¿Cómo funciona la nostalgia y por qué somos propensos a ella?
De Barbie a Grimace (un personaje de McDonald's que se ha vuelto popular en TikTok) pareciera que la cultura pop se limita a reciclar perezosamente viejas ideas. ¿Es así?
Una familia ve el béisbol en 1966. Los científicos que estudian la nostalgia afirman que este sentimiento suele ser el resultado de rememorar un recuerdo positivo de la infancia, una época en la que nos cuidaban.
Las entradas para un concierto de Blur se agotan en dos minutos, mientras que la gira de The Cure bate récords de asistencia. Grimace protagoniza una inesperada moda en redes sociales cuando McDonald's decide sacar un batido púrpura en su honor. Misión Imposible arrasa en taquilla. ¿En qué año estamos? No, no es el 2000. Estamos en 2023. ¿Nos hemos quedado sin ideas nuevas? ¿O simplemente preferimos repetir y volver a ver cosas que ya conocemos y amamos?
La nostalgia, o la experiencia de recordar con cariño y añorar el pasado, parece saturar nuestra cultura en estos momentos, con el fenomeno omnipresente en pantallas de cine y televisión. Desde Barbie, Indiana Jones, Top Gun o las Tortugas Ninja, los creadores de entretenimiento están apostando fuerte por la nostalgia. Y, por ahora, los resultados son buenos. Barbie ha sido la película más taquillera de lo que va de año.
Pero, ¿por qué es tan fácil caer en la trampa de la nostalgia?
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A primera vista, parece sencillo: evocar sentimientos entrañables del pasado nos hace sentirnos bien. Pero hay mucho más.
"Consumir medios nostálgicos de todo tipo nos da una forma de pensar sobre quiénes somos y nos ayuda a dar sentido a nuestro propósito en la vida", afirma Krystine Batcho, profesora de psicología del LeMoyne College (en Nueva York, Estados Unidos) e investigadora de la nostalgia desde hace mucho tiempo.
Batcho lleva estudiando la nostalgia desde los años 90, e incluso ha desarrollado un Inventario de la Nostalgia que evalúa la propensión a la nostalgia. Dice que en los últimos años ha asistido a una explosión de la investigación sobre la nostalgia, ya que los científicos cada vez más quieren averiguar qué es lo que hace que la nostalgia funcione, o mejor dicho, cómo nos hace funcionar la nostalgia.
En 2014 se publicó todo un libro de texto sobre los medios de comunicación y la nostalgia. El pasado mes de febrero, la revista científica Current Opinion in Psychology dedicó un número completo al asunto.
Ziyan Yang, catedrática del Instituto de Psicología de la Academia China de las Ciencias, explicó que, cuando se experimenta la nostalgia, la gente tiene una sensación de calidez, cariño y pertenencia, e incluso experimenta una especie de viaje mental en el tiempo, todo lo cual puede llevar a la gente a buscar la nostalgia. Yang afirma que las películas y la música desencadenan fácilmente la nostalgia y que las experiencias nostálgicas pueden ser especialmente reconfortantes en tiempos difíciles, ya sean personales o globales. Batcho está de acuerdo.
"Los medios familiares de nuestro pasado nos reconfortan emocionalmente, pero también satisfacen una necesidad cognitiva: fomentan la creencia de que las cosas irán mejor porque ya han ido bien antes", afirma Batcho.
Nostalgia en tiempos difíciles
Muchos investigadores creen que la pandemia de COVID-19 está impulsando en parte el reciente aumento del comportamiento de búsqueda de la nostalgia. Puesto que la nostalgia puede ayudarnos a sentirnos mejor, y los medios de comunicación constituyen una potente fuente de nostalgia, el consumo de medios que inducen a la nostalgia aumenta en tiempos de crisis, según un artículo publicado en la revista Psychology of Popular Media.
Pero la nostalgia no sólo nos pica el gusanillo de sentirnos acogidos y reconfortados, sino que también nos ayuda a procesar nuestra situación actual.
"La nostalgia es una forma de afrontar problemas como el aislamiento social, la desconexión o la soledad", explica Batcho. "Los momentos de adversidad pueden desencadenar la nostalgia porque recordar quiénes fuimos nos ayuda con la continuidad de nuestra identidad".
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La nostalgia sirve a varios fines psicológicos importantes, afirma Batcho.
Uno es la necesidad de sentir que tenemos el control. Incluso si nuestras circunstancias están en gran medida fuera de nuestro control, la nostalgia puede ayudarnos a sentir que al menos tenemos cierto control sobre nuestro propio desarrollo personal.
Otra necesidad que la nostalgia nos ayuda a satisfacer es la conexión social. Esto puede sonar contradictorio, ya que la nostalgia suele implicar una reflexión privada sobre nuestra historia personal, pero los recuerdos nostálgicos nos recuerdan nuestras relaciones con otras personas. Batcho afirma que los recuerdos nostálgicos pueden animarnos a buscar apoyo social y emocional porque suelen estar protagonizados por personas importantes de nuestro pasado.
Gran parte de la nostalgia recuerda periodos de la infancia. Batcho dice que una gran razón para ello es que "en la infancia, nos querían simplemente por lo que éramos".
La nostalgia en el cerebro
¿Qué le hace toda esta nostalgia a nuestro cerebro?
Resulta que mucho. Y por suerte, la mayor parte es positiva. Las investigaciones han descubierto que la nostalgia puede aumentar nuestra sensación de bienestar, potenciar la inspiración y la creatividad, hacernos sentir más jóvenes, despiertos, optimistas y enérgicos, e incluso animarnos a asumir riesgos y perseguir nuestros objetivos.
Yang y sus colegas de investigación han descubierto recientemente que la nostalgia puede reducir nuestra percepción del dolor y mejorar nuestra capacidad para detectar amenazas. Descubrieron que, en comparación con los sujetos de control, los sujetos que pensaban en algo nostálgico tenían más actividad cerebral cuando leían palabras amenazadoras.
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En cuanto al alivio del dolor, se realizaron dos estudios para examinar el efecto analgésico de la nostalgia en distintos niveles de dolor. En el primero, una persona miraba imágenes nostálgicas y experimentaba alivio del dolor térmico de bajo nivel. Pero cuando los investigadores pidieron a los individuos que reflexionaran sobre un acontecimiento de su pasado, experimentaron alivio tanto del dolor térmico alto como del bajo.
Yang también ha descubierto que las áreas cerebrales activas durante las experiencias nostálgicas son las asociadas a la autorreflexión, la memoria autobiográfica, la regulación emocional y el procesamiento de recompensas. Eso significa que la nostalgia regula nuestra actividad cerebral en estas áreas, actuando como amortiguador frente a diversas amenazas psicológicas y físicas. En otras palabras, hacemos mucho más que evocar un bonito recuerdo.
Gafas de color de rosa
La nostalgia suele considerarse una experiencia emocional contradictoria. Incluso con los recuerdos felices, la nostalgia puede ser a la vez dulce y amarga. Si bien el recuerdo en sí reconforta y calienta, también puede entristecer porque la experiencia se ha ido.
"Los recuerdos de la nostalgia no siempre son buenos. A veces son agridulces o incluso tristes", explica Yang. "Pero incluso los malos recuerdos que nos vienen a la mente parecen más positivos porque los vemos a través de un filtro teñido de rosa".
No sólo añoramos nuestro pasado, sino que recordamos una versión romántica de él.
Según Batcho, hay una razón por la que nuestros recuerdos se vuelven más entrañables con el tiempo, por la que las partes negativas tienden a desvanecerse más rápido. Por ejemplo, la paternidad.
"Recordar las cosas mejor de lo que fueron tiene un propósito evolutivo. Si la gente recordara las cosas fielmente al original, la mayoría de las mujeres nunca querrían tener más de un hijo", dice Batcho riendo. "Es una función de supervivencia de la especie que podamos pasar por alto las partes malas del pasado".
Entonces, ¿existe el exceso de nostalgia? Posiblemente.
Como escape temporal, la nostalgia proporciona un respiro muy necesario que puede sostenernos en tiempos difíciles. Puede volverse negativa si nos quedamos rumiando el pasado.
Pero, en general, la nostalgia es un componente sano e incluso vital de la experiencia humana. En el fondo, la nostalgia nos ayuda a volver a ser auténticos y nos recuerda quiénes estamos destinados a ser.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.