Mercurio en su máxima elongación y otros fenómenos astronómicos de febrero
No te pierdas las mejores vistas del año del planeta más interior, una superluna y una lluvia de meteoros meridional.
Mientras el mercurio de los termómetros sigue bajando en el hemisferio norte, este nuevo mes augura muchas razones para abrigarse y contemplar el cielo nocturno, como las mejores vistas del año del planeta Mercurio, una superluna impresionante y una serie de emparejamientos planetarios. Los observadores del hemisferio sur, donde hace más calor, podrán disfrutar de todos estos fenómenos y de uno extra: una lluvia de meteoros deslumbrante.
Así que quítales el polvo a los prismáticos y marca estas fechas en el calendario de febrero.
4 de febrero: Venus y nebulosas
La noche del 4 de febrero, el planeta Venus pasará desde nuestra perspectiva por dos de las mejores nubes de gas y polvo cósmicas, la nebulosa Trífida y la nebulosa de la Laguna. El mejor momento para observar estas moradoras de las profundidades del firmamento es buscarlas cuando el cielo esté oscuro, al menos una hora antes del amanecer.
Con prismáticos, busca Venus en la parte baja del cielo oriental y, en el mismo campo visual, busca al sur del planeta dos franjas de luz fantasmagóricas. La que parece encontrarse más cerca de Venus es la nebulosa Trífida, una fábrica de estrellas a unos 5.200 años luz. El objeto que parece estar más lejos es la distante nebulosa de la Laguna, a 4.300 años luz.
7 de febrero: pico de las Alfa Centáuridas
Los habitantes del hemisferio sur podrán disfrutar del pico de una modesta lluvia de meteoros la noche del 7 de febrero. La lluvia, conocida como las Alfa Centáuridas, es más bien una llovizna, y cada año suelen observarse aproximadamente media docena de estrellas fugaces por hora. Sin embargo, estos ritmos aumentan esporádicamente a unos 25 meteoros por hora y la única forma de saberlo a ciencia cierta es salir a contemplarlas.
Los meteoros parecerán irradiar del área del cielo circundante al sistema estelar Alfa Centauri, que, en esta época del año, se encontrará justo sobre nuestras cabezas en el firmamento nocturno. Busca los meteoros, que empezarán a caer tras el atardecer local y antes del amanecer del día siguiente.
10 de febrero: la luna y Marte
El día 10, busca en la parte media del cielo meridional unos 45 minutos después del atardecer local para contemplar la luna gibosa creciente junto al brillante y rojizo Marte sobre ella.
12 de febrero: Marte y Urano
Tan pronto como caiga la noche el día 12, busca Marte en la parte media del cielo suroccidental. El planeta rojo servirá de guía para los observadores que quieran rastrear el séptimo planeta en distancia al sol, Urano.
Durante las próximas semanas, esta pareja planetaria se acercará rápidamente en el firmamento. Esta noche, realizarán su máximo acercamiento y estarán separados por solo un grado, que es igual a la anchura del pulgar sostenido con el brazo extendido. Pero que no te confunda esta cercanía aparente: de media, Marte se encuentra a 225 millones de kilómetros de la Tierra, mientras que Urano se encuentra a 2.890 millones de kilómetros de distancia.
Aunque el gigante verdoso se contempla técnicamente a simple vista desde cielos muy prístinos, es mejor observarlo con prismáticos o telescopios para no perdértelo. Busca un diminuto disco azul verdoso a la izquierda de un Marte de intenso color naranja. Verás que la diferencia de coloración es bastante distintiva e impresionante.
18 de febrero: Venus y Saturno
Los madrugadores recibirán un regalo celeste especial cuando Saturno y Venus unan fuerzas en un asombroso encuentro cercano en los cielos de primeras horas de la mañana. Quizá observes cómo el dúo dinámico se acerca en el cielo oriental casi una hora antes del amanecer local, unos días antes de la fecha. El día 18, alcanzarán su conjunción más cercana y tendrán una separación de solo un grado. Venus será el más brillante de los dos, superando en brillo a Saturno por un factor de 80.
19 de febrero: superluna
Cuando la luna alcance oficialmente su fase llena el día 19, se encontrará especialmente cerca de la Tierra, dando lugar a un fenómeno conocido como «superluna».
Como la órbita lunar tiene forma de huevo, en ocasiones se encuentra en perigeo, su menor distancia de la Tierra, o en apogeo, su mayor distancia. Si la fase de luna llena tiene lugar al mismo tiempo que un perigeo especialmente cercano, observamos un orbe lunar mucho más grande y brillante.
La diferencia de tamaño entre una superluna y una luna llena normal es insignificante: la superluna solo es en torno a un 13 por ciento más grande y brillante. Pero no existe nada tan mágico como observar el orbe lunar elevándose al este tras el atardecer. ¡No te lo pierdas!
21 de febrero: luces zodiacales
Casi una hora después del atardecer y durante las dos semanas posteriores, los astrónomos más agudos del hemisferio norte podrán localizar uno de los fenómenos astronómicos más esquivos: las luces zodiacales.
Es fácil confundir estas luces de forma piramidal con las luces de una ciudad lejana sobre el horizonte oscuro y, a veces, se denominan falso amanecer. Pero estas luces son más etéreas. Las provoca la luz solar que se refleja en el polvo cósmico suspendido entre los planetas. La mejor ocasión para disfrutar de este fantasmagórico espectáculo celeste es una hora después del atardecer, mirando al horizonte occidental desde un lugar oscuro.
26 de febrero: Mercurio en máxima elongación
Durante las semanas siguientes, el planeta más interior estará en máxima elongación, o la mayor distancia posible del sol, en nuestros cielos nocturnos. Así, estará posicionado en el mejor lugar posible para los observadores de latitudes medias-septentrionales. Aparecerá en su punto más alto al oeste una media hora antes del atardecer local, lejos del brillo del crepúsculo. Busca el pequeño planeta, que parecerá una tenue estrella visible a unos 11 grados sobre el horizonte local, o algo más que la anchura de la mano extendida.
Puedes practicar con un telescopio pequeño a alta potencia y quizá Mercurio desvele su disco medio iluminado, que a través del visor parecerá una versión en miniatura de un cuarto de luna.
27 de febrero: la luna y Júpiter
Busca un encuentro cercano entre la luna en cuarto menguante y Júpiter al amanecer del 27 de febrero. El gigante gaseoso parecerá encontrarse justo bajo la luna en el cielo meridional y supondrá una oportunidad perfecta para fotografiarlo. No olvides practicar con tu telescopio en Júpiter, si puedes, ya que sus bandas de nubes y su séquito de lunas nunca decepcionan.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.