7 de mayo de 2013
Peter Athans ha llegado a la cima del Monte Everest siete veces, ha participado en 15 expediciones, y se ha convertido en un activo defensor de la cultura Sherpa. Gracias a él, los pueblos de la región del Everest han optado a mayores garantías de salud y alfabetización.
La semana pasada, unos sherpas atacaron a un equipo de escaladores profesionales. Nos hemos entrevistado con Pete Athans para hablar sobre la situación actual de rivalidad entre sherpas y escaladores profesionales.
¿Qué opina del reciente ataque en el Everest entre Simone Moro, Ueli Steck, Jon Griffith y un grupo de sherpas?
Todo se debió al ambiente tenso y competitivo que se respirta ultimamente entre los escaladores y los sherpas.
¿Y para los sherpas? ¿Supone mucha presión esta rivalidad?
Por supuesto. Creo que supone mucha presión por parte de ellos el aceptar la responsabilidad de preparar una ruta.
Se espera que los sherpas hagan más, lo hagan más rápido, y mejor. Obviamente están bien atendidos durante ese tiempo.
Pero por la misma razón, son las personas que más riesgo tienen en el monte. Están en peligro con mucha más frecuencia. Además, ellos son los que limpian la montaña una vez que todos han terminado de subir. Hacen el trabajo más pesado.
En general, ¿ha habido mucha tensión entre los sherpas y los occidentales?
A decir verdad, puede haber un cierto sentido de competitividad. Por tema de beneficios económicos, ya que los sherpas consideran desproporcionados el dinero que ganan los occidentales.
En la última década, estamos viendo cómo los sherpas se profesionalizan. Algunos cuentan con certificaciones internacionales, otros son dueños de empresas. Algunos tienen una cartera de clientes occidentales que cada día crece más y más.
Y sólo están diciendo, bueno, ya sabes, esta es nuestra montaña. Este es nuestro país. ¿Por qué no deberíamos estar haciendo esto? ¿Por qué estamos dejando que estos equipos comerciales extranjeros entren, utilicen los beneficios de nuestro trabajo? Vale sí, nos pagan bien, pero en cuanto a la red general de la expedición, los beneficios realmente van a los equipos extranjeros y a los propietarios de la empresa. Y no es justo.
Y en última instancia, tienen un verdadero arraigo tribal. Los sherpas son conocidos como un pueblo muy paciente, y suele ser así. Pero si de alguna manera sienten o sospechan que están siendo abusados, o muy discriminados, entonces tienen una tendencia a reaccionar como un grupo de una manera muy fuerte.
Va más allá de la seguridad personal de un individuo. Es como una afrenta cultural y sienten que no pueden dejarlo pasar.