Los inesperados beneficios para la salud de Ozempic y Mounjaro

La investigación está demostrando que estos nuevos medicamentos para adelgazar pueden ayudar a tratar afecciones como el tabaquismo o la enfermedad renal, e incluso pueden estar contribuyendo a un boom de "bebés Ozempic".

Por Rachel Fairbank
Publicado 22 abr 2024, 12:20 CEST
Persona usando Ozempic

Los pacientes que utilizan Ozempic (una versión de marca del medicamento genérico semaglutida) para tratar su diabetes de tipo 2, están descubriendo otros beneficios para la salud, como la disminución de los niveles de inflamación.

Fotografía de Ricardo Rubio, Europa Press, Getty Images

Casey Arnold, que vive en un suburbio de Houston (Estados Unidos), pasó años intentando dejar de fumar. Había probado los parches de nicotina. No lo consiguió. Intentó dejar de fumar de golpe, pero eso le ponía de mal humor. En otras ocasiones, la idea de dejar de fumar le producía tanta ansiedad que fumaba más para aliviar sus temores.

Cuando dejó definitivamente de fumar en el invierno de 2023, a los 55 años, llevaba cuatro décadas fumando y fumaba dos paquetes al día. Pero esta vez fue un nuevo tipo de medicamento para adelgazar lo que la ayudó a dejarlo.

El GLP-1, abreviatura de péptido 1 similar al glucagón, es una hormona natural que estimula la producción y liberación de insulina, ralentiza la digestión, frena el apetito y desvía la atención del cerebro hacia la comida. Los fármacos agonistas del GLP-1, como la exanetida, la tirzepatida y la semaglutida, imitan esta hormona. En un principio se desarrollaron como tratamientos para la diabetes, pero a medida que más personas empezaron a tomarlos, los investigadores observaron que estos medicamentos son eficaces para muchas más afecciones que la diabetes y la pérdida de peso.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) acaba de aprobar la semaglutida, el principio activo de Wegovy, para el tratamiento de la obesidad y la reducción del riesgo de infarto e ictus en pacientes obesos y con cardiopatías. Pero a medida que aumenta el número de personas que toman estos fármacos, médicos e investigadores están descubriendo beneficios imprevistos para la salud en afecciones cuyos tratamientos han sido limitados, como la adicción, la insuficiencia cardíaca y las enfermedades renales.

Arnold dejó de fumar mientras participaba en un ensayo clínico que examinaba el potencial de los agonistas del GLP-1 como tratamiento de la adicción al tabaco.

"Fue totalmente opuesto a cuando intenté dejarlo en mis años anteriores", dice Arnold; "me sorprendió lo tranquila que estaba, en comparación con lo que solía pensar sobre dejar de fumar". En lugar de ansiedad y rabia, se sintió en paz, y sus ansias desaparecieron.

"Ha sido una avalancha en las distintas poblaciones de pacientes", afirma Mark Petrie, cardiólogo de la Universidad de Glasgow (Reino Unido), cuya investigación se centra en el uso de agonistas del GLP-1 en pacientes con insuficiencia cardíaca. "Son buenas noticias en general".

(Relacionado: Ozempic es un medicamento complicado con muchos riesgos. Esto es lo que sabemos)

Insuficiencia cardíaca con fracción de eyección preservada

Más de seis millones de estadounidenses padecen insuficiencia cardíaca, una enfermedad en la que el corazón pierde progresivamente la capacidad de bombear suficiente sangre al resto del organismo. De estos pacientes, aproximadamente la mitad padece un tipo conocido como insuficiencia cardiaca con fracción de eyección preservada (ICFEp), en la que el corazón puede bombear con normalidad pero es demasiado rígido para llenarse de sangre.

En un estudio publicado el año pasado, los investigadores probaron la semaglutida como tratamiento de la ICFEp en pacientes no diabéticos. El resultado: los pacientes que recibieron el fármaco mostraron menos síntomas e informaron de una mejor calidad de vida, en comparación con los que recibieron el placebo. Los pacientes que recibieron el fármaco tenían niveles más bajos de proteína C reactiva, que es un marcador de inflamación.

"Se trata de un gran hallazgo", afirma James de Lemos, cardiólogo del UT Southwestern Medical Center de Dallas (Estados Unidos), que no participó en el estudio. El estudio era demasiado pequeño para determinar si la semaglutida puede reducir el riesgo de hospitalización o muerte, pero dada la notable mejora de la calidad de vida de los pacientes, resulta prometedor.

Aunque es probable que algunos de estos beneficios se deban a la pérdida de peso, eso es sólo una parte de lo que hace eficaz a este tratamiento.

Según Amanda Vest, cardióloga de la Clínica Cleveland (EE. UU.) especializada en el tratamiento de pacientes con insuficiencia cardíaca, estos medicamentos también son cardioprotectores y reducen la inflamación, que se sabe que es uno de los factores desencadenantes de la insuficiencia cardíaca. "Debemos seguir pensando de forma más amplia que sólo en el número de la báscula", afirma Vest.

Para los pacientes con el otro tipo principal de insuficiencia cardíaca (la insuficiencia cardíaca con fracción de eyección reducida) hay menos pruebas, hasta ahora, de que estos fármacos sean eficaces. Se están realizando más ensayos para determinar qué tipos de pacientes se beneficiarán del uso de estos medicamentos.

Se calcula que 850 millones de personas en todo el mundo padecen una enfermedad renal crónica, pero existen pocos tratamientos eficaces. Históricamente, la principal estrategia ha consistido en paralizar la insuficiencia renal el mayor tiempo posible y luego pasar al paciente a diálisis o esperar un trasplante de riñón. Pero nueve de cada 10 pacientes mueren por complicaciones antes de llegar a ese punto.

Para los pacientes con insuficiencia renal crónica grave, "la tasa de mortalidad oscila entre el 10% y el 20% anual", afirma Katherine Tuttle, nefróloga de la University of Washington Medicine (EE. UU.); "esto está a la par con los peores tumores malignos".

Como han demostrado un par de estudios recientes, el agonista del GLP-1 dulaglutida ayuda a los pacientes que padecen enfermedad renal crónica y diabetes. En un ensayo reciente sobre el efecto de la semaglutida en pacientes con enfermedad renal crónica y diabetes de tipo 2, el tratamiento fue tan eficaz para retrasar la progresión de la enfermedad renal crónica que el ensayo clínico se interrumpió antes de tiempo para que todos los pacientes del ensayo pudieran beneficiarse del fármaco.

"Es el único ensayo con semaglutida que ha sido detenido antes de tiempo por motivos de eficacia", afirma Tuttle, que forma parte del comité ejecutivo del ensayo. "Para detener un ensayo antes de tiempo por eficacia, el listón está muy alto", lo que incluye pruebas suficientemente sólidas de su eficacia como para que ya no se considere ético seguir administrando placebo a los pacientes.

Como señala Tuttle, los efectos sobre los riñones sólo se deben en parte a la reducción de factores de riesgo como la tensión arterial, la glucemia y el peso. Es probable que otros beneficios se deban a la reducción de la inflamación.

"Tienen un profundo efecto antiinflamatorio", afirma Tuttle; "en nuestro campo se está reconociendo realmente la importancia de la inflamación, sobre todo en el daño renal causado por la diabetes".

Los resultados del ensayo se publicarán a finales de este año.

(Relacionado: Los peligros de usar un medicamento adelgazante de imitación)

Efectos sobre la fertilidad

Para un número cada vez mayor de pacientes que toman agonistas del GLP-1, como Ozempic o Mounjaro, un efecto secundario sorprendente ha sido el embarazo inesperado, que para algunos pacientes ha llegado tras años de lucha contra la infertilidad. Aunque se necesita más investigación para explorar la relación entre los agonistas del GLP-1 y el embarazo, se ha convertido en un fenómeno tan frecuente que "bebés Ozempic" se ha convertido en una frase de moda. Mientras tanto, los expertos creen que hay varios factores responsables.

El primer factor es el hecho de que los agonistas del GLP-1 provocan un retraso en el vaciado gástrico, lo que puede hacer que el organismo absorba las píldoras anticonceptivas orales a un ritmo más lento. "Estos fármacos alteran esa parte concreta de la fase de absorción del fármaco", afirma Archana Sadhu, endocrinóloga del Hospital Metodista de Houston (EE. UU.), y añade que este efecto puede ser especialmente destacado durante los aumentos de dosis. Esto significa que los anticonceptivos orales pueden no ser tan eficaces.

El segundo factor es la relación entre el síndrome de ovario poliquístico (SOP) (la principal causa de infertilidad en las mujeres) y la resistencia a la insulina.

"La resistencia a la insulina desregula el ciclo ovárico", afirma Sadhu. La resistencia a la insulina puede provocar infertilidad al alterar hormonas como el estrógeno y la testosterona, relacionadas con la fertilidad, y afectar a la liberación de óvulos por los ovarios. Cuando los pacientes empiezan a tomar agonistas del GLP-1, se reduce su resistencia a la insulina, lo que favorece la fertilidad.

Sin embargo, aún se desconocen los efectos de estos fármacos sobre el embarazo, por lo que es importante que las pacientes hablen con sus médicos sobre cualquier plan para quedarse embarazadas, así como sobre las estrategias anticonceptivas, que pueden incluir la adición de un segundo método para aumentar las píldoras anticonceptivas orales, o el cambio a un método diferente.

(Relacionado: Las claves sobre la fertilidad femenina pasados los 35 años)

Tratamiento de la adicción

Desde que Ozempic y Mounjaro son cada vez más comunes, los pacientes han notificado varios efectos secundarios inesperados, como una disminución del deseo de fumar o beber. Aunque se necesita más investigación, se cree que la parte del cerebro responsable de las ansias de comer se solapa con la parte del cerebro responsable de las ansias de sustancias adictivas, dice Luba Yammine, investigadora de adicciones en UTHealth Houston.

Para los médicos que trabajan en este campo, las versiones anteriores de estos fármacos GLP-1 mostraban un enorme potencial como medicamentos contra la adicción.

"Disponemos de muchos menos medicamentos" para tratar la adicción y muchos pacientes tienen dificultades para acceder a ellos, afirma Christian Hendershot, investigador de adicciones de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos). Además, este campo recibe menos fondos de investigación que otras enfermedades.

Yammine empezó a interesarse por el estudio del efecto de los agonistas del GLP-1 en la adicción mientras trabajaba en atención primaria, donde tenía varios pacientes fumadores con diabetes. Yammine aconsejaba a sus pacientes que dejaran de fumar, recetándoles parches de nicotina o el medicamento buproprion, para ayudarles a abandonar el hábito. Pero la mayoría de las veces estas estrategias fracasaban.

"Es difícil dejar de fumar, y punto", dice Yammine; "la gran mayoría de los fumadores quieren dejarlo, pero incluso con el uso de estas terapias, muchos de ellos no lo consiguen".

Para ayudar a estos fumadores con su diabetes, ella les recetaba medicamentos agonistas del GLP-1, sólo para descubrir cuando volvían para un seguimiento que habían dejado de fumar. Cuando les preguntaba qué había pasado, la respuesta era que, de repente, sus ansias de fumar habían desaparecido. "Fue un hallazgo muy interesante", afirma Yammine.

Esto ocurría con suficiente frecuencia como para que Yammine decidiera explorar el impacto de estos agonistas del receptor GLP-1 en la adicción mediante un ensayo clínico.

Yammine y sus colaboradores dirigieron un estudio piloto, en el que el 46 por ciento de los participantes que recibieron exanetida, además de parches de nicotina y asesoramiento para dejar de fumar, pudieron abandonar el hábito, frente al 26 por ciento de los participantes que recibieron parches de nicotina, asesoramiento y un placebo. Yammine y sus colaboradores están realizando un seguimiento con un ensayo más amplio. También están planeando otro ensayo con semaglutida.

En el caso de los pacientes del estudio que recibieron exanetida, su peso tras dejar de fumar fue 2,5 kilos inferior al de los que recibieron placebo, un efecto secundario que puede ayudar a contrarrestar el aumento de peso que suele asociarse a dejar de fumar.

"Este aumento de peso es muy problemático", afirma Yammine, y añade que muchos pacientes temen dejar de fumar o recaer debido a la preocupación por el aumento de peso, y que también puede aumentar su riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con el peso, como la diabetes de tipo 2.

Para Arnold, que se inscribió en un ensayo de seguimiento que está llevando a cabo Yammine, los meses en los que participó en el ensayo se caracterizaron tanto por la tranquilidad que rodeó sus esfuerzos por dejar de fumar como por un aumento de peso mínimo. Desde que terminó el ensayo, ha podido mantener sus esfuerzos por dejar de fumar, aunque ha ganado un poco de peso. "No tengo antojos", dice Arnold; "es este aumento de peso lo que me molesta".

A Arnold, que trabaja en una empresa de calefacción, ventilación y aire acondicionado, le gustaría mucho volver a tomar exanetida, pero, como les ocurre a tantos otros pacientes que han experimentado los beneficios de los agonistas de los receptores del GLP-1, le está resultando demasiado caro. El suministro para un mes cuesta unos 1000 dólares, y sin la aprobación de la FDA para su uso como fármaco contra la adicción, la mayoría de las compañías de seguros en Estados Unidos médicos no lo pagan.

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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