¿Cómo crean vida los asteroides?
Los asteroides contribuyeron a moldear la vida en la Tierra. Los astrónomos estudian estos fragmentos de roca para extraer información sobre la vida en otros sistemas solares.
El pasado octubre, el primer visitante interestelar conocido en nuestro sistema solar pasó frente a la Tierra, un fragmento de roca que transportaba información sobre los confines de la galaxia. Su nombre: ‘Oumuamua, que en hawaiano significa «primer mensajero que llega desde lejos».
La roca es impresionante, pero en su sistema estelar anfitrión habría sido uno entre billones de asteroides, restos rocosos que quedan tras la formación de los sistemas estelares, incluido el nuestro. Entonces, ¿por qué es ‘Oumuamua tan importante? ¿Y por qué estudiamos los asteroides?
Un comienzo rocoso
En la actualidad, los asteroides de nuestro sistema solar residen entre Marte y Júpiter, en una región densa conocida como el cinturón de asteroides. Se cree que son los restos de la nube de gas y polvo a partir de la que se crearon planetas, soles y lunas. Los asteroides varían en tamaño: algunos son tan grandes que tienen suficiente atracción gravitatoria para atraer a su propia luna.
Si la trayectoria de un asteroide alrededor de nuestro Sol se interpone con la de la Tierra, ambos cuerpos colisionan, en ocasiones de forma catastrófica. En los primeros días del sistema solar, antes de que la Tierra tal y como la conocemos estuviera lista para albergar vida, nuestro mundo recibió grandes palizas.
Pero los asteroides que aporrearon nuestro mundo primitivo también sembraron los componentes de la vida. Cuando los asteroides colisionaron con la Tierra, depositaron los elementos básicos para la vida y no colisionaron lo bastante como para esterilizar o destruir nuestro planeta.
«Es probable que los asteroides que bombardearon la Tierra durante los primeros días del sistema solar aportaran una gran cantidad del material rico en carbono y agua presente hoy en día en la superficie terrestre», afirma el astrónomo de la NASA Joseph Masiero. Sin embargo, insiste en que las aportaciones de los asteroides a la Tierra todavía se están investigando.
Quizá los asteroides transportaron la vida misma a través del vacío. Una teoría denominada panspermia sostiene que los asteroides que colisionaron con la Tierra hace 4.000 millones de años depositaron moléculas de otros planetas que fueron la fuente de la vida. Una roca de Marte, por ejemplo, podría haber sembrado la vida primitiva de la Tierra, según sugiere la teoría.
Lo que aprendimos de ‘Oumuamua
Cuando ‘Oumuamua entró en nuestro sistema solar el pasado octubre, fue el primer asteroide conocido que lo hizo. Por primera vez, los astrónomos tuvieron la oportunidad de estudiar cómo se forman los planetas en otros sistemas solares. Estudiando la forma de la roca y las longitudes de ondas de luz que reflejaba, los astrónomos pudieron deducir de qué estaba hecho ‘Oumuamua.
«Su color y su espectro se parecían a algunas cosas de nuestro sistema solar, y eso fue reconfortante», afirma Masiero. Sin embargo, añade que, para sorpresa de algunos astrónomos, ‘Oumuamua no expulsaba gas ni polvo cuando el Sol lo calentaba, como hacen la mayoría de cometas. Un estudio reciente sugiere que una capa de compuestos orgánicos recubre el objeto, aislando su interior helado del calor del Sol.
Masiero señala que otros sistemas solares podrían ser comparables al nuestro o totalmente diferentes; eso es algo que los astrónomos todavía están investigando. Observar asteroides interestelares podría desvelarnos cómo se forman los planetas —e incluso la vida— más allá de nuestro sistema solar.
«Nos ayuda a responder a la pregunta de si somos únicos», afirma. «¿Es la vida única?».