Esta historia forma parte de Photo Ark, de Joel Sartore, el mayor catálogo fotográfico de especies en peligro de extinción. No te pierdas la exposición fotográfica en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, del 5 de octubre al 5 de enero. Más información aquí.
NOMBRE COMÚN: Hurón patinegro
NOMBRE CIENTÍFICO: Mustela nigripes
TIPO: Mamíferos
DIETA: Carnívoros
ESPERANZA DE VIDA EN LIBERTAD: 12 años
TAMAÑO: 40 – 50 cm, cola: 10 - 12cm
ESTADO EN LA LISTA ROJA DE LA UICN: Amenazada
TENDENCIA DE LA POBLACIÓN ACTUAL: Decreciente
El hurón de patas negras también podría llamarse hurón de ojos negros debido a la máscara distintiva que adorna su cara. Los hurones marrones también tienen marcas negras en los pies, las patas y la punta de la cola.
Disminución de la población
El cuerpo largo y delgado de este animal, como el de una comadreja, le permite arrastrarse por los agujeros y las madrigueras de su presa principal: el perro de las praderas.
Aunque los hurones de patas negras a veces comen ardillas, ratones y otros roedores, los perritos de las praderas son esenciales para su supervivencia, constituyendo la mayor parte de la dieta de los hurones. Estos depredadores voraces los cazan en sus propias madrigueras, y se refugian en viviendas abandonadas para perros de las praderas.
Muchas poblaciones de perros de las praderas se convirtieron en ‘pueblos fantasma’ a medida que las poblaciones sufrían un declive del siglo XX. Los granjeros y rancheros (con ayuda del gobierno) eliminaron a muchos perros de las praderas porque sus madrigueras destruían los campos, por lo que, durante ese proceso, el hurón patinegro estuvo a punto de desaparecer. En 1987, 18 animales fueron capturados en la naturaleza para comenzar un programa de cría en cautividad, que desde entonces reintrodujo hurones en hábitats occidentales prometedores.
Reintroducción en la naturaleza
Los esfuerzos de reintroducción del hurón han sido variados, debido a que necesitan poblaciones de perros de la pradera para sobrevivir, pero también enfrentan amenazas de depredadores como águilas reales, búhos y coyotes. Los animales reintroducidos carecen de algunas habilidades de supervivencia, por lo que su tasa de mortalidad es alta. Las enfermedades son otra gran amenaza para los perros de las praderas y, por tanto, para los hurones patinegros que dependen de ellos. Estos animales solitarios viven solos, y en mayo y junio las hembras dan a luz a camadas de una a seis crías que pueden sobrevivir solas.