Población microbiana de un SCOBY

La kombucha y los nootrópicos están de moda pero, ¿de verdad sirven para algo?

Las bebidas "funcionales" hacen grandes afirmaciones sobre su capacidad para estimular el cerebro y reforzar la inmunidad. Hemos pedido a expertos en alimentación y nutrición que nos den su opinión.

Esta imagen tomada con más de 20 000 aumentos muestra la población microbiana de un SCOBY, el cultivo simbiótico de bacterias y levaduras que fermenta el té para hacer kombucha. La kombucha es una de las diversas bebidas probióticas de las que se dice que mejoran la salud intestinal, una categoría de "bebidas funcionales" que también incluye bebidas que mejoran la cognición y la inmunidad.

Fotografía de Ted Kinsman, Science Source
Por Leah Worthington
Publicado 14 feb 2024, 12:18 CET, Actualizado 20 feb 2024, 12:35 CET

Las bebidas ya no son sólo hidratación y sabor. Desde los tónicos desintoxicantes hasta los nootrópicos que potencian el cerebro, ciertas bebidas prometen un amplio y creciente abanico de beneficios para la salud.

El mercado de estas "bebidas funcionales" se ha disparado en los últimos años. Valorado ya casi 50 000 millones de euros solo en Estados Unidos, se espera que siga creciendo. A pesar del creciente interés, algunos temen que la industria haya superado a la ciencia.

"Hay miles de compuestos naturales en los alimentos sobre los que estamos aprendiendo que son importantes para el organismo y que realmente tienen beneficios funcionales", afirma Dariush Mozaffarian, cardiólogo y director del Food is Medicine Institute de la Universidad de Tufts de Massachusets (Estados Unidos); "pero eso no significa que sepamos que poner algunos de esos compuestos aislados en el agua vaya a ser bueno para la salud".

Expertos en ciencia de los alimentos y nutrición opinan sobre la verdad que se esconde tras algunas de estas grandes afirmaciones sobre la salud, y sobre cómo navegar con inteligencia por el pasillo de las bebidas funcionales.

Está demostrado que el consumo de alimentos fermentados como el kimchi, el yogur y el chucrut puede conferir toda una serie de efectos positivos, desde la reducción de la presión arterial hasta la mejora de la salud gastrointestinal y la capacidad de recuperación.

Ahora, las bebidas fermentadas prometen los mismos beneficios para la salud. Las bebidas prebióticas y probióticas, como los tónicos de vinagre de sidra de manzana y la kombucha, afirman que nutren y diversifican el microbioma intestinal.

Pero los investigadores dicen que hay algunas razones para ser escépticos.

La nutricionista Marion Nestle, catedrática emérita de nutrición, estudios alimentarios y salud pública de la Universidad de Nueva York, afirma que las pruebas sobre los probióticos siguen siendo "bastante contradictorias". Nestle no anima a recurrir a los probióticos, salvo a las personas que toman antibióticos o padecen graves dificultades digestivas. Incluso entonces, dice, "si marcan alguna diferencia desde el punto de vista médico es discutible".

El cóctel exacto de bacterias de las bebidas probióticas puede variar: Lactobacillus, Saccharomyces y Bifidobacterium son algunas de las más comunes. Incluso cepas de microbios estrechamente relacionadas pueden tener propiedades muy diferentes, afirma Maria Marco, catedrática de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la UC Davis (Estados Unidos). Mientras que algunas cepas están bien estudiadas y se utilizan ampliamente, otras aún no se han sometido a suficientes pruebas de laboratorio, y mucho menos a ensayos clínicos en humanos.

Pero incluso si las bacterias están bien estudiadas, puede que no estén vivas en el momento de abrir la botella.

"Los probióticos, que son microorganismos vivos, tienden a morir si se calientan o almacenan durante un tiempo", afirma David Julian McClements, profesor de ciencias de la alimentación de la Universidad de Massachusetts (EE. UU.). La investigación existente no aclara si las bacterias muertas pueden seguir aportando beneficios para la salud.

También está el reto de hacer llegar los probióticos intactos al microbioma intestinal. McClements explica que la boca, el estómago y el intestino son entornos hostiles que podrían degradar los probióticos antes de que tengamos la oportunidad de absorberlos.

Obtener probióticos a través de las bebidas no parece ser ni más ni menos eficaz que de cualquier otra forma, afirma Marco. Aunque todavía se encuentran en una fase inicial, las investigaciones demuestran que lo más importante es encontrar la cepa bacteriana que mejor se adapte a nuestras necesidades, en la dosis adecuada y con una alta calidad. Marco sugiere empezar con productos que indiquen el tipo de cepa en la etiqueta porque es más probable que contengan "un microbio que realmente tenga una base científica para llamarse probiótico".

¿Quieres un estímulo cognitivo? Olvídate de la tradicional taza de café: estamos en la era de los compuestos vegetales bioactivos que potencian el cerebro.

Aunque estos ingredientes de nuevo cuño pueden ser apasionantes, los recién llegados a menudo se apoyan en métodos sencillos de la vieja escuela, dice Debbie Fetter, profesora adjunta de nutrición docente en la UC Davis. Las bebidas que anuncian algún tipo de "estímulo" suelen contener algún tipo de cafeína, ya sea en grano de café o extracto de té verde, y a veces en dosis engañosamente altas, añade.

Uno de los nuevos aditivos más de moda son los nootrópicos, una amplia categoría de las llamadas "smart drugs" o "drogas inteligentes" que supuestamente tienen beneficios cognitivos. Mezclas patentadas de nootrópicos naturales se han abierto camino en las bebidas funcionales, prometiendo mejorar el estado de ánimo, la concentración mental y la memoria.

La L-teanina, por ejemplo, ha demostrado en algunos estudios que mejora la atención y puede ser beneficiosa para la memoria de trabajo y la función ejecutiva. Sin embargo, una reciente revisión bibliográfica ha encontrado limitaciones en las investigaciones existentes, como el pequeño tamaño de las muestras y los factores de confusión. Aunque la L-teanina puede consumirse de forma natural en infusiones o como suplemento en forma de cápsulas o bebidas, las investigaciones preliminares sugieren que funciona mejor con cafeína.

La mayoría de los estudios han analizado los compuestos nootrópicos (como la L-teanina y los extractos del hongo melena de león, el ginkgo y la raíz de ashwagandha) en forma de cápsulas, por lo que se desconoce su eficacia en las bebidas. Pero los expertos suelen estar de acuerdo en que no hay una regla rígida y rápida para determinar si un suplemento funciona mejor de una forma u otra.

Según Howard Sesso, epidemiólogo del Hospital Brigham and Women's y de la Facultad de Medicina de Harvard, algunas bebidas vegetales resultan prometedoras. Los flavonoides, que se encuentran de forma natural en muchas plantas como las cebollas, las uvas y las semillas de cacao, pueden ser beneficiosos para la cognición e incluso para la salud del corazón. Sin embargo, las primeras investigaciones sobre el extracto de cacao han sido contradictorias. Un ensayo descubrió que el consumo regular de bebidas con altas concentraciones de flavanol de cacao reducía el deterioro cognitivo relacionado con la edad, mientras que otro estudio reciente no observó ningún efecto.

Relacionar un ingrediente con su supuesto beneficio es una tarea desconcertante. Fetter explica que los compuestos vegetales existen en una matriz de otros, cuyas interacciones podrían potenciar, neutralizar o disminuir la eficacia de cada uno. Desentrañar el papel de cada ingrediente (y recrear ese efecto en una bebida) es difícil, y las pruebas de concepto son limitadas.

Aunque los efectos secundarios negativos de los nootrópicos naturales suelen ser leves, es posible que se produzcan algunas interacciones con otros medicamentos y complicaciones de salud, como adelgazamiento de la sangre y problemas psiquiátricos. En una revisión de 2022, los autores afirmaron que el uso de nootrópicos "no puede recomendarse a individuos sanos que no sufran ninguna disfunción cognitiva".

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Reducción de la inflamación y apoyo inmunitario

Desde los Golden Latte (bebidas de cúrcuma) hasta los zumos recién exprimidos, las bebidas funcionales se han comercializado como el elixir para una vida larga, sana y sin inflamaciones.

"La quercetina y la cúrcuma tienen efectos antiinflamatorios", afirma Simin Meydani, catedrática de Nutrición e Inmunología de la Universidad de Tufts. Pero que una bebida en infusión reduzca realmente la inflamación depende. "A veces vemos efectos en el tubo de ensayo que no necesariamente vemos repetidos en animales o humanos".

Cuando se trata de bebidas que refuerzan el sistema inmunitario, Meydani se muestra cauteloso. Es cierto que ingredientes como la vitamina E, la vitamina C y el zinc son necesarios para el buen funcionamiento del sistema inmunitario. Pero, a menos que una persona tenga una carencia de nutrientes, no es probable que se beneficie de un cóctel inmunitario, añade.

Simplemente no hay necesidad de bebidas, como estos zumos, que anuncian "el 1350 por ciento de tu dosis diaria de vitamina C y el 188 por ciento de zinc". No sólo la mayoría de la gente obtiene la mayor parte de sus vitaminas y nutrientes de los alimentos, sino que el beneficio de las vitaminas adicionales acabará por agotarse.

El aprovechamiento de los beneficios de los suplementos varía y depende de cómo interactúen con nuestra dieta y nuestro organismo.

"El mensaje con el que te tienes que quedar es: intenta, en la medida de lo posible, consumir esos compuestos potencialmente beneficiosos en los alimentos naturales", afirma Mozaffarian; "si vas a intentar consumirlos en una bebida funcional, [evita] cualquier cosa que tenga exceso de azúcar, o sal, o edulcorantes artificiales u otros aditivos artificiales".

En otras palabras, sea un consumidor informado, afirma. Acérquese a las bebidas funcionales "con el principio de 'no hacer daño" en primer lugar, y recuerde que cualquier beneficio no está garantizado.

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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