25 de abril de 2012
Según un nuevo estudio, unos nuevos componentes sintéticos, llamados XNA, pueden almacenar y copiar información genética, como el ADN.
Igualmente, pueden evolucionar en un laboratorio, lo que supone un gran avance para la ciencia, de acuerdo con el coautor del estudio John Chaput, del Instituto de Biodiseño de la Universidad Estatal de Arizona.
Los nucleótidos, las «piezas» que forman el ADN, están compuestos por cuatro bases, A, G, C y T, además de azúcar y fosfatos.
En primer lugar, los científicos sustituyeron el componente natural de azúcar del ADN por uno de seis polímeros distintos.
A continuación, el equipo, liderado por Vitor Pinheiro, del Laboratorio del Consejo de Investigación Médica de Biología Molecular de Reino Unido, diseñó enzimas denominadas polimerasas que pueden sintetizar XNA a partir de ADN y otras que podían transformar XNA de nuevo en ADN.
Esta habilidad permitió que se copiaran secuencias genéticas, creando así una herencia genética artificial.
Por ultimo, el equipo determinó que uno de los seis polímeros probados, conocido como HNA, podría responder a estímulos específicos en un tubo de ensayo y evolucionar de distintas formas.
Los resultados demuestran que «más allá de la herencia genética, el XNA tiene capacidad para la evolución darwiniana», afirma el estudio, que se publicará en la revista Science.
«Por tanto, hay que admitir que la herencia y la evolución no son características únicas del ADN y el ARN (ácido ribonucleico)».
¿Desmitifica el origen de la vida?
«Las características del XNA han sido probadas por experimentalistas, se trata de un proceso no natural», señala Chaput.
Sin embargo, significa que los científicos pueden «utilizarlo para plantear cuestiones biológicas básicas», como el origen de la vida, añade.
Por ejemplo, «es posible que la vida no empezara con ADN y proteínas, como vemos hoy, sino que lo hiciera a partir de algo muchísimo más simple».
Los científicos podrían evolucionar el XNA y descubrir más funciones que resultaran fundamentales para el origen de la vida.
En cualquier caso, el descubrimiento resulta «sorprendente y de gran utilidad».