Este pingüino nadó más de 3000 kilómetros hasta Australia pero no sabemos porqué
A medida que el cambio climático llega a la Antártida, entender por qué algunos pingüinos acaban tan lejos de su hábitat natural puede ayudar a los esfuerzos de conservación del futuro.
El pingüino emperador apodado 'Gus' fue descubierto en una playa cerca de Denmark, Australia, el 1 de noviembre de 2024.
Como entusiastas navegantes de la naturaleza, los pingüinos a menudo deambulan por los límites lejanos de sus territorios.
Normalmente, estas exploraciones heladas son bastante efímeras. Pero en una hazaña asombrosa, un pingüino emperador, solo y desnutrido, tocó tierra recientemente en una playa de Australia, a más de 3000 kilómetros de distancia de su Antártida natal.
Para un ser humano, esa distancia equivale a dar más de 44 000 vueltas en una piscina olímpica de 50 metros.
El 1 de noviembre, el macho adulto fue visto caminando por Ocean Beach en Denmark, una ciudad en Australia Occidental, donde más tarde fue llevado a un lugar seguro por expertos locales en vida silvestre. La llegada del pingüino emperador, ahora apodado Gus, marca la primera vez que la especie llega al continente.
En el mundo de las aves, los desplazamientos raros como estos se conocen como vagancias, dice Casey Youngflesh, profesor asociado de la Universidad de Clemson (Estados Unidos) que utiliza la ciencia de datos para estudiar la ecología y comprender los impulsores de la biodiversidad.
Gus en la arena de una playa cerca de Denmark, Australia. Los expertos están intentando explicar por qué y cómo llegó hasta ahí.
"Si una especie apareciera en un lugar de manera constante, simplemente lo consideraríamos parte de su área de distribución", dice. "A decir verdad, todavía no entendemos mucho sobre el medio ambiente marino y no tenemos una buena idea de dónde pasan su tiempo muchos animales", añade.
A la deriva en el lugar más frío de la Tierra, los pingüinos emperador, que pueden crecer hasta 1,15 metros de alto y vivir entre 15 y 20 años, generalmente residen en colonias con poblaciones que pueden oscilar entre unos pocos cientos y miles de miembros. Pero incluso agruparse no es una garantía para sobrevivir a los elementos, y los pingüinos deben todas sus ventajas a varias adaptaciones únicas.
Las plumas increíblemente densas protegen a los pingüinos de las temperaturas bajo cero de la Antártida y los vientos cortantes, y las reservas sustanciales de grasa les permiten ayunar durante largos períodos. Estos animales también son grandes nadadores, capaces de sumergirse a profundidades de más de 450 metros.
Aunque estas habilidades pueden no servirles tan bien en climas mucho más cálidos, estas características ciertamente podrían haber ayudado a este pingüino macho a hacer el arduo viaje a Australia, dice Youngflesh.
A Gus le encontraron vivo y en movimiento, pero con un peso muy bajo, lo suficiente como para que su columna vertebral fuera visible, según un rehabilitador de vida silvestre del Departamento de Biodiversidad, Conservación y Atracciones del país. Es probable que Gus necesite semanas de rehabilitación antes de que vuelva a estar completamente sano y pueda ser liberado de nuevo en aguas conocidas.
Determinar qué exactamente causó que el pingüino terminara donde lo hizo es otro asunto, ya que algunos expertos sugieren que se podría haber desviado de su curso por una tormenta y haberse desorientado o que algunos de sus otros sentidos de navegación se vieran interrumpidos de alguna manera.
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No se trata de un caso único, pero si raro
Este acontecimiento no es único ya que no es la primera vez que se avista a un miembro de la especie lejos de su lugar de origen. En 2011, un residente informó haber visto un pingüino emperador en circunstancias similares, varado en una playa de Nueva Zelanda. En 2002, encontraron un pingüino de Humboldt nativo de América del Sur en Alaska después de que, según los informes, se escondiera en un barco de pesca.
En ambos casos, no hubo ninguna otra interferencia humana y los animales vagabundos probablemente regresaron a casa.
A pesar de la poca frecuencia con la que las aves marinas desembarcan en tierras lejanas, el caso de Gus puede ser indicativo de la rapidez con la que está cambiando el entorno antártico y de cómo se ven afectadas las especies locales. Los pingüinos emperador, por ejemplo, dependen del hielo marino estable para reproducirse, pero a medida que el cambio climático provoca cada vez más el derretimiento de las plataformas de hielo, se espera que la población de la especie experimente una rápida disminución de la población en las próximas décadas.
Estos grandes cambios ambientales, junto con la disminución de las fuentes de alimento, significan que algunos animales deben buscar comida y refugio más lejos de lo que lo harían de otra manera. Con ese fin, si bien este evento inusual no es actualmente indicativo de un patrón más grande, los expertos deben tomar nota, ya que la vagancia de los animales a veces puede ser un predictor de futuras expansiones del rango, dice Youngflesh.
"Una frecuencia cada vez mayor de tales eventos podría sugerir que algo está cambiando para esta especie", dice.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.