5 de septiembre de 2010
La nutria de América del Sur es la más grande del mundo. Mide casi dos metros de largo y vive únicamente en los ríos y arroyos de los sistemas fluviales del Amazonas, el Orinoco y La Plata.
Este enorme miembro de la familia de los mustélidos nada impulsándose con su potente cola a la vez que flexiona su cuerpo esbelto. Se ayuda también de sus patas palmeadas, de la piel resistente al agua que le mantiene seca y caliente y de sus orejas y ventanas de la nariz, que se cierran cuando se sumerge en el agua.
Los peces constituyen la parte fundamental de su dieta. Caza en solitario o en grupo, coordinando esfuerzos en ocasiones y tratando de tener éxito a menudo para poder cubrir su cuota de tres o cuatro kilogramos de alimento diario. La dieta se complementa con crustáceos, serpientes y otros animales del entorno.
Las nutrias gigantes viven en grupos familiares compuestos por los padres monógamos y la prole, que aumenta cada año tras la época de apareamiento. Construyen sus guaridas cavando en las orillas o bajo troncos de árbol caídos y marcan su territorio, que defenderán agresivamente.
Como la mayor parte de sus congéneres, las nutrias gigantes dan a luz en tierra. Las hembras se refugian en sus guaridas subterráneas y paren camadas de entre una y seis crías. Las jóvenes nutrias permanecen en la guarida durante un mes, en el que crecen rápidamente. Pasados nueve o diez meses cuesta trabajo distinguir entre la madre y las crías.
Las nutrias gigantes de río han sido cazadas exhaustivamente, por lo que hoy en día se encuentran entre las especies de nutria menos numerosas del mundo: se cree que apenas sobreviven unos pocos miles de ejemplares en libertad.