Encuentran un niño de la Edad de Hielo en una vivienda prehistórica de Alaska
7 de marzo de 2011
Los científicos afirman que la vivienda y los restos humanos, que son los más antiguos encontrados hasta el momento en la Norteamérica subártica, permiten vislumbrar como nunca antes la vida diaria de los americanos de la Edad de Hielo.
Además de esto, según añadieron los expertos, si los restos presentan ADN utilizable, el niño podría ayudar a desvelar quién vivía en el lado norteamericano del istmo que, en aquel momento, probablemente conectaba aún el continente americano con el asiático.
Lo que no parecer ser un misterio es la forma en que se celebró el funeral del niño.
"Se puede ver que al niño lo pusieron en la fosa (una chimenea del interior de la vivienda) y que se encendió fuego encima de él”, dijo uno de los coautores del estudio, Joel Irish. La madera carbonizada de la fosa permitió que los científicos pudieran realizar una datación por radiocarbono del lugar.
Parece ser que tras la incineración, el clan de cazadores –recolectores al que pertenecía el niño llenó la chimenea, de 45 centímetros de profundidad, de tierra, tras lo cual abandonaron la vivienda. No se ha encontrado ningún otro tipo de artefacto por encima de la línea de llenado de la fosa.
Antes de este descubrimiento, los restos humanos de mayor antigüedad encontrados en Alaska eran tan sólo de hace algunos cientos de años.
Aún así, el reciente hallazgo representa únicamente el 20 por ciento del esqueleto del niño, por lo que ofrece pocas pistas acerca de la manera en que éste murió. Sin embargo, los restos hallados dejan claro que el menor murió antes de ser enterrado y que lo colocaron en de forma que descansara en paz.
El día a día en la Alaska de la Edad de Hielo
"Desde nuestro punto de vista, el niño resulta desde luego extraordinario, pero la casa también es algo único”, dijo Ben Potter, uno de los coautores del estudio.
El estudio indica que los restos de salmón, perdiz nival, ardillas de tierray otros animales encontrados en la chimenea sugieren que ésta se utilizó durante semanas o meses antes de que la convirtieran en una tumba.
Se había realizado un agujero de unos 27 centímetros en el suelo de la vivienda, y es posible que unos postes hubieran servido de soporte de las paredes y el tejado, según parecen indicar unas reveladoras manchas en el sedimento.
En otras palabras, se trataba de una vivienda, la más antigua que se ha descubierto en Alaska hasta el momento.
"Todos los demás hallazgos que datan de este período o de alguno anterior tienden a estar asociados con campamentos de caza para temporadas cortas o con talleres en los que la gente recogía piedra de alta calidad y la trabajaba para convertirla en herramientas”, afirmó Potter, antropólogo de la Universidad de Alaska, situada en Fairbanks.
El antropólogo Ted Goebel, que no participó en la investigación, se mostró de acuerdo con esta afirmación. “Lo más emocionante para mí es que parece que, por fin, hemos encontrado un lugar de residencia en el que la gente sí vivía”.
Un crematorio de la Edad de Hielo con olor a pescado
Goebel, de la Universidad A&M de Texas, afirmó que, ahora que se ha encontrado una vivienda de la Edad de Hielo en Alaska, los científicos están preparados para desvelar nuevos secretos sobre el estilo de vida y el comportamiento de los primeros norteamericanos.
Algo que ya queda claro es que a los habitantes de la vivienda les gustaba el salmón (se han encontrado los restos de unos 300 peces de este tipo en la fosa).
Junto con los restos de ardillas de tierrajóvenes, el salmón es una prueba de que la casa servía como residencia de verano para este grupo de seminómadas. Ambos animales abundan durante los meses más cálidos.
Los restos de viviendas encontrados antes de este descubrimiento siempre se han relacionado con campamentos temporales en zonas que se habrían frecuentado durante el otoño, según el estudio, que se publicará mañana en la revista Ciencia.
Dada su localización, en medio de los bosques boreales que se extienden a lo largo del Río Tanana (ver mapa), la nueva vivienda hallada “dibuja una imagen mucho más amplia sobre el uso que estos pueblos hacían de todas las especies importantes del territorio”, dijo Potter, coautor del estudio.
"Nos imaginamos a estas personas como forrajeadores que cazaban presas grandes, como bisontes o alces. Sin embargo, el elemento pesca es nuevo en cierto modo, y resulta algo sorprendente que haya tanto pescado”.
El patrón estacional aparente de caza y pesca, añadió Potter, se asemeja al que practicaban algunos nativos de Alaska de épocas posteriores.
¿Se encontrará ADN en los restos humanos?
Una comunidad local nativa de Alaska, la Healy Lake Tribe (la Tribu del Lago Healy) ha puesto al niño de la Edad de Hielo el nombre de Xaasaa Cheege Ts’eniin, o Niño de la Desembocadura del Río Sun, por el nombre nativo del lugar.
Varios grupos de nativos están trabajando en coordinación con los arqueólogos, y algunos de ellos han expresado su interés en comparar sus propios ADN con el del niño para ayudar a conformar un esquema más claro de la ascendencia del niño y, quizás, la suya propia.
Para empezar, un estudio dental preliminar realizado al niño sugiere que éste está relacionado biológicamente tanto con los nativos americanos como con los asiáticos nororientales.
Si bien los detalles son objeto de un intenso debate, existe la creencia generalizada de que los primeros americanos llegaron desde Siberia, a través del istmo, ya hace tiempo desaparecido, del Estrecho de Bering hace 13.000 años.
Irish, uno de los coautores del estudio y bioarqueólogo de la Universidad de Alaska en Fairbanks, apuntó que algunos de los artefactos de piedra encontrados en el lugar, el estilo de la construcción y los restos animales recuerdan a aquéllos que se pueden encontrar en Siberia hoy en día.
Recuerdan especialmente, añadió, a la zona del Lago Ushki de Siberia. Los hallazgos realizados en los yacimientos de allí, de alrededor de 14.000 años de antigüedad, han descubierto una cultura que tiene ciertos paralelismos con las de los nativos americanos de épocas posteriores. Precisamente en Ushki se encuentra también el único yacimiento funerario que se conocía hasta ahora en los alrededores del istmo de Bering, llamado también Beringia.
"El descubrimiento hecho en Alaska recuerda mucho más a Siberia o al Lejano Oriente ruso que a nada que se pueda encontrar en ninguno de los 48 Estados norteamericanos al sur de Alaska”, añadió Potter, coautor del estudio.
Goebel, de la Universidad A&M de Texas, que ha trabajado en el Lago Ushki, explicó que dichas similitudes se pueden encontrar en muchas culturas septentrionales de la antigüedad, por lo que no considera que los paralelismos mencionados sean prueba de la relación entre las dos culturas.
El ADN podría despejar las dudas de forma considerable, y los restos del niño prehistórico representan una oportunidad sin precedentes"Estamos realmente interesados en utilizar los hallazgos de Alaska para concretar la forma en que los primeros humanos de la Era Glacial cruzaron el istmo de Beringia", afirmó Goebel.
"No obstante, sin restos humanos nunca hemos podido asegurar quiénes eran estas personas, qué aspecto tenían, o cómo podían estar relacionadas con otros pueblos”.
"Es posible que ahora seamos capaces de fijarnos de forma más específica, por primera vez, en cómo eran los primeros habitantes de Beringia desde un punto de vista genético”.