¿Se alimentaba de plantas este ejemplar recién descubierto de dientes de sable?
4 de abril de 2011
Mucho antes de la edad de los dinosaurios, vivió el Tiarajudens eccentricus, que estaba armado con un increíble arsenal de dientes que servían para triturar, desgarrar, e incluso asustar. A pesar de todo esto, un estudio afirma que el recién descubierto mamífero, antecesor del dientes de sable, era vegetariano.
Los investigadores dicen que este animal, del tamaño de un perro grande, no sólo tenía unos caninos tan grandes como lápices, sino que su paladar parecía estar repleto de dientes, lo que le permitía reemplazar los dientes perdidos con rapidez, como sucede con los tiburones.
Este fósil vegetariano, de 260 millones de años y parte del suborden de los anomodontos, dentro del orden de los terápsidos (a menudo llamados reptiles mamiferoides), “parece una combinación de distintos animales, y cuesta un rato creérselo cuando uno se encuentra este animal delante”, comentó el paleontólogo Juan Carlos Cisneros, que descubrió el fósil en Brasil.
"Tiene los incisivos de un caballo, que son muy buenos para cortar y arrancar plantas; los grandes molares de una capibara, para triturar; y los caninos de un gato dientes de sable".
El paleontólogo Jörg Fröbisch explicó que estos enormes dientes eran una sorpresa, teniendo en cuenta que la dieta del animal consistía en plantas fibrosas.
"Uno espera que sean los carnívoros los que tengan dientes de sable” afirmó Fröbisch, de la Universidad de Humboldt, en Berlín.
"Los animales más conocidos de este tipo son, sin lugar a duda, los gatos o tigres dientes de sable, pero hay algunas otras formas (extintas) conocidas entre los marsupiales, familiares de los canguros y los wombats” añadió Fröbisch, que no participó en el estudio del Tiarajudens eccentricus, que se publicará mañana en la revista Science.
Los autores del estudio especulan con la posibilidad de que los dientes de sable del T. eccentricus le hubieran servido para disuadir a depredadores o para intimidar o herir a rivales de la misma especie.
"Los dientes de sable que estaban sólo para mostrarlos o para pelear con miembros de la misma especie es algo que pensábamos que había aparecido en los herbívoros de hace menos de 60 millones de años” afirmó Cisneros, director del estudio y perteneciente a la Universidad Federal de Pinauí, en Brasil.
"Si el Tiarajudens eccentricus los hubiese utilizado de esta forma, entonces esta característica apareció mucho antes, en la época en que las comunidades terrestres estaba dominadas por... herbívoros.
Dientes puestos a prueba: ¿el secreto de éxito evolutivo?
¿Por qué tenía el Tiarajudens eccentricus (“el diente excéntrico de la región de Tiaraju”), todo un vegetariano, semejante dentición idiosincrásica? La respuesta puede encontrarse en la experimentación evolutiva.
No importa lo inusuales que sean, pero los extraordinarios dientes del Tiarajudens eccentricus' encajan casi del todo durante un mordisco, lo mejor para triturar y procesar hojas y raíces fibrosas. Este temprano ejemplo de ajuste ceñido de los dientes de un terápsido puede ayudar a comprender por qué los humanos y otros mamíferos están tan bien equipados hoy en día, ya que los mamíferos evolucionaron de los terápsidos.
"Este animal ya era capaz de comer como un rumiante de la actualidad, y eso es algo muy interesante”, explicó Cisneros. Los rumiantes son animales como las vacas y las cabras, que mastican la comida y tienen estómagos complejos consistentes de muchos compartimentos.
Estas excepcionales adaptaciones dentales pueden darnos algunas pistas acerca del asombroso éxito de los amonodontos durante el período Pérmico, antes de que los dinosaurios dominaran la Tierra.
"Los anomodontos fueron el grupo de vertebrados terrestres más próspero, con el mayor número de especies, la mayor cantidad de morfologías diferentes y el mayor grado de adaptaciones ecológicas durante esa época”, afirmó Fröbisch, de la Universidad de Humboldt.
"Existían formas de vida que cavaban, otras que excavaban, otras semiacuáticas, animales del tamñaño de ratas y otros del tamaño de vacas en el mismo grupo, y esto es algo único en el ancestral linaje de los mamíferos”, añadió.
"Estoy seguro de que esta temprana experimentación con diferentes tipos de dientes es parte de la razón por la que este grupo fue tan próspero”.