5 de septiembre 2010
Los veloces berrendos se encuentran entre los animales más rápidos de Norteamérica. Pueden correr a 85 kilómetros por hora, dejando atrás a los coyotes y linces rojos que les persiguen. Además, son excelentes corredores de fondo, capaces de recorrer muchos kilómetros a mitad de velocidad.
Los berrendos miden alrededor de un metro de alto hasta los hombros. Son de color marrón rojizo, pero presentan vientres blancos y amplias bandas del mismo color en las gargantas. Cuando se asustan, se les eriza el pelo de la grupa, mostrando un penacho blanco de advertencia visible a kilómetros de distancia.
Ambos sexos lucen impresionantes cuernos curvados hacia atrás. Los cuernos se dividen para formar dos puntas orientadas hacia delante, de ahí su nombre en inglés, «pronghorn», que significa «cuerno de púas». Los cuernos de algunos ejemplares miden más de 30 centímetros.
Al igual que otros animales con pezuñas provistas de dedos pares, los berrendos son rumiantes, es decir, mastican comida parcialmente digerida. El alimento favorito de este veloz herbívoro es la hierba, la artemisa y otras plantas.
Los berrendos se aparean en otoño en las tierras áridas y abiertas del oeste de Norteamérica. Los machos forman harenes de hembras y los protegen celosamente, luchando a veces contra sus rivales en espectaculares y peligrosas refriegas. En primavera, las hembras paren una o dos crías, que en pocos días podrán correr más rápido que un humano.
Los berrendos están expuestos a la caza en gran parte de su territorio natural, pero algunas subespecies están en peligro.