Desafíos sanitarios para mujeres en los 40

Este es el mayor problema de salud al que se enfrentan las mujeres a los 40 años

Los médicos dicen que esta década es el momento de hacer balance de la tensión arterial, el colesterol, el peso y la actividad física, y aprovechar las estrategias para prevenir enfermedades.

Dado que el riesgo de cáncer aumenta gradualmente a partir de los 40 años, las mujeres deben seguir haciéndose pruebas de detección del cáncer de cuello de útero y empezar a someterse a pruebas de detección de dos de los cánceres que más matan a las mujeres: el colorrectal y el de mama.

Por Tara Haelle
Publicado 25 jun 2024, 14:09 CEST

Para casi todas las mujeres, los 40 serán la última década de su vida menstrual, un hecho que puede tener implicaciones de gran alcance en los riesgos para la salud a los que se enfrentarán en las próximas décadas.

Los 40 son también el momento en que empiezan a aumentar los riesgos cardiovasculares y de cáncer, por lo que es una década crucial para hacer balance de la salud actual y realizar los cambios necesarios para mejorarla en la medida de lo posible, afirma Stacey Rosen, cardióloga de Northwell Health en Estados Unidos.

"Es un momento importante para optimizar la presión arterial, el colesterol, el peso, la actividad física... porque, francamente, mucho de esto se vuelve más difícil y hay más en juego una vez que se llega a la menopausia", dice Rosen; "los 40 son la década para afianzar realmente tus oportunidades preventivas".

La cardiopatía coronaria es la principal causa de muerte entre las mujeres en Estados Unidos, donde ocho de cada 10 mujeres de entre 40 y 60 años tienen al menos un factor de riesgo de cardiopatía. "La primera causa de muerte entre las mujeres en España son las complicaciones cardiovasculares, siendo el ictus la principal de todas ellas", afirma la Sociedad Española de Arteriosclerosis.

Las viejas reglas para reducir el riesgo siguen siendo una dieta sana y actividad física regular, idealmente al menos 150 minutos semanales de actividad aeróbica de moderada a intensa y dos días de ejercicios de fortalecimiento.

El ejercicio y una dieta sana son también formas de reducir el riesgo de cáncer justo cuando ese riesgo empieza a aumentar en la cuarentena de las mujeres. Prepárate para añadir dos nuevas pruebas de detección del cáncer a tu rutina de mantenimiento de la salud en esta década.

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Comienzan las revisiones de cáncer de mama y colon

El riesgo de cáncer empieza a aumentar gradualmente a partir de los 40, por lo que las mujeres deben seguir sometiéndose a revisiones de cáncer de cuello de útero cada tres o cinco años, pero también empezarán a someterse a otras revisiones. El Grupo de Trabajo Preventivo de Estados Unidos (USPSTF, por sus siglas en inglés), un panel independiente e imparcial que revisa toda la evidencia sobre las revisiones de salud, recomienda que las mujeres empiecen a hacerse revisiones para dos de los cánceres que más matan a las mujeres: el cáncer colorrectal y el cáncer de mama.  

El grupo de trabajo empezó a recomendar en 2021 que las mujeres de riesgo medio se sometieran a su primer cribado de cáncer colorrectal a los 45 años. Lo ideal sería una colonoscopia, la prueba de referencia para la prevención del cáncer de colon, que sólo debe repetirse cada 10 años.

"Probablemente el 90 por ciento de las muertes por cáncer colorrectal son evitables si hubiéramos podido detectarlas a tiempo y realizar una colonoscopia de alta calidad", afirma Rajeev Jain, gastroenterólogo de Texas Digestive Consultants en Dallas (Estados Unidos). Esto se debe a que las colonoscopias no se limitan a buscar cáncer, sino que también detectan y extirpan pólipos que pueden convertirse en cáncer.

Existen otras opciones para el cribado del cáncer colorrectal, como un análisis de heces cada año, un análisis de ADN en heces (Cologuard) cada uno o tres años (aunque éstos tienen una mayor tasa de falsos positivos) y otros tipos de pruebas de imagen cada cinco años.

Estas últimas pueden parecer preferibles, ya que no son invasivas, mientras que la colonoscopia es invasiva y requiere una preparación previa. Pero Jain dice a sus pacientes que comparen la preparación intestinal con la alternativa de someterse a quimioterapia y cirugía si se desarrolla un cáncer colorrectal. Las pruebas no invasivas sólo pueden diagnosticar el cáncer existente, mientras que la colonoscopia puede diagnosticarlo y prevenirlo. "Si se quiere prevenir el cáncer, lo mejor es una colonoscopia de alta calidad con extirpación de pólipos", dice Jain.

Las recomendaciones sobre cuándo deben hacerse las mujeres su primera mamografía, y con qué frecuencia, han cambiado muchas veces a lo largo de los años. La razón principal es que las recomendaciones cambian a medida que se acumulan más pruebas que proporcionan una imagen más clara del equilibrio entre los beneficios y los perjuicios del cribado.

El USPSTF acaba de actualizar sus recomendaciones para que las mujeres se sometan a su primera mamografía a los 40 años y, a partir de entonces, cada dos años.

Joann Elmore, médico internista de la Universidad de California (EE. UU.) especializada en el estudio de las pruebas de detección del cáncer, afirma que es importante comprender que las pruebas de detección del cáncer no sólo tienen beneficios, sino también perjuicios. Aparte de la incomodidad del procedimiento en sí, esos perjuicios incluyen el riesgo de falsos positivos, "donde la prueba puede decir que tienes cáncer, y al final no lo tienes, pero conduce a una cascada de muchas pruebas adicionales", dice Elmore.

Con esto no se pretende disuadir a las mujeres de someterse a pruebas de detección, pero sí se sugiere que es importante que las mujeres con un riesgo medio no se sometan a más pruebas de las que necesitan y que sean conscientes de que los falsos positivos son frecuentes.

"Con el cáncer de mama, una de cada 10 mamografías tendrá una anomalía y la mujer será llamada de nuevo para pruebas adicionales", dice Elmore; "esto forma parte del proceso de cribado, y no te sorprendas demasiado cuando te lo hagan".

Una forma de disminuir la probabilidad de falsos positivos es hacerse una mamografía con tomosíntesis 3D si fuera posible, porque proporcionan mucha más información, dice Elmore.

Aunque muchas mujeres siguen teniendo embarazos y partos hasta los 40, la mayoría habrá dejado atrás la maternidad a los 30 años. Si has conseguido mantener el mismo ginecólogo todo este tiempo, es de esperar que hayas establecido una sólida relación paciente-especialista con él. Eso significa que puedes pedirle que te ayude a optimizar tu salud en general y a prepararte para lo que se avecina con la perimenopausia, el periodo de tiempo que precede a la menopausia, durante el cual tu cuerpo produce gradualmente menos estrógenos y empieza a tener menos menstruaciones.

Esperemos que también te hagan pruebas periódicas de depresión, ansiedad, estrés excesivo y violencia de pareja.

(Relacionado: Menopausia: ¿cómo la está estudiando la ciencia?)

Salud metabólica y vascular

Los 40 son también el momento de evaluar si has tenido algún resultado adverso en el embarazo, como diabetes gestacional, preeclampsia o trastornos hipertensivos del embarazo, parto prematuro, trastornos del estado de ánimo relacionados con el embarazo (como depresión posparto) o pérdidas fetales repetidas. Todos ellos pueden aumentar tu riesgo cardiovascular, por lo que deberás vigilar más tu tensión arterial, tu glucemia y tu colesterol.

La tensión arterial debe medirse al menos cada dos años si se mantiene por debajo de 120/80, pero debe pasar a ser anual si desarrolla hipertensión. Del mismo modo, los controles de colesterol sólo deben realizarse cada cinco años, a menos que las cifras superen los valores normales, en cuyo caso será necesario realizarlos con más frecuencia. Las revisiones de la diabetes deberían haber comenzado a los 30 años, y deberían continuar.

Algunas mujeres de 40 años pueden desarrollar problemas de tiroides, a veces desenmascarados por el embarazo, dice Jill Rabin, ginecóloga obstetra de Northwell Health en Estados Unidos. Aunque ningún organismo lo recomienda oficialmente, Rabin dice que es prudente considerar la posibilidad de hacerse análisis de referencia para conocer los niveles de TSH y T4 libre. Estas hormonas ayudan a regular el metabolismo y otras funciones corporales, y sus niveles pueden ser un indicador del funcionamiento de la tiroides.

Si presentas síntomas de tiroides hiperactiva o hipoactiva, habla con tu médico para saber si es conveniente hacerse análisis de tiroides o consultar a un endocrino. Los síntomas de una tiroides hiperactiva, o hipertiroidismo, incluyen pérdida de peso inexplicable, taquicardia, sudoración excesiva o intolerancia al calor, hinchazón del cuello, manos temblorosas, debilidad muscular, dificultad para dormir y nerviosismo o irritabilidad. El hipotiroidismo, una tiroides poco activa, incluye síntomas como fatiga, aumento de peso, intolerancia al frío, dolor articular o muscular, piel seca, adelgazamiento del cabello, síntomas de depresión y disminución del ritmo cardíaco.

Todo el mundo debería hacerse un examen oftalmológico de referencia a los 40 años y repetirlo después en función de lo que revele, sus antecedentes familiares y sus síntomas.

Continúa con las limpiezas dentales dos veces al año, o posiblemente más a menudo si eres poco cuidadosa con tu salud bucodental (por ejemplo, si no usas hilo dental con regularidad).

Muchas mujeres empiezan a notar cambios en la piel a partir de los 40, como la aparición de arrugas finas y dinámicas, que son el resultado de expresiones faciales repetidas, dice April Armstrong, dermatóloga de la Universidad de California.

"A los 40 es cuando se empieza a notar una disminución visible de la elasticidad y la hidratación de la piel, por lo que notarás que la piel está más seca y empieza a volverse un poco más fina", dice Armstrong.

"No existe una recomendación universal para que todo el mundo se someta a una prueba de detección del cáncer de piel a los 40 años", afirma Armstrong, pero aconseja estar alerta a quienes presentan factores de riesgo de cáncer de piel, como antecedentes de exposición prolongada al sol o de uso de camas bronceadoras, o a quienes tienen antecedentes familiares de melanoma o de cáncer de piel no melanoma. La doctora anima a las mujeres a autocontrolarse, siguiendo la regla ABCDE para detectar cualquier lunar o decoloración sospechosos.

Armstrong también recomienda a las mujeres que incorporen un retinol o, idealmente, un retinoide a su rutina de cuidado de la piel a partir de los 40 años para atenuar los efectos del daño solar en la piel. Pero, como siempre, la parte más importante del cuidado de la piel es la protección solar, incluido el uso regular de protector solar. Aunque la base de maquillaje incluya protección solar, a menudo contiene filtros que dejan pasar los rayos, por lo que Armstrong recomienda aplicar un protector solar normal debajo y luego maquillarse encima.

Por último, es importante no dejar pasar la oportunidad de evitar enfermedades infecciosas que puedan prevenirse mediante la vacunación oportuna. Sigue vacunándote anualmente contra la gripe y la COVID-19 para reducir el riesgo de complicaciones y hospitalización por estas enfermedades. Estas vacunas son especialmente importantes para las personas con determinados factores de riesgo, como obesidad o hipertensión, pero incluso las personas de mediana edad sin problemas de salud pueden acabar hospitalizadas por infecciones de gripe o Covid.

Los 40 son también la última oportunidad que tienen las mujeres de vacunarse contra el virus del papiloma humano (VPH) para reducir el riesgo de infecciones por las nueve cepas de VPH que causan casi todos los cánceres de cuello de útero y muchos cánceres vulvares, vaginales, anales y orales. Las tasas de cáncer de cuello uterino han ido en aumento en mujeres de 30 a 44 años, y es posible vacunarse contra el VPH hasta los 45 años.

Cuarto de nuestra serie de seis artículos

La mayoría de la gente conoce los principios básicos de una vida sana: comer y dormir bien, hacer ejercicio, programar un chequeo anual y vacunarse según las recomendaciones. Pero mantenerse al día con el autocuidado y someterse a pruebas de detección del cáncer y otras enfermedades puede resultar desalentador. La "salud" también varía según la etapa de la vida en que se encuentre la mujer. Por ello, te ofrecemos una serie sobre salud femenina que aborda los problemas de salud más importantes para las mujeres en cada década. Este es el cuarto de ellos, en el que repasamos en qué deberían centrarse las mujeres de 40 años para vivir una vida mejor y más sana.


 

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    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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