15 de octubre de 2012
Descubren en China una especie de tortuga, de caparazón blando, que orina por la boca.
Según los científicos, el hallazgo podría ayudar a pacientes humanos con insuficiencia renal.
El equipo de investigadores de la Universidad de Singapur descubrió que las tortugas, de la especie Pelodiscus sinensis, introducen la cabeza en charcos de agua y mueven la lengua, aunque no para beber.
El director del estudio Yuen K. Ip y sus colegas sabían que estas tortugas cuentan con estructuras similares a las branquias dentro de la boca, que se creía que servían de ayuda para respirar, aunque posteriormente se comprobó que no es así.
«Seguíamos viendo algo raro», comentó Ip por correo electrónico. «Si tienen pulmones, ¿por qué tienen que sumergir la cabeza en el agua para respirar?».
Orinar por la boca
En su investigación, el equipo adquirió tortugas vivas en un mercado local, y las mantuvo en agua durante seis días. Sólo el 6% de la urea, el componente principal de la orina animal aparte del agua, terminó en la orina del sistema urinario corriente.
Tras sacarlas del agua, pero con acceso a un charco, las tortugas introdujeron la cabeza e hicieron enjuagues con el agua, expulsando 50 veces más urea. Ésta viaja a través de los torrentes sanguíneos de los animales hasta la boca, por lo que técnicamente no se trata de micción.
Asimismo, los científicos descubrieron que estas tortugas tienen un gen que produce una proteína que ayuda a expulsar urea; ésta se manifiesta en la boca, no en los riñones.
Si tenemos en cuenta que estos animales viven en aguas salobres, la capacidad de orinar por la boca constituye una adaptación muy eficaz.
Si las tortugas expulsaran la orina de forma tradicional, un proceso que requiere grandes cantidades de agua, necesitarían más agua para permanecer hidratadas, lo que según Ip, llevaría a «un círculo vicioso de absorción de agua salada».
Las tortugas, al igual que nosotros, tendrían que beber más agua salada para reducir la sal de la sangre, pues no pueden expulsar la sal con la orina, proceso que se repetiría continuamente hasta que el agua salada resultara fatal.
En lugar de eso, al hacerlo por la boca sin beber agua salada, consiguen mantenerse sanas.
«La capacidad de expulsar la orina por la boca en lugar de a través del riñón ha ayudado a la Pelodiscus sinensis y otras tortugas de caparazón blando a dominar el medio marino o salobre», comenta Ip.
Una ayuda para estudios con humanos
Según Ip, el resultado de la investigación podría ayudarnos «a resolver problemas médicos».
En otras palabras, estas tortugas podrían algún día servir de ayuda a aquellas personas con insuficiencia renal, que tienen que someterse a diálisis para eliminar las toxinas de la sangren.
«Hipotéticamente, con los mecanismos necesarios, un paciente con insuficiencia renal pudría expulsar urea por la boca, igual que las tortugas», afirma Ip.
De momento, y quizá para alivios de algunos, se trata solo de una idea.