12 de abril de 2016
Al fin buenas noticias para los tigres. Gracias al éxito de los programas de conservación en India, Rusia y Nepal, la población mundial de tigres en libertad ha aumentado significativamente en los últimos años, según el último informe publicado por la World Wildlife Fund (WWF). Este nuevo estudio ha sido presentado en un encuentro de los líderes mundiales en la India para tratar los próximos pasos en la conservación de esta icónica especie muy amenazada.
El informe estima que el número total de tigres viviendo en libertad es de 3.890 frente a los 3.200 de 2010, año en que los países con población de tigres alcanzaron un acuerdo crucial para duplicar la población de este felino para 2022. Desde entonces se ha hecho un gran esfuerzo para cumplir ese objetivo, y así, esta es la primera vez en más de 100 años que el número de tigres ha aumentado mundialmente.
"Estamos gratamente sorprendidos con estos números que indican el esfuerzo y las buenas medidas de conservación que se han tomado”, ha comentado Ginette Hemley, vicepresidenta de conservación de WWF.
La fundación ha recopilado los datos de los informes de varios países, entre los que se incluyen India y Bangladesh, así como en las estimaciones de científicos independientes de la International Union for the Conservation of Nature, la autoridad mundial en conservación de la biodiversidad. Tales estimaciones han sido necesarias en países donde no se había realizado informes oficiales de la población de tigres, como China, Indonesia, Malasia y Myanmar.
"Este informe nos muestra un gran momento para el tigre, pero debe tomarse con cautela”, ha declarado Luke Dollar, que gestiona la Big Cats Initiative para National Geographic Society. "El peligro sigue siendo alto y los tigres continúan en riesgo de desaparición”.
Historias de éxito
Varios países han visto crecer el número de tigres que viven en su territorio, como Rusia e India. Dos tercios del total de tigres viven en India, incrementándose desde los 1.706 ejemplares a 2.226 en los últimos cinco años. El país ha aumentado el número de patrullas contra la caza furtiva y ha ofrecido recompensas a los agricultores o aldeanos que sufran pérdidas de ganado por el ataque de los tigres, como medida para prevenir las muertes por represalia de los ganaderos afectados.
India también ha invertido para promover el turismo sostenible en las reservas de tigres, un modelo que funciona tan bien que los responsables hablan de la posibilidad de ampliar el sistema de reservas.
Una situación similar a la de Nepal, donde el número de tigres ha aumentado un 60%, hasta alcanzar los 198 ejemplares gracias a los esfuerzos para reducir la caza furtiva. Otros países con crecimiento han sido Rusia (de 360 a 443) y Bután (de 75 a 103) gracias al esfuerzo y compromiso de los gobiernos de estos países, según ha reconocido Hemley.
Alerta en Bangladesh, China y Vietnam
Pero no también hay sombras en este proceso para recuperar al tigre. En Bangladesh el número ha descendido de los 440 a los 106. Hemley cree que lo más probable es que se deba a que el gobierno ha realizado un informe más preciso aportando un número más real respecto a los realizados con anterioridad.
En extremo inferior, el estudio advierte sobre los alarmantes números de China, con solo siete tigres en libertad, cinco en Vietnam, dos en Laos y ninguno en Camboya.
Indonesia y Malasia son importantes para la supervivencia a largo plazo de esta especie, aunque estos países están condicionados por la caza furtiva y el desarrollo del país (a veces ilegal) que amenaza el hábitat del tigre. Además, ninguno de ellos ha elaborado un recuento y las estimaciones son poco reales: 371 tigres en Indonesia y 250 en Malasia.
Mercado negro en China
El comercio de productos relacionados con el tigre es ilegal en la mayor parte del mundo, pero el mercado negro sigue existiendo.
Para que la población de tigres se pueda estabilizar, la demanda de pieles y otro tipo de comercio alrededor de él se debe reducir en Asia y especialmente en China, aconseja el informe. WWF y otras organizaciones han estado trabajando en campañas de sensibilización, así como la presión en los gobiernos de esos países para endurecer las penas a los traficantes.
Los conservacionistas han trabajado junto a los líderes de la medicina tradicional china para reducir la cantidad de productos de tigre que incluyen en sus tratamientos, que según los expertos, está lejos de funcionar. Sin embargo no deja de crecer el mercado negro en China de champús, tónicos, y “baratijas” hechas con tigres, a menudo como símbolo de estatus.
El mensaje general es de esperanza, aunque con cautela, dice Hemley. "El hecho de que el número de tigres haya aumentado es significativo, pero todavía tenemos un largo camino por recorrer".
El primer paso, asegura Luke Dollar, es “redoblar" los compromisos de conservación por parte de los líderes indios esta misma semana en la 3ª Conferencia Ministerial de Asia sobre la conservación del tigre. La cooperación en materia de tigres entre países es un avance, ya que también puede servir como puente hacia la cooperación en otras cuestiones. "Salvando la Naturaleza, a menudo nos salvamos a nosotros mismos”.