Las águilas calvas favoritas de Internet, Jackie y Shadow, acaban de tener crías
Tras perder a sus polluelos durante los dos últimos años, estos famosos padres de aves recibieron por fin una buena noticia.

El águila calva Shadow vigila los tres huevos de su nido en lo alto de un árbol de 44 metros de altura en el bosque de Big Bear Lake, en California. Shadow y su compañera Jackie se han convertido en la sensación de Internet gracias a una cámara del nido que documenta su vida diaria.
Jackie y Shadow, una querida pareja de águilas calvas del bosque de Big Bear Lake, a 160 km al noreste de Los Ángeles (California; Estados Unidos), acaban de dar la bienvenida al mundo a dos nuevos polluelos, uno hacia las 4 de la madrugada del 4 de marzo y el otro a las 23:36 del 3 de marzo. El mundo sigue esperando a ver si sale otro aguilucho del tercer huevo de la pareja.
"¿Así que todos estamos llorando de alegría por las crías de águila en mitad de la noche?", comentó un usuario de Facebook en un vídeo de las crías publicado por Friends of Big Bear Valley.
La organización sin ánimo de lucro lanzó una transmisión en directo del nido de águilas en 2015, y desde entonces estas parejas de águilas calvas se han convertido en una sensación en Internet, dice la directora ejecutiva de FOBBV, Sandy Steers.
Con el tiempo, "la gente se encariñó con Jackie y Shadow", dice, por no hablar de sus singulares personalidades en su vida diaria en un pino Jeffrey de 44 metros de altura.
Steers dice que a menudo oye a la gente decir que Jackie y Shadow discuten igual que lo hacen con sus cónyuges. "Se comparan entre ellos, ven la conexión entre ellos y la naturaleza", dice.
Y lo que resulta aún más familiar es la reciente dificultad de las aves para tener crías. Quizá por eso 71 928 personas (una multitud que no cabría ni en Mestalla, el estadio del Valencia C.F.) estaban viendo la cámara del nido la mañana en que llegó la segunda cría.
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Una nueva esperanza para unos polluelos sanos
La saga de Jackie y Shadow es lo bastante convincente como para atraer al público. Su primera nidada de huevos como pareja produjo un único polluelo sano, Spirit, el 3 de marzo de 2022. Pero los dos años siguientes fueron tristes: en 2023 pusieron dos huevos, pero se los comieron los cuervos. Luego, en 2024, hubo tres huevos pero ninguno eclosionó, posiblemente debido al frío extremo o a la falta de oxígeno, según Steers.
Bob Mulvihill, ornitólogo del Aviario Nacional de Pittsburgh, dice que esto está "dentro de los límites de lo que cabría esperar de una joven pareja de apareamiento".

Jackie se inclina para alimentar a sus dos nuevos polluelos, que llegaron el 3 y el 4 de marzo. Las parejas de águilas calvas son padres activos que se turnan para alimentar y proteger a sus crías.
Hasta ahora todo parece ir bien con los nuevos polluelos y, aunque en la naturaleza nunca está garantizado un final feliz, Mulvihill añade que hay motivos para esperar que este año “consigan sacar a los tres del nido”.
Las águilas son aves longevas, y “lo hacen a largo plazo”, afirma Mulvihill. “Tienen una baja reproducción anual, pero a lo largo de su vida se reponen con creces en la población”.
En cuanto a la emoción de ver una emisión en directo como esta, Mulhivill lo entiende.
“Es a la vez alentador, maravilloso, aterrador y terrible ver algo así en directo, porque en un momento todo puede torcerse de una forma completamente natural”, dice. Pero así funciona el mundo salvaje.
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¿Cuánto tardan las águilas en salir del cascarón?
Fue el 22 de enero, hace poco más de cinco semanas, cuando Jackie puso el primer huevo de 2025. El segundo llegó el 25 de enero y el tercero el 28 de enero.
Los observadores de la cámara del nido vieron por fin un pip (o la grieta que significa que ha comenzado la eclosión) en el primer huevo la tarde del 2 de marzo, y en el segundo unas 20 horas más tarde, el 3 de marzo (casualmente, también era el cumpleaños de la última cría de la pareja, Spirit).
“Necesitan mucha energía para romper la cáscara del huevo y el resto para que pueda eclosionar”, explica Lori Arent, directora interina del Centro de Rapaces de la Universidad de Minnesota.
El 4 de marzo por la tarde, los observadores esperaban ver a los polluelos grises y velludos cada vez que Shadow y Jackie se levantaban para verlos o darles de comer pequeños trozos de pescado.
“Vi a uno de ellos comer”, dijo Arent después de ver la transmisión en directo: “Están actuando de forma muy típica para aguiluchos de su edad en este momento”.
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¿Qué ocurre después?
Se sabe que los dos progenitores de una pareja de águilas calvas desempeñan un papel activo en la crianza de sus polluelos: se turnan para sentarse sobre los huevos, darles comida y mantener alejados a los depredadores.
Ahora comen pequeños trozos de pescado, pero pronto, dice Arent, a medida que los pollos crezcan “su apetito va a aumentar drásticamente y va a ser necesario que ambos padres cacen para llevarles suficiente comida”, por lo que con el tiempo “puede que no los veas en el nido en absoluto”.
Las plumas no aparecen en los pollos de águila calva hasta pasados unos 24 días. Los polluelos empiezan a volar a las 10 o 12 semanas y abandonan definitivamente el nido un mes después.
Disfrutad de los momentos de tranquilidad mientras podáis, Jackie y Shadow.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.
