¿Cuáles han sido los efectos de la erupción del volcán de Tonga en España?
La violenta erupción del volcán de Tonga ha generado una onda de choque que ha sido detectada en los Pirineos y ha traído consigo un meteotsunami en el otro extremo del globo terráqueo, el Mediterráneo. ¿Qué ha producido este insólito fenómeno?
Un volcán submarino entró en erupción de forma espectacular en el Reino de Tonga el 15 de enero de 2022, como se ve a la derecha en esta imagen tomada por un satélite meteorológico japonés.
La erupción del volcán submarino del Hunga Tonga-Hunga Ha’apai, a 65 kilómetros de Nukualofa, la capital del reino polinesio de Tonga, en el Pacífico Sur, es la mayor erupción registrada desde el Pinatubo, en 1991.
La explosión, cuya energía ha sido estimada por la NASA en unos 10 megatones, unas 500 veces mayor que la bomba nuclear explosionada en Hiroshima durante la II Guerra Mundial y equivalente a un terremoto de magnitud 5,8 en superficie, según el Servicio Geológico de Estados Unidos, ha sido tan violenta que ha destruido casi por completo el islote que el propio volcán había creado siete años antes.
Hace apenas unas semanas, un volcán submarino entró en erupción, cogiendo el testigo de la reciente erupción del Cumbre Vieja en La Palma. La noche del pasado sábado, España comenzó a registrar los efectos del volcán en nuestros observatorios meteorológicos hacia las 21:30, según informó en sus redes sociales Rubén del Campo, portavoz de AEMET.
Aunque en un principio su estallido parecía inocuo, el volcán terminó por producir una explosión que se escuchó a miles de kilómetros de distancia, generó un meteotsunami en la otra punta del globo, el mar Mediterráneo, y sus ondas acústicas fueron detectadas en Pirineos.
Esa variación de la presión atmosférica generada por la explosión se ha propagado por todo el planeta, desplazándose como una onda de choque, con una velocidad cercana a los 1100 km/h. Todos los observatorios meteorológicos del mundo han registrado una anomalía en sus mediciones de la presión atmosférica en el momento en el que ha llegado esa onda expansiva.
El volcán Tonga estaba agitando el cielo a lo largo y ancho del planeta, provocando un suave “tsunami atmosférico” detectado por diversos tipos de sensores, como los barómetros integrados en estaciones meteorológicas, sensores de infrasonido o estaciones geodésicas.
Deformación del suelo en Pirineos
"En primer lugar, el sismómetro registra la llegada de las ondas sísmicas producidas por la erupción. Estas ondas viajan a velocidades cercanas a los 8 km/s, llegando a los Pirineos unos 20 minutos después de la explosión. Unas 16 horas más tarde se produce la llegada de la onda de presión, que provoca una deformación claramente detectada por el sismómetro, analiza el sismólogo del CSIC Jordi Díaz sobre las ondas percibidas en el Laboratorio Subterráneo de Canfranc (LSC).
Según los investigadores han buceado en los datos, analizándolos a tiempo real al tratarse de un acontecimiento muy poco habitual, los sismólogos de Canfranc detectaron la llegada de dos señales acústicas: La primera onda, después de viajar siguiendo el trayecto más corto entre Tonga y los Pirineos, y unas cuatro horas después, se registra la llegada de la onda acústica que había recorrido el globo en dirección contraria.
Imagen de la NASA de la erupción submarina cerca de la Isla de Tonga.
"El punto de mayor interés de los datos obtenidos en el LSC es que permiten identificar la deformación del suelo producida por el segundo paso, unas 36 horas más tarde, de las ondas de presión, que alcanzan los Pirineos después de haber circunvalado nuevamente la Tierra y viajado uno total de 57.000 km, siendo aún capaces de generar una señal claramente perceptible", explica Díaz. "La detección sísmica de la deformación del terreno producida por el segundo paso de las ondas acústicas es un hecho excepcional, que pone de manifiesto la gran energía de la explosión".
¿Qué es un meteotsunami?
Pero las ondas no han agitado sólo la atmósfera, también han alterado la superficie del mar a miles de kilómetros de la explosión. “Estamos acostumbrados a que, de vez en cuando, ocurren erupciones de estas dimensiones, y solemos ver que un volcán suelta cenizas a la atmósfera o provoca tsunamis como este en el Pacífico”, afirma el meteorólogo Jose Miguel Viñas. “Pero en este caso, ya solo el hecho de que se haya transmitido por toda la atmósfera de la Tierra y que haya provocado el meteotsunami en Baleares es lo que marca la diferencia con otras erupciones volcánicas que ha podido haber en el pasado”.
Además de las islas Baleares, los efectos de ese brusco cambio de presión también se han dejado notar en Valencia, donde el nivel del mar ha aumentado hasta 20 centímetros. Para entender lo que ha ocurrido, el experto indica que, al tratarse de una erupción más violenta de lo normal, “genera una onda expansiva, como cuando estalla una bomba, y esa onda expansiva se va extendiendo radialmente desde la Polinesia en todas las direcciones, atravesando toda la atmósfera de la Tierra”. Sin embargo, el meteosunami, esa oscilación del nivel del mar cerca de Baleares “es algo que no esperaba nadie y se va a estudiar el cúmulo de circunstancias que se han dado para que eso ocurra”, afirma el experto.
Este fenómeno sucede a veces, pero no por un volcán, sino por la propia dinámica atmosférica que genera en la superficie oceánica marina ese tipo de ondas. “Lo que ocurre normalmente es que, de repente, no por esta causa sino por otras, se produce un descenso brusco de la presión atmosférica y esa bajada brusca hace oscilar el nivel marino”, explica Viñas.
A modo explicativo, hace una comparación muy visual: “Es como si apretaras de golpe sobre la superficie del mar, o si de repente succionas y haces que el nivel del mar tienda a ir hacia arriba. Esa perturbación, como el mar tiende a buscar el equilibrio, genera una onda en el mar”.
Sin embargo, aunque habrá estudios al respecto, “parece bastante claro que lo que lo ha provocado es precisamente ese frente de onda que ha provocado el volcán y que ha cruzado la atmósfera de la Tierra”. Cuando ese frente ha llegado al Mediterráneo, esa onda se ha registrado provocando una ola de 50 centímetros en algunas zonas de Baleares. No se puede explicar de otra forma, porque justo ha coincidido con el registro de esa anomalía en la presión atmosférica. Por tanto, no ha sido por otra causa, sino claramente por la alteración de la presión atmosférica debido a la erupción del volcán.
La rissaga de Baleares
“Hay que pensar en algún efecto amplificador para entender la razón de que se haya producido en Baleares”, afirma Viñas. “Todo esto se está estudiando sobre la marcha y no hay nada definitivo, pero existe una circunstancia que puede ser la clave para responder a esa pregunta: la antípoda de Tonga, es decir, el lugar opuesto en el globo terráqueo, está aproximadamente por Argelia, algo más al sur de Baleares pero muy cerca".
Para entenderlo, quizá tengamos que visualizarlo pensando en el punto en el que se sitúa el volcán. "De pronto, una onda de presión se expande hacia todas las direcciones. Pero en el lugar justo donde está la antípoda va a llegar la onda por un lado de la tierra y por otro. No solamente es barrida por ese frente en una dirección, sino que su frente llega al mismo momento por el otro lado", explica Viñas.
Aunque aún queda mucha investigación por delante, es posible que una de las cosas que haya provocado este fenómeno es que "la interacción entre la presión atmosférica y la superficie del agua en esa zona haya generado una cierta amplificación que haya tenido como resultado la oscilación del nivel marino". Según el experto, es posible que en una zona que no esté tan cerca de la antípoda ha podido haber alteraciones en el nivel del mal, pero no tan acusadas, salvo por supuesto en la propia zona del volcán.
El fenómeno de los meteotsunamis, llamado rissaga en Baleares, es un fenómeno relativamente habitual, porque muchas veces por la propia dinámica atmosférica en algunas zonas del Mediterráneo, un mar relativamente pequeño e interior, se produce un descenso brusco de presión - por ejemplo cuando se cuela una borrasca – y propaga una onda al hacer vibrar la superficie del mar.
Las islas Baleares, sobre todo en el puerto de Ciudadela, en Menorca, se suele dar este fenómeno con mayor amplitud que en otros lugares de Baleares porque es un puerto que tiene mucho fondo. Ocurre lo mismo que con las olas en mar abierto, se amplifica la altura de la ola igual que ocurre con la famosa ola de Nazaret, una zona que es un cañón submarino y amplifica la altura de la ola.