Los momentos más provocadores de Stephen Hawking: de extraterrestres a agujeros negros
Al famoso físico le gustaba hacer apuestas y predicciones científicas, desde la naturaleza de los agujeros negros al final de la humanidad.
En los setenta, Stephen Hawking, que falleció el 14 de marzo del 2018 a los 76 años, puso patas arriba el mundo de la física cuando anunció que los agujeros negros no son tan negros y que parte de esa luz puede escapar el límite de singularidad, denominado horizonte de sucesos.
Este bombazo, que inspiró una nueva forma de ver los agujeros negros a través de la perspectiva cuántica, no sería la última vez que Hawking se pronunciaría sobre la naturaleza del cosmos de forma tan polémica.
En este artículo hablamos de las apuestas y provocadoras afirmaciones más famosas que Hawking hizo en sus más de 40 años en la vida pública.
Décadas de apuestas sobre agujeros negros
Para aquellos familiarizados con el trabajo de Hawking, que se centró en los misterios de los agujeros negros, quizá sea sorprendente que en su día el físico apostó en contra de su existencia. Pero el pícaro cosmólogo tenía un largo historial de notorias apuestas científicas, muchas de las cuales acabó perdiendo.
El 10 de diciembre de 1974, Hawking apostó con el físico teórico de Caltech Kip Thorne sobre si Cygnus X-1, una enorme fuente de rayos X en nuestra galaxia, era un agujero negro. Ambos estaban bastante seguros de que lo era. Pero a la hora de la verdad, Hawking apostó en contra de Cygnus X-1.
«Para mí fue una forma de póliza de seguro. He trabajado mucho en agujeros negros y todo eso habría sido una pérdida de tiempo si resultase que los agujeros negros no existen», escribió Hawking en su libro de 1988 Breve historia del tiempo. «Pero en ese caso, mi premio de consolación habría sido ganar mi apuesta, con la que me ganaría cuatro años de la revista Private Eye».
En la actualidad, se acepta ampliamente que Cygnus X-1 es un agujero negro. Es más, el descubrimiento de ondas gravitacionales en 2016 no hizo más que confirmar la existencia de los agujeros negros.
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Años después, Hawking entró en otra apuesta relacionada con agujeros negros con Thorne y el físico teórico de Caltech John Preskill. En 1997, el trío apostó sobre si un agujero negro destruye la información codificada en los objetos que devora su campo gravitatorio. Thorne y Hawking apostaron a favor de que los agujeros negros destruyen dicha información, violando aparentemente un principio de la mecánica cuántica. Preskill no estaba de acuerdo.
En 2004, Hawking reconoció haber perdido la apuesta y compró a Preskill una enciclopedia de béisbol como premio. Más adelante, Hawking intentó averiguar cómo conservan la información los agujeros negros, realizando avances importantes en un estudio de 2016 en Physical Review Letters. Pero la paradoja sigue sin resolverse.
El bosón de Higgs de 100 dólares
Los agujeros negros no fueron el único objetivo de las apuestas científicas de Hawking. En 2012, los científicos del Gran Colisionador de Hadrones del CERN hicieron historia al descubrir indicios del bosón de Higgs, la anhelada pieza perdida del modelo estándar de la física de partículas.
El bosón de Higgs, cuya teoría apareció en los sesenta, es la partícula que interactúa con la mayoría de partículas subatómicas para dotarlas de masa. Pero durante décadas, el bosón de Higgs fue endiabladamente difícil de encontrar, tanto que Hawking había apostado con Gordon Kane, de la Universidad de Michigan, si la partícula sería descubierta.
«Hace casi una década, estaba en una conferencia en Corea y Stephen estaba allí», dijo Kane en una entrevista en 2012 con NPR. «Y Stephen me dijo: "Te apuesto que no hay bosón de Higgs". Así que enseguida le dije que aceptaba la apuesta. Después acordamos los detalles y la dejamos en 100 dólares».
Cuando se dio la noticia del descubrimiento del bosón de Higgs, Hawking alabó a Higgs por su labor y señaló que había perdido una apuesta.
¿Es peligrosa la vida extraterrestre?
En sus últimos años, Hawking advirtió repetidamente de los peligros de que la humanidad se encontrara con civilizaciones extraterrestres. En su serie documental de 2010 El universo de Stephen Hawking, sugirió que las civilizaciones alienígenas lo bastante avanzadas para visitar la Tierra podrían ser hostiles.
«Unos extraterrestres tan avanzados podrían convertirse en nómadas que intentarían conquistar y colonizar cualquier planeta que pudieran alcanzar», dijo. «¿Quién sabe cuáles serán los límites?». Y en el documental de 2016 Stephen Hawking: Mis sitios favoritos, Hawking reiteró su opinión: «Encontrarnos con una civilización avanzada podría ser como cuando los nativos americanos se encontraron con Colón. No salió precisamente bien».
Los colegas de Hawking no siempre comparten sus opiniones y muchos de ellos insisten en la gran dificultad del viaje interestelar y en el hecho de que las transmisiones por radio humanas llevan mucho tiempo emitiéndose desde la Tierra, sirviendo de baliza de localización para cualquiera que se encuentre ahí fuera.
«Es muy probable que cualquier sociedad con la capacidad para amenazar a la Tierra ya tenga la capacidad requerida para captar esa fuga que llevamos setenta décadas enviando al firmamento», escribió Seth Shostak, astrónomo del SETI, en un artículo de opinión en 2016 para The Guardian. «Y como llevamos toda una vida llenando los mares espaciales con mensajes en botellas, anunciando nuestra existencia y nuestra posición, es una tontería preocuparse por nuevas botellas».
A Hawking también le maravillaba la idea de la vida extraterrestre y dijo que un hallazgo tal sería «el mayor descubrimiento de la historia». En la misma línea, Hawking apoyó el proyecto Breakthrough Starshot, una iniciativa de 100 millones de dólares que pretende enviar micronaves al sistema estelar de Alpha Centauri, a 4,4 años luz de distancia.
La inteligencia artificial: ¿bendición o perdición?
Hawking también manifestó su alarma por el poder potencial —y las desventajas de— la inteligencia artificial (IA) extendida, que temía que pudiera representar una amenaza existencial para la humanidad.
«El desarrollo de inteligencia artificial completa podría significar el fin de la raza humana», dijo en una entrevista con la BBC en 2014. «Despegaría por sí sola y se rediseñaría a un ritmo cada vez mayor. Los humanos, limitados por la evolución biológica lenta, no podríamos competir con ella y seríamos remplazados».
Hawking no estaba solo en sus preocupaciones respecto a la investigación de IA. Elon Musk, el célebre consejero delegado de Tesla y SpaceX, ha tachado públicamente a la IA de ser «una amenaza existencial». Pero estos comentarios públicos han recibido críticas y algunos los ridiculizan como «tácticas para asustar».
En comentarios posteriores, Hawking insistió en que no toda la IA tendría por qué ser mala: «Los beneficios potenciales de crear inteligencia son enormes», declaró en un discurso de 2016 del que informó The Guardian. «Transformará todos los aspectos de nuestra vida». Pero en su primer Ask Me Anything en Reddit, Hawking expresó una advertencia respecto a quién se beneficiaría de tales avances tecnológicos.
«Si las máquinas producen todo lo que necesitamos, el resultado dependerá de cómo se distribuyan las cosas», afirmó. «Por ahora, la tendencia parece ser que la tecnología potencia un aumento de la desigualdad».