¿Por qué estos monos están empeñados en aparearse con ciervos?
Dos grupos diferentes de macacos han sido vistos en Japón montando ciervos sika. El comportamiento podría formar parte de una "cultura" compartida entre los animales.
Un macaco hembra se prepara para montar a un ciervo sika en noviembre de 2023 en la isla de Yakushima (Japón).
En 2015, en la boscosa isla japonesa de Yakushima, un macaco macho saltó sobre el lomo de una hembra de ciervo sika y empezó a intentar aparearse con ella.
En ese momento, los investigadores creyeron que este comportamiento inusual podría explicarse con el bajo estatus del macho, tal vez sirviendo como una salida por no tener oportunidades de reproducción dentro de su propia especie. En otras palabras, parecía ser un encuentro aislado, que casualmente había sido captado por una cámara.
Pero entonces, en 2018, volvió a suceder.
Solo que esta vez, eran cinco macacos hembra los que montaban y se frotaban con ciervos macho. Es más, el comportamiento apareció en una zona totalmente nueva: el Parque Nacional Meiji no Mori Minō Quasi, cerca de Osaka, Japón, que está a unos 600 kilómetros de Yakushima y atravesando el océano Pacífico.
Mientras tanto, en Yakushima, los investigadores siguieron observando el comportamiento de montar ciervos en 2020, 2021 y 2023. Curiosamente, algunos de los incidentes posteriores parecían implicar al mismo macho que inició por primera vez el comportamiento en 2015. Los investigadores identificaron al mono por sus llamativos ojos almendrados, aunque no pueden estar completamente seguros de que se trate del mismo ejemplar.
“Es difícil de reconocer, pero cuando eres primatólogo, tienes que reconocer a cada individuo del grupo”, afirma Cédric Sueur, primatólogo de la Universidad de Estrasburgo (Francia).
Sin embargo, si se trata realmente del mismo mono, otros monos de la tropa pueden haber aprendido de él la monta de ciervos, difundiendo el comportamiento a través de lo que se conoce como transmisión social, informan Sueur y sus coautores en un estudio publicado este diciembre en la revista Cultural Science.
“Lo interesante es que quizá la primera vez que el macho lo hizo fue por frustración sexual, es decir, con un propósito concreto”, dice Sueur.
Pero ahora que el macho ha ascendido a un rango dominante y las hembras a su alrededor también lo hacen, “el comportamiento está cambiando con el tiempo; se está volviendo más complejo”, dice Sueur.
Amigos con derecho a roce
Dejando a un lado por un momento las insinuaciones sexuales, los ciervos sika y los macacos ya mantienen una interesante relación entre especies.
Los ciervos siguen a los monos, comen la comida que dejan caer de los árboles y mordisquean sus excrementos. Los macacos, a su vez, se alimentan de garrapatas y otros parásitos nutritivos que arrancan a los ciervos.
Este tipo de intercambio de servicios en el que ambas especies se benefician es lo que la comunidad científica llama mutualismo. Según Judith Bronstein, ecóloga evolutiva de la Universidad de Arizona (Estados Unidos) que estudia el mutualismo y no participó en la nueva investigación, todo lo relacionado con el hecho de que los monos y los ciervos se alimenten mutuamente encaja en la definición. Sin embargo, la conducta de montar parece otra cosa.
“Mi hipótesis es que los ciervos toleran socialmente a los macacos porque les están quitando los parásitos”, dice Bronstein.
Y una vez que los ciervos aprendieron a tolerar un comportamiento, quizá empezaron a tolerar también otros.
Por ejemplo, a veces parece que un mono se sube a la espalda del ciervo y descansa. Cuando Sueur y sus coautores examinaron 45 interacciones entre macacos y ciervos grabadas en vídeo en un segundo trabajo publicado en la revista Primates, descubrieron que la mayoría de los monos se limitaban a sentarse sobre el ciervo. La hipótesis del equipo es que una o ambas especies podrían incluso disfrutar del calor adicional del contacto corporal. Después de todo, ya se sabe que los macacos se acurrucan cuando hace frío.
“Es probable que ambos obtengan múltiples beneficios de ello”, afirma Bronstein. “Está claro que hay protección e intercambio nutricional, sólo por el hecho de que los ciervos no se escapan cuando los macacos están cerca”.
Mientras Sueur y sus colegas buscaban otras posibles explicaciones para la monta, los científicos descartaron la idea de que los macacos pudieran estar utilizando a los ciervos para desplazarse. Los ciervos se mueven a veces mientras los macacos los montan, pero el tiempo y la distancia recorridos no fueron estadísticamente significativos.
El equipo no pudo descartar una de las hipótesis más extrañas: que los ciervos pudieran estar adquiriendo los nutrientes habituales ingiriendo la eyaculación de los macacos macho. Pero Bronstein se muestra escéptico.
“Creo que probablemente sólo sea molesto, ¿no? Tienen algo en la espalda y se lo quitan. Creo que no tiene sentido”, dice Bronstein.
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¿Comparten “cultura” los monos y los ciervos?
Aunque todas estas interacciones entre las dos especies son científicamente interesantes, siguen siendo raras y difíciles de observar, lo que hace que asignarles un significado sea una tarea aún más difícil.
“La última vez que fui a Yakushima, pasé allí cinco días y sólo pude observarlo durante dos segundos”, dice Sueur.
Aun así, el hecho de que el comportamiento se dé entre ambos sexos y ahora en dos lugares distintos sugiere que los macacos y los ciervos sika pueden estar desarrollando lo que los investigadores llaman una “co-cultura” (Sueur y el coautor Michale Huffman propusieron la idea de co-cultura en la revista Trends in Ecology & Evolution en septiembre de 2024).
En los animales, la comunidad científica utiliza la palabra cultura para describir comportamientos que surgen en una o varias poblaciones, pero no en todas. Algunas poblaciones de chimpancés pescan termitas con palos, mientras que otras han aprendido a romper nueces con piedras, por ejemplo. Y distintas poblaciones de ballenas jorobadas cantan canciones diferentes. Pero en el caso de una cocultura, según Sueur, dos especies deben estar desarrollando al mismo tiempo un conjunto de comportamientos que interactúen entre sí.
“En algún otro lugar no se observará ninguna interacción entre ciervos y macacos”, afirma.
Bronstein considera la idea de la cocultura “realmente muy interesante”. Sin embargo, en cuanto a si el comportamiento de montar ciervos se propaga por transmisión social, dice que seguirá siendo una hipótesis hasta que se pueda identificar a los macacos con total certeza.
“Es razonable. Es decir, se trata de individuos superinteligentes, y se conocen millones de casos entre los primates de individuos que adoptan nuevos comportamientos por observarse unos a otros”, dice Bronstein.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.