Las lombrices son capaces de reproducirse en tierra marciana simulada

Los científicos del proyecto esperan que las lombrices comunes puedan emplearse algún día para ayudar a los humanos a cultivar en el planeta rojo.

Por Sarah Gibbens
Publicado 29 nov 2017, 13:51 CET
Tierra marciana simulada
La tierra marciana simulada y las lombrices se usaron para cultivar rúcula en este laboratorio holandés.
Fotografía de Wieger Wamelink

Existen una serie de condiciones que hacen que la Tierra sea un lugar habitable para la vida tal y como la conocemos, y una de ellas es la tierra en la que cultivamos nuestros alimentos. Está lleno de una compleja mezcla de nutrientes, bacterias y hongos permiten que las plantas crezcan. En cambio, la tierra de Marte es estéril y está llena de compuestos potencialmente tóxicos.

El próximo objetivo de los humanos en el espacio es el planeta rojo, pero antes de emprender nuestro viaje debemos saber cómo vivir y comer una vez allí, algo que no es tarea fácil. Los científicos creen que es posible sembrar cultivos sostenibles en Marte, pero para hacerlo necesitan modificar la tierra del planeta. El biólogo Wieger Wamelink cree que las lombrices podrían ser de gran ayuda.

En su laboratorio de investigación en la Universidad Wageningen, en Holanda, han nacido hace poco dos pequeñas lombrices en una colonia que vive en tierra creada por la NASA y que simula la tierra del planeta rojo.

Para Wamelink, que lleva trabajando en el laboratorio desde 2013, estos nacimientos indican que las lombrices que viven en la tierra simulada no solo son capaces de vivir, sino que podrían prosperar. En la Tierra, las lombrices desempeñan un papel crucial en el ciclo agrícola y esto da esperanzas a los investigadores de que un día se pueda hacer lo mismo en otro mundo.

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Un círculo virtuoso

Para que exista un sistema agrícola en Marte, no puede desperdiciarse ninguna parte de la planta. Las lombrices podrían utilizar las partes inservibles de la planta, como los tallos y las hojas, y descomponerlas en nutrientes que podrían usarse más adelante. Además de tratar esta materia orgánica muerta, las lombrices crean canales en la tierra que permiten que la agua penetre en las raíces de las plantas de forma más equitativa.

«[Las lombrices] cogen la materia orgánica de la parte superior de la tierra —se la comen, la muerden— y cuando la excretan, las bacterias la descomponen aún más. De lo contrario, [sin lombrices] agotarías los nutrientes del suelo», explica Wamelink.

«En Marte no puedes permitir que nada se pierda», añade.

Lombrices
Las lombrices, de dos especies diferentes, justo antes de desaparecer entre la tierra marciana simulada, y las plantas de rúcula.
Fotografía de Wieger Wamelink

Su investigación todavía se encuentra en una fase muy preliminar. Además, será necesario que los investigadores simulen las condiciones marcianas al completo si quieren cultivar alimentos. Las bacterias que convierten el excremento de las lombrices en nutrientes estaban presentes de forma natural en el laboratorio de Wamelink. En Marte, este no sería el caso.

Wamelink también enriqueció la tierra con nitrógeno añadiendo un tipo de fertilizante llamado purín de cerdo. Su teoría es que en Marte el estiércol tendría que elaborarse a partir de heces humanas esterilizadas.

Para saber a ciencia cierta si es viable cultivar en Marte, como ocurre en el libro y la película The Martian, los investigadores necesitarán simular condiciones similares a las del planeta rojo. Y para hacerlo necesitarán muestras de suelo más exactas.

Aquí es donde aparece Trent Smith. Smith es un biólogo espacial que dirige la Exploration Mission 1 de la NASA. Mientras trabajaba en el Vegetable Production System (Veggie, para abreviar) de la organización, Smith ayudó a crear un tipo de tierra llamada Mars 1A, de la que se deriva la tierra empleada por investigadores como Wamelink.

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¿Qué se hace con las toxinas?

Según Smith, han podido reproducir en gran medida el suelo marciano de forma precisa basándose en imágenes espectrales del planeta, pero a la tierra falsa todavía le falta un compuesto de Marte: los percloratos. Esta clase de productos químicos se generan en la Tierra en determinadas actividades industriales, pero los investigadores todavía no han podido reproducirlo de forma exacta en la tierra marciana simulada.

Los microbios sobreviven bien en los percloratos y es posible que las plantas crezcan en tierra que contiene esta substancia, según afirman tanto Wamelink como Smith. Pero los compuestos pueden resultar letales para las personas que los consumen o para las plantas que crecen en ellos. En estudios en los que se expuso a las lombrices a altos niveles de percloratos, la mayoría no consiguió sobrevivir.

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    «Los estudios de plantas asumen que el perclorato se sanea», afirma Smith.

    Para Wamelink y Smith, encontrar un proceso natural para eliminar el perclorato de la tierra marciana sigue siendo el mayor obstáculo para el desarrollo de un sistema agrícola sostenible en el planeta.

    Wamelink también planea investigar el tipo de bacterias y hongos que se adaptarían mejor al terreno del planeta rojo, que actualmente es inhóspito. Cuando resuelvan esa incógnita, todavía quedará otro obstáculo: cómo polinizar las plantas. Hasta ahora, los investigadores lo han hecho a mano con un cepillo diminuto, una tarea que resultaría demasiado laboriosa en Marte.

    En cuanto al animal que podría servir como polinizador potencial para el planeta rojo, Wamelink tiene una sugerencia: «Suponemos que podría ser el abejorro».

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