5 de septiembre de 2010
El pulpo gigante del Pacífico es el más grande y el más longevo de todas las especies de pulpo. El récord de tamaño lo ostenta un espécimen de 9 metros de ancho y 272 kilogramos de peso. Un ejemplar medio está en torno a los 5 metros y los 50 kilogramos.
Suelen vivir unos cuatro años, y tanto el macho como la hembra mueren poco después de criar. Las hembras viven lo suficiente para cuidar de sus huevos con el mayor esmero, hasta el punto de que no toman alimento alguno durante los meses que dura el período de incubación, y mueren poco después.
El pulpo gigante del Pacífico tiene una enorme cabeza en forma de bulbo y un color castaño rojizo. Al igual que los demás miembros de la familia de los pulpos, tienen en la piel células pigmentarias especiales que les permiten cambiar de color y textura y confundirse incluso con los corales, las plantas y las rocas de diseños más intrincados.
Los pulpos cazan de noche y se alimentan principalmente de gambas, almejas, langostas y peces, aunque se sabe que también atacan y devoran a tiburones y aves, usando sus afiladas bocas en forma de pico para pinchar la carne de sus presas y desgarrarla. Su zona de distribución abarca las aguas templadas del Pacífico, desde el sur de California hasta Alaska, y por el oeste, hasta las Islas Aleutianas y Japón.
Criaturas de gran inteligencia, los pulpos gigantes del Pacífico han demostrado ser capaces de abrir tarros, imitar a otros pulpos y encontrar la salida de laberintos en pruebas de laboratorio. Se desconoce su población,aunque en la actualidad no están incluidos en ninguna lista de animales vulnerables o en peligro. Sí se sabe que son sensibles a las condiciones medioambientales y que podrían estar sufriendo los altos niveles de contaminación en sus hábitats.