EE. UU. detiene a una banda de cazadores por un robo masivo de huesos de dinosaurio de pérdidas incalculables
Después de haber sido desenterrados y transformados en kits de excavación de dinosaurios, figuritas talladas, joyas, etc. para su venta, "decenas de miles de kilos de huesos de dinosaurio han perdido prácticamente todo su valor científico."
Esta talla de hueso de dinosaurio, valorada en casi 50 000 dólares, formaba parte de una reciente incautación de miles de kilos de fósiles que habían sido excavados ilegalmente en terrenos federales y estatales de Utah.
La Fiscalía General del Departamento de Justicia de Estados Unidos ha presentado esta semana cargos contra cuatro personas presuntamente implicadas en una trama masiva de contrabando de huesos de dinosaurio. Según los documentos judiciales, miles de kilos de dinosaurios y otros fósiles fueron excavados en secreto en terrenos públicos en Utah. Algunos se vendieron en ferias de piedras preciosas y otros se enviaron a China tras ser etiquetados como materiales de construcción o gemas. La caza furtiva y el subterfugio, alegan los documentos judiciales, duraron al menos desde marzo de 2018 hasta principios de este año.
"Al extraer y procesar estos huesos de dinosaurio para hacer productos de consumo con fines de lucro, decenas de miles de kilos de huesos de dinosaurio han perdido prácticamente todo su valor científico, dejando a las generaciones futuras sin poder experimentar la ciencia y la maravilla de estos huesos", ha dicho la fiscal de los Estados Unidos, Trina Higgins, en un comunicado de prensa.
"Se trata de un volumen considerable de huesos de dinosaurio", afirma David Evans, paleontólogo del Museo Real de Ontario (Canadá) que no está implicado en el caso. Añade que no es habitual que se extraiga tanto material de tierras gubernamentales, y que es probable que mucha gente no sea consciente de la magnitud del mercado negro de especímenes de dinosaurios en Estados Unidos.
Los funcionarios analizaron más de 1000 huesos de dinosaurio incautados en la residencia de Vint y Donna Wade en Utah para determinar si fueron desenterrados ilegalmente de tierras federales.
Algunos de los huesos de dinosaurio se transformaron en productos comerciales, incluidos kits de excavación de dinosaurios, figuras talladas, cuchillos, joyas y esferas pulidas similares a bolas de bolos, según documentos judiciales.
Los agentes federales se incautaron de un cargamento de huesos de dinosaurio con destino a China en diciembre de 2022 en Long Beach, California. Las 17 000 libras (unos 7700 kilos) de material fósil habían sido etiquetadas como piedra industrial.
Al parecer, los huesos de dinosaurio enviados a China se etiquetaron erróneamente como piedra industrial u otras sustancias.
A veces también se pulían y se transformaban en joyas de hueso de dinosaurio.
Hasta ahora, una de las mayores redadas conocidas de fósiles de dinosaurios se produjo en 2006, cuando agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. incautaron más de 3600 kilos de fósiles (entre ellos miles de huevos de dinosaurio, piñas petrificadas y cangrejos prehistóricos) en una exposición de piedras preciosas y minerales en Tucson (Arizona). Estos objetos habían sido sustraídos ilegalmente de Argentina.
En Utah, los huesos de dinosaurio hallados en terrenos privados pueden excavarse y venderse legalmente, pero es delito desenterrar y vender fósiles descubiertos en terrenos federales o estatales. Los cargos contra los cuatro acusados de Utah incluyen: conspiración contra EE. UU., etiquetado falso, robo de propiedad estadounidense, blanqueo de dinero e intento de contrabando de mercancías, entre otros.
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Una trama de tráfico de dinosaurios
Bajo la superficie de Utah hay un rico alijo de fósiles de dinosaurios, que revelan detalles sobre animales prehistóricos como los alosaurios carnívoros y los estegosaurios de espina dorsal. Casi tres cuartas partes del estado son terrenos públicos gestionados por agencias federales o estatales, y entre los fósiles hallados recientemente se incluye una enorme colección de Utahraptors y una especie completamente nueva, un pariente lejano del Triceratops.
Los documentos judiciales que describen la operación de caza furtiva de Utah, de varios años de duración, alegan que Vint y Donna Wade compraron huesos y otros fósiles obtenidos ilegalmente para venderlos en ferias estadounidenses de piedras preciosas y minerales y también para enviarlos a China, y que Jordan Willing y su padre Steve Willing traficaron con huesos de dinosaurio enviados a China utilizando su empresa JMW Sales. Los documentos también alegan que dos co-conspiradores no identificados y no acusados excavaron ilegalmente fósiles de tierras federales y se los vendieron a los Wade.
En total, los Wade vendieron más de un millón de dólares (unos 950 000 euros) en material paleontológico a los Willings, según los documentos judiciales, presentados ante el Tribunal de Distrito de EE. UU. en el Distrito de Utah.
Según el Gobierno federal, el robo de fósiles también causó daños por valor de 3 millones de dólares (2,8 millones de euros), incluidos los cuantiosos gastos de restauración y reparación y los costes de las pérdidas para la ciencia.
Durante los años que duró la presunta actividad de contrabando, los envíos de fósiles tuvieron a veces problemas. Un envío de huesos de dinosaurio que se envió desde Scottsdale, Arizona, a China en marzo de 2019 fue etiquetado falsamente como artículos que incluían jaspe y madera, pero la carga finalmente fue retenida en China "debido a los altos niveles de radiación", afirman los documentos judiciales. Los materiales fosilizados aparentemente habían recogido material radiactivo natural con el tiempo (los investigadores a veces pueden descubrir el origen de los fósiles basándose en las firmas radiactivas de los especímenes, que proporcionan pistas sobre dónde fueron enterrados).
Cada hueso sometido a pruebas de radiación se etiquetó con un identificador único, y se añadió un círculo para marcar dónde se había tomado la muestra. El precio de este fósil era de 4500 dólares (unos 4250 euros).
Un científico analiza la radiación de un hueso de dinosaurio para determinar su origen. Con el tiempo, los fósiles pueden captar la radiación natural de su entorno, lo que puede ayudar a los investigadores a determinar dónde fueron enterrados.
Los paleontólogos suelen extraer los huesos de los dinosaurios siguiendo un proceso metodológico diseñado para limitar los daños y preservar las pruebas halladas en los fósiles y su entorno, que revelan pistas sobre cuándo vivieron los dinosaurios, de qué especie eran y, a veces, incluso cómo se comportaban.
Sin embargo, los excavadores aficionados que buscan partes reconocibles de los cuerpos para venderlas no suelen tener tanto cuidado. Los fiscales federales afirman que las pérdidas para la ciencia de esta red de caza furtiva son incalculables.
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Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.