Los relojes europeos funcionan con retraso debido al conflicto en Kosovo
Los dispositivos eléctricos vinculados a la frecuencia eléctrica en el continente funcionan con 6 minutos de retraso desde enero.
Millones de relojes llevan un retraso de seis minutos desde mediados de enero en 25 países europeos, de España a Turquía, debido a un conflicto por la red eléctrica entre Serbia y Kosovo que ha provocado un efecto dominó. Más allá del mal tiempo en la región, las alarmas atrasadas podrían ser las responsables de que los trabajadores polacos, holandeses, portugueses y daneses lleguen tarde al trabajo y quemen la comida.
Los relojes eléctricos vinculados a la frecuencia de la red eléctrica, y no a un cristal de cuarzo, han perdido tiempo de forma gradual en las últimas semanas. Los dispositivos como los relojes con enchufe y los microondas muestran actualmente un retraso de casi seis minutos en la mayor parte del continente, según la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (ENTSO-E), que representa a los operadores europeos de transporte de electricidad. Las islas británicas, Noruega, Suecia y la mayoría de países de Europa del este no se han visto afectados por sus vínculos menores con la red continental.
La causa del problema es una desviación continua del sistema de frecuencia respecto al valor medio de 50 hercios desde mediados de enero de 2018. Por debajo de 47,6 hercios y por encima de 52,4 hercios toda la generación y los dispositivos conectados se desconectarían automáticamente. Los dispositivos cuyo tiempo se basa en el sistema eléctrico se retrasan cuando esa frecuencia disminuye o se adelantan cuando el sistema está por encima de esa frecuencia. La frecuencia media del periodo desde mediados de enero de 2018 ha estado en torno a los 49,996 hercios.
La desviación que afecta a Europa continental se ha detenido, según confirmaron a ENTSO-E los operadores de transporte de electricidad serbios y kosovares EMS y KOSTT. Por supuesto, los relojes pueden ponerse en hora de forma manual; pero para que todos los dispositivos vuelvan a la normalidad automáticamente, debe compensarse la cantidad de energía que falta. La red ha perdido 113 gigavatios hora (GWh) de energía desde mediados de enero. El proceso completo podría tardar varias semanas.
«La devolución de la energía que falta se llevará a cabo para que la frecuencia aumente ligeramente. Una frecuencia superior ayudará a actualizar automáticamente el retraso de los relojes», contó a National Geographic la portavoz de ENTSO-E Claire Camus. Ahora, los operadores europeos deberían llegar a un acuerdo sobre quién devolverá la energía perdida al sistema.
Nunca se había producido en la red conjunta europea una bajada continua de frecuencia, según afirma la organización.
El conflicto político entre Serbia y Kosovo es el culpable. La red compartida por Serbia y su antigua región está conectada a la red eléctrica sincronizada de alto voltaje y el operador de sistemas de transmisión kosovar ha sido incapaz de comprar suministros suficientes para equilibrar su red. Según el Continental Europe Operational Handbook, su homólogo serbio debería haberlo gestionado. «No lo hicieron por razones políticas», explica Camus.
El operador de Belgrado, EMS, culpó a Kosovo afirmando que en enero y febrero su antigua región «estaba descargando sin permiso energía eléctrica no contratada de la red eléctrica sincronizada de Europa continental», según The Guardian.
Ahora que se ha detenido esa desviación de frecuencia, el próximo paso es «negociar un acuerdo político con la Comisión Europea y otras autoridades para que esta situación no se vuelva a repetir», afirma Claire Camus. ENTSO-E y su rama ejecutiva en la Unión Europea «están plenamente movilizadas para encontrar una solución duradera», añadió.
Las fuerzas serbias fueron expulsadas de Kosovo en 1999, tras ataques aéreos de la OTAN dirigidos por Estados Unidos que contribuyeron a poner fin a la represión serbia sobre los separatistas étnicos albanos. Kosovo se separó de Serbia en 2008 y actualmente está reconocido por 112 de los 193 miembros de Naciones Unidas.
La disputa política entre ambos países que provocó que los relojes europeos se atrasaran tiene que ver principalmente con cuestiones regulatorias y de operación de la red, según Reuters. Además, Serbia no reconoce a Kosovo como nación independiente. Ambos países firmaron un acuerdo para operar su red eléctrica en 2015, pero las reivindicaciones opuestas sobre la propiedad de la infraestructura lo convierten en algo más que en un simple documento de papel.