Este es Kermie, un perezoso de dos dedos que solo tiene unos meses y está aprendiendo a trepar. Puede que siempre tengan una apariencia risueña, pero los perezosos, estos adorables y peludos dormilones del reino animal, se encuentran en peligro.Las seis especies que viven en Sudamérica y América Central se encuentran o en peligro de extinción o con poblaciones en declive debido a la invasión humana de sus hábitats. La fotógrafa y conservacionista de primates Sam Trull ha pasado unos años documentando a estos carismáticos habitantes de los árboles.“Me mudé a Costa Rica para trabajar con primates. Y fue allí donde vi a mi primer perezoso, el resto es historia”, afirma ella.En un refugio para fauna dirigido por la organización estadounidense sin ánimo de lucro Kids Saving the Rainforest, Trull ha ayudado a criar a muchos bebés perezosos huérfanos o abandonados, la mayoría de los cuales han sido puestos en libertad posteriormente. Durante su estancia ha documentado su trabajo con fotografías que ahora aparecen en su primer libro, Slothlove.
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