El 'Tetris', un videojuego que podría ser bueno para tu salud mental
El videojuego, creado en 1984, sigue siendo muy popular, y ahora los investigadores sospechan que también puede tener un efecto curativo sobre nuestros recuerdos traumáticos.
Un marine estadounidense se relaja jugando al Tetris mientras tiene un detector de metales militar en su regazo, Al-Falujah, Irak, 2006. Jugar al Tetris poco después de haber sufrido acontecimientos traumáticos puede reducir la aparición de flashbacks.
El Tetris es uno de los videojuegos más vendidos del mundo, e incluso la temática de una reciente película, pero el querido rompecabezas digital de los años 80 también puede ayudar a mejorar la salud mental. Más concretamente, los psicólogos están estudiando si jugar al Tetris puede ayudar a reducir el número de flashbacks (o recuerdos intrusivos) que la gente tiene después de una experiencia traumática, como una agresión sexual, un accidente de coche, un combate, un desastre natural o un parto difícil.
La mayoría de las personas (aproximadamente el 70%) han tenido alguna experiencia traumática en su vida. Pero sólo una pequeña fracción de la población, alrededor del 4%, desarrollará un trastorno de estrés postraumático (TEPT), un problema psicológico diagnosticable con síntomas que van desde trastornos del sueño hasta comportamientos autodestructivos.
Pero tanto si el trauma desemboca en un TEPT en toda regla como si no, los recuerdos dolorosos pueden venir a la mente sin previo aviso. Los flashbacks no sólo son emocionalmente angustiosos, sino que también pueden dificultar la concentración, lo que puede provocar problemas en el trabajo o en los estudios. Estos recuerdos intrusivos suelen aparecer como una imagen o una breve película en nuestra mente.
Con este telón de fondo, la psicóloga británica Emily Holmes se preguntó si podría reducir el número de flashbacks dando a sus cerebros una imagen que pudiera competir y con la que centrarse poco después de haber sufrido un trauma, mientras sus recuerdos aún se estaban formando. El recuerdo doloroso seguiría existiendo, pero no irrumpiría tan a menudo. "La mente humana no es como una cámara de vídeo: no graba inmediatamente todo lo que hemos vivido", afirma Holmes, profesora de psicología del Instituto Karolinska y la Universidad de Uppsala (Suecia). "En realidad pasa algún tiempo, posiblemente horas, antes de que un recuerdo se solidifique en la mente. Lo que nos interesaba era: ¿Hay algo que podamos hacer mientras el recuerdo aún se está consolidando que ayude a que no se convierta en un flashback?".
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Una "vacuna cognitiva"
Su equipo empezó a probar una serie de tareas vidoespaciales que implican generar o manipular imágenes en el ojo de la mente, como imaginar una constelación o trazar un patrón complejo. Un día, un estudiante sugirió que probaran con un videojuego, y el Tetris se convirtió en la respuesta obvia. "Implica colores, implica espacio porque tienes que mover bloques para completar líneas y, sobre todo, requiere que gires las formas en el ojo de tu mente", dice Holmes; "realmente tienes que usar tus habilidades de imaginación mental porque estás intentando encajar los bloques en el lugar correcto".
Empezaron a experimentar con el videojuego: primero, en el laboratorio, mostrando a los participantes una película traumática y, después, en el mundo real, reuniéndose con personas en los servicios de urgencias de hospitales que acababan de sufrir accidentes de coche. En ambos casos, las personas que jugaron al Tetris en las horas posteriores al trauma sufrieron un número significativamente menor de flashbacks durante la semana siguiente que las que no lo hicieron (un 58% menos en el estudio de la película y un 62% menos en el estudio del accidente de coche).
Basándose en los prometedores resultados de este enfoque proactivo y preventivo (que Holmes describe como una "vacuna cognitiva"), centraron su atención en los recuerdos establecidos. "La realidad es que no vamos a poder llegar a la mayoría de las personas a las pocas horas de que se produzca un acontecimiento traumático", afirma. "La gente puede tener recuerdos intrusivos durante años o décadas, así que está claro que tenemos que hacer algo para esos recuerdos más antiguos".
En un estudio, el equipo de Holmes pidió a personas que recibían tratamiento para el TEPT que se centraran en un flashback específico mientras jugaban al Tetris durante 25 minutos una vez a la semana durante varias semanas. Al final del experimento, los participantes observaron una reducción del 64% en el número de veces que aparecía ese recuerdo concreto, así como una reducción del 11% en los recuerdos en los que no se habían centrado. En otro estudio, trabajaron con enfermeras de la unidad de cuidados intensivos que habían establecido recuerdos intrusivos (incluidos muchos que tenían más de tres meses de antigüedad) de sucesos traumáticos de la pandemia de COVID-19. Después de cuatro semanas, las enfermeras que jugaron al Tetris experimentaron una décima parte del número de recuerdos intrusivos en comparación con las que no jugaron; también informaron de mejoras en otros síntomas, como el insomnio, la ansiedad y la depresión. En general, las enfermeras que jugaron al Tetris experimentaron una reducción de entre el 73 y el 78 por ciento de las escenas retrospectivas.
Como señala Holmes, probablemente el Tetris no tenga nada de especial. Sospecha que cualquier tarea con altas exigencias visoespaciales (como dibujar, hacer un rompecabezas o hacer mosaicos) podría lograr resultados similares. Sin embargo, las tareas que distraen verbalmente, como hacer un crucigrama o leer, probablemente no funcionarían tan bien.
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El Tetris como herramienta de afrontamiento
En sus experimentos, los investigadores no se limitan a darles una Game Boy a los sujetos y decirles que empiecen a jugar al Tetris. Primero piden a los participantes que recuerden una parte especialmente mala de un recuerdo, lo que se denomina "punto caliente". A continuación, durante el juego, piden a los pacientes que giren mentalmente las formas, llamadas tetrominós, en el ojo de su mente antes de que caigan en el campo de juego. También se aseguran de que los participantes jueguen al Tetris durante un tiempo suficiente, normalmente entre 10 y 20 minutos.
Hasta ahora, todos sus trabajos se han basado en este procedimiento, que los investigadores sospechan que es importante para obtener resultados. "Históricamente, los recuerdos traumáticos intrusivos han sido muy difíciles de tratar porque se quedan grabados en la mente por una razón: el cerebro se ha puesto en alerta roja e intenta mantenerte a salvo", explica Holmes. "Son cosas muy difíciles de alterar. Así que si sólo juegas, puede que te ayude a distraerte o a reducir la angustia, pero puede que no te ayude a evitar que los flashbacks te invadan en el futuro."
Aun así, jugar al Tetris por tu cuenta, sin seguir el procedimiento de la investigación, probablemente no te hará daño, e incluso puede que te ayude a sentirte mejor. La terapeuta canadiense Morgan Pomells lo recomienda a sus clientes como herramienta de afrontamiento para calmar sentimientos de ansiedad o hiperactivación. No utiliza el Tetris durante las sesiones de terapia, sino que lo sugiere como una posible opción para los momentos en que surgen recuerdos o imágenes mentales angustiosos durante la vida cotidiana. "Es una de las herramientas de la caja de herramientas", dice. "A mucha gente le resulta muy útil. Especialmente a las personas que tienen un elemento muy visual en algunos de los síntomas que experimentan, recurrir al Tetris y poder sumergirse realmente en ese juego, aunque sólo sea durante un par de minutos, les permite sentirse un poco más seguras y les tranquiliza la mente. Y cuando vuelven a la superficie, se encuentran en un estado más tranquilo y son capaces de evaluar su entorno".
Pero, advierte Pomells, el Tetris o cualquier otro tipo de herramienta de afrontamiento no sustituye a la consulta con un terapeuta. Holmes se hace eco de esta opinión y añade que las personas que sufren flashbacks deberían buscar primero un tratamiento basado en pruebas de un profesional sanitario. Aunque el Tetris puede llegar a convertirse en un tratamiento basado en la evidencia, por el momento los investigadores aún se encuentran en las primeras fases de recopilación de pruebas clínicas. "Se trata más bien de un viaje de curiosidad", afirma Holmes.
Actualmente se están realizando más estudios clínicos. En el futuro, los investigadores también esperan comprobar los efectos a largo plazo del Tetris sobre las escenas retrospectivas, así como comprender qué ocurre realmente en el cerebro. En términos más generales, quieren ver si el Tetris es eficaz para reducir los recuerdos intrusivos relacionados con otras afecciones además del trauma, como los trastornos por abuso de sustancias y la depresión.
"Las imágenes mentales pueden atormentar a la gente de diversas formas y creo que es un verdadero reto científico del futuro", dice Holmes; "es como ser astrofísico hace algunos siglos. Acabamos de empezar a ver las estrellas y los planetas, ahora tenemos que ir a explorarlos".
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.