas", afirma Shockley.

Esto significa que casi todas las arañas de la Tierra son venenosas, salvo dos pequeñas familias que han perdido la capacidad de producir veneno.

La verdadera cuestión es si un animal es venenoso de forma que pueda dañar a las personas. En el caso de las arañas de Estados Unidos, se trata de una categoría increíblemente pequeña que incluye a las viudas negras y las reclusas pardas, pero no a los joros, cuyo veneno no es tóxico para las personas.

De hecho, los escasos informes sobre picaduras de joros sugieren que se trata de algo intermedio entre el picor de una picadura de mosquito y el dolor de una picadura de abeja.

(Relacionado: Todo lo que crees saber sobre las arañas es erróneo)

¿Son agresivas las arañas joro?

A pesar de ser relativamente grande y de colores brillantes, la araña joro es un poco pusilánime.

"Según mis investigaciones, son muy tímidas", afirma Andy Davis, investigador científico de la Universidad de Georgia: "Si las dejas en paz, te dejarán en paz, y ambos podréis dedicaros a vuestros asuntos".

En un estudio de 2023 publicado en la revista Arthropoda, Davis descubrió que cuando se las amenazaba con una bocanada de aire, las arañas nativas se quedaban congeladas durante unos 96 segundos antes de reanudar sus tareas arácnidas.

Las arañas joro, en cambio, no volvían a moverse en más de una hora, lo que las convierte en los arácnidos más tímidos de los que se tiene constancia.

"He sujetado arañas joro docenas de veces", añade Coyle, que nunca ha sufrido una picadura: "Mis hijos las han sujetado. Suelen ser muy dóciles".

"Para mucha gente sólo son grandes y dan miedo, pero eso no significa necesariamente que sean malas o que tengan intenciones malévolas o maliciosas".

La verdad sobre las arañas joro

Por muy inoportunas que sean las arañas joro en Estados Unidos, algunos expertos dicen que es hora de acostumbrarse a sus nuevas vecinas.

Es difícil de convencer", dice Davis, “pero quizá, en lugar de intentar acabar con ellas, la gente debería aprender a convivir con ellas”. Su propagación es exponencial. Hay millones y millones de ellas".

En cuanto a su impacto en el medio ambiente, es probable que sea mixto. Las joros se alimentan de otras especies invasoras, como la chinche apestosa y la mosca linterna manchada. Sin embargo, también hay pruebas de que están superando a las especies de arañas autóctonas.

Aun así, Coyle no ve muchas razones para matarlas nada más verlas.

"Si te provoca alegría, machácalas", dice. "¿Vas a causar algún impacto medible en la población? No, no lo vas a hacer".

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    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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