1 de julio de 2015
Ya sea para bien o para mal, los insectos están de vuelta para la temporada de verano. Repasemos algunas curiosidades sobre ellos.
¿Cuál es la peor picadura?
Justin Schmidt, entomólogo de la Universidad de Arizona (Estados Unidos), es el mayor experto: elaboró una lista, clasificándolas del 0 al 4 por su dolor, siendo el 4 la peor de todas.
Según el índice Schmidt, la peor picadura es la de la llamada hormiga bala (Paraponera clavata), con una escala 4.0+.
El experto describe el dolor como «puro, intenso y brillante, como andar sobre brasas incandescentes con clavos oxidados de siete centímetros taladrando el tobillo», que puede durar hasta 24 horas.
Sin duda, para hacer una descripción como ésta, Schmidt ha tenido que sufrirlo más de una vez.
¿Por qué algunos no tienen alas?
Según Andrew Polaszek, del Museo de Historia Natural de Londres, hay machos de varias especies de insectos que no tienen alas, mientras que las hembras, sí.
Uno de los motivos de este peculiar rasgo podría ser que los machos suelen aparearse con hermanas o miembros de su familia cerca de donde nacen, por lo que no necesitan dispersarse. Por ejemplo, en el caso de las llamadas avispas de los higos, «los machos son morfológicamente inferiores, salvo en lo que se refiere al sexo».
El experto habla del caso particular de una avispa de la familia Mymaridae que no tiene alas y es ciega y cuya única función es el apareamiento. Ahora mismo está estudiándola y busca una hembra de la misma especie.
Además, la carencia de alas suele darse también en machos que luchan entre ellos para ganarse el favor de las damas.
Un caso especial
Un insecto particularmente curioso es la polilla de la adelfa, con sus brillantes colores y dibujos, aunque no es menos llamativa durante su primera etapa de vida: efectivamente, el color naranja y los pelos negros que cubren las orugas las hacen únicas en el mundo animal.
Además, la polilla es inmune al veneno de la adelfa, aunque la exposición a la planta la vuelve venenosa, a su vez, para los pájaros que la incluyen en sus dietas. También es poco frecuente que las polillas sean activas durante el día, algo que sí que ocurre en este caso. Una suerte para nosotros, pues nos resulta más fácil verlas y disfrutar del espectáculo.